"Todo es ficci¨®n, pero todo es verdad"
Br¨¦tema es un nombre imaginario, pero nada de lo que all¨ª ocurre lo es. En Todo es silencio, la ¨²ltima novela de Manuel Rivas (que publica Alfaguara cuatro a?os despu¨¦s de la ¨²ltima, Los libros arden mal), aquello que no se quiere decir, ni ver, ni escuchar subyace. Como si m¨¢s que un thriller, fuese una tragedia. "La cualidad de la literatura es que muestra a un tiempo la cara y la cruz gracias a una herramienta principal, la iron¨ªa", asegura el escritor. El asunto de la novela es el narcotr¨¢fico en las costas gallegas, al que Rivas se ha acercado durante a?os como periodista. "Esta vez necesitaba que fuera una ficci¨®n precisamente para ir un poco m¨¢s all¨¢. Como dec¨ªa John Ford de sus pel¨ªculas, aqu¨ª todo es ficci¨®n pero todo es verdad".
La tentaci¨®n de hacer un libro-reportaje no existi¨®, seg¨²n el escritor gallego. No solo porque ya existen precedentes "estupendos", sino porque, para ¨¦l, la literatura era la manera de profundizar en un asunto de hist¨®rica complejidad. Novela de personajes, Todo es silencio pretende ser un libro "con esa ficci¨®n que destapa, la que avanza contra la estupidez". "La imaginaci¨®n", a?ade, "no es un producto de la fantas¨ªa, la imaginaci¨®n es la prolongaci¨®n de la memoria, es la levadura con la que se fermenta esa memoria".
La narraci¨®n arranca con una frase ("La boca no es para hablar. Es para callar") que podr¨ªa explicar el origen de esa localidad enferma y llena de secretos, Br¨¦tema, que en gallego significa niebla. "Es un lugar psicogeogr¨¢fico, ?me encanta esa palabra de los situacionistas! Br¨¦tema no se corresponde con un pueblo pero s¨ª con una geograf¨ªa", dice el autor de El l¨¢piz del carpintero, que apunta al mar como personaje fundamental de una trama sobre el poder, la corrupci¨®n y el crimen. "El mar da la vida y da la muerte. Habla por s¨ª mismo. Su sonido se reconoce, y siempre habla de recomenzar. Habla a trav¨¦s de signos, es un hablar iconogr¨¢fico, habla con lo que transporta, lo que llega, lo que desplaza o lo que vomita. El mar habla con signos y cada cosa que expulsa es el signo de una ¨¦poca. Aqu¨ª el mar empez¨® echando naranjas y acab¨® echando muertos, entre los dos llegaron fardos de coca¨ªna".
Es la droga del poder, a?ade Rivas, "la del capitalismo m¨¢gico" que reg¨ªa la filosof¨ªa de unos capos que en la novela afirman que "mientras se trabaja no se gana dinero". Para Rivas, lo que impidi¨® la consolidaci¨®n de esa mafia fue la reacci¨®n de las madres contra la droga: "Ellas acabaron con el silencio y con la suspensi¨®n de las conciencias".
Babelia
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