Ganadero de d¨ªa, 'sheriff' de noche
Due?os de fincas del sur de Madrid vigilan para evitar los constantes robos
Se abren las puertas del invernadero y del interior surge Jos¨¦ Antonio P¨¦rez, calado con una gorra de publicidad de un banco: "Antes las mulas las dejabas atadas y no las tocaban. Ahora se las llevan unos sinverg¨¹enzas. Trabajamos para el diablo". El hombre, rodeado de una cuadrilla de inmigrantes que recogen repollos y acelgas, resume la ola de robos que est¨¢n sufriendo los agricultores y los ganaderos del sur de Madrid: "Somos v¨ªctimas de un expolio".
Los due?os de las haciendas agr¨ªcolas han pasado a la acci¨®n y desde hace semanas patrullan de noche y en parejas los caminos para prevenir los robos. En el maletero del coche guardan una escopeta y un garrote. "Para lo que pueda pasar, no sabes con qui¨¦n te puedes cruzar", afirma un miembro del ret¨¦n que prefiere no dar su nombre. Ocultan su rostro ante el fot¨®grafo para no ser reconocidos. Han sorprendido a quincea?eros que han huido campo a trav¨¦s o a amantes que buscaban intimidad. Su misi¨®n es ahuyentar a los intrusos. Se acercan a un coche desconocido y le dan las largas hasta que se va.
"Con las batidas crean peligro y se ponen en peligro", recalca un agente
Cerca de los invernaderos de Jos¨¦ Antonio P¨¦rez, tras un camino de tierra en Fuenlabrada, est¨¢ la explotaci¨®n ganadera de un empresario de 27 a?os. Cr¨ªa terneros. Le han birlado 400 metros de cable de cobre de una manguera y cuatro galgos. Desde entonces guarda a los perros en un b¨²nker de hormig¨®n con cuatro cerraduras. "Empezamos a hacer las batidas el a?o pasado pero ¨¦ramos pocos, a la gente le daba pereza. Pero desde que este a?o han empezado a robar como locos, todos se apuntan. Ahora somos m¨¢s de 40", explica. ?Siempre denuncian los robos? "No, para qu¨¦. Nadie viene a tomar huellas ni nada, no nos van a devolver lo que se llevan", dice. La delegada del Gobierno, Amparo Valcarce, sin embargo, les anima a que lo hagan para dar visibilidad al problema. La Guardia Civil se ha puesto esta semana en contacto con la Uni¨®n de Peque?os Agricultores (UPA) para acabar con los atracos. El sindicato agrario cree que hay que incrementar la vigilancia y explica que se han visto obligados a crear los retenes "ante el caso omiso de la Administraci¨®n".
La polic¨ªa teme el efecto de las patrullas ciudadanas, que surgieron en Madrid a principios de los setenta en la periferia ante el problema de las drogas. Felipe Brihuega, secretario general del Sindicato Unificado de Polic¨ªa en Madrid (SUP), se?ala que "en el momento que el ciudadano sale a la calle a defenderse de unos presuntos ladrones entramos ya en una situaci¨®n de caos". "Hay que poner medios para que estas personas no se sientan indefensas. Con la patrulla se ponen ellos en peligro y ponen en peligro a otras personas inocentes", recalca.
El problema afecta a la mayor¨ªa de municipios del sur de la regi¨®n donde a¨²n quedan cultivos o ganado. Aunque la gente de campo no es muy dada a presentarse en comisar¨ªa a denunciar lo ocurrido, la Guardia Civil tiene constancia de una veintena de casos en la zona de San Mart¨ªn de Valdeiglesias y de un n¨²mero parecido en Fuenlabrada y Colmenar. "Solo ten¨ªamos constancia de un robo de aperos en el municipio", interviene Carmen L¨®pez, la concejala de Seguridad del Ayuntamiento de Fuenlabrada, "pero se ha dado orden a la Polic¨ªa Local para que preste especial vigilancia en la zona de huertas. Siempre que nos lo pidan estaremos atentos".
Los ladrones buscan el cobre, muy cotizado, y los ¨²tiles de labranza para venderlos como chatarra. "Te hacen la pu?eta, hemos tenido que hacer nuestra propia patrulla para protegernos", se?ala un horticultor de la zona que siembra repollos. Como guardianes de la noche, con linternas, fumando, escuchando a ratos la radio del coche, vigilan los caminos, convertidos esta madrugada en un barrizal por la lluvia. A lo lejos se ve un centro comercial donde proyectan una pel¨ªcula en 3D, pero aqu¨ª, ahora, hay dos tipos armados defendiendo la tierra.
Las patrullas ciudadanas
Las patrullas vecinales en la regi¨®n tienen su origen en el cintur¨®n sur, a principios de los setenta, ante el aumento de la delincuencia ligada a la droga. Alcorc¨®n, Legan¨¦s, M¨®stoles o la misma Fuenlabrada fueron pioneras en activar este tipo de retenes. En 1979 la polic¨ªa impidi¨® que unos vecinos de Villaverde Alto lincharan a un joven delincuente armados con hierros y estacas. En 1984 los comerciantes de Moratalaz tambi¨¦n combatieron a los delincuentes ante los robos que sufr¨ªan y, dos a?os despu¨¦s, en Villaverde Alto volvieron a organizarse ante la psicosis de la delincuencia. No acab¨® aqu¨ª la cosa. En 1996, un mercado abandonado de San Blas estuvo un tiempo ocupado por toxic¨®manos hasta que los vecinos se rebelaron y no les dejaron entrar en el lugar. "Si la Comunidad no hace nada tapiaremos nosotros las entradas", amenazaban.
El fen¨®meno tambi¨¦n lleg¨® a los pueblos m¨¢s alejados. En Horcajuelo de la Sierra el alcalde y los vecinos se unieron para evitar los fuegos en los montes. Unos a?os antes cuatro miembros de una de estas patrullas vecinales muri¨® en un incendio en Guadalajara.
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