Si robas diez veces m¨¢s, no eres un ladr¨®n

A veces es dif¨ªcil saber a qui¨¦n han robado y qui¨¦n es el ladr¨®n, y si no se lo creen, lean la noticia que ha salido estos d¨ªas en el peri¨®dico, seg¨²n la cual Telef¨®nica le ha devuelto 44.351 euros a una concejala del PP en Getafe cuyo tel¨¦fono oficial, seg¨²n dice, utiliz¨® su hija para descargarse de Internet una serie de televisi¨®n. Sus rivales del PSOE le han pintado en la espalda la palabra malversaci¨®n, pero nadie acusa de nada a Telef¨®nica, sino a su v¨ªctima, lo cual es como culpar a los polacos de la expansi¨®n del nazismo por dejarse invadir: "?Una factura de 44.351 euros?", dice Juan Urbano, mientras se apresura hacia su oficina. "Es una verg¨¹enza, y me da igual si la concejala miente o dice la verdad, si su hija se descarg¨® una serie o si fue ella que llamaba a su familia todas las ma?anas, porque ese dinero no lo vale ni llamar a Washington cada ma?ana para darle los buenos d¨ªas a Obama". Y despu¨¦s de eso, repite que el problema de este pa¨ªs es el modo en que las compa?¨ªas de tel¨¦fonos, las l¨ªneas a¨¦reas y los jueces siguen siendo intocables, es decir, que est¨¢n siempre por encima de la ley.

Si hay algo incomprensible para la mayor¨ªa de los ciudadanos, son los jueces

Lo de los jueces lo dice porque est¨¢ indignado con ese desprop¨®sito del Consejo General del Poder Judicial que consiste en destinar 450.000 euros a la contrataci¨®n de una p¨®liza de seguro que haga frente a la responsabilidad civil en la que puedan incurrir sus componentes y hasta sirva para pagarle la fianza a aquellos que se vean sometidos a un proceso penal. Eso tambi¨¦n es dinero p¨²blico y supone diez veces la cantidad que la telef¨®nica le quer¨ªa sablear a la concejala de Getafe, y lo digo porque esa gente no cobra, acuchilla. ?Y nadie de ning¨²n partido va a salir a clamar por semejante esc¨¢ndalo, semejante abuso de poder y semejante saqueo? Alguien se ha confundido: la que lleva la venda en los ojos es la justicia, no sus vigilantes.

Si hay algo incomprensible en Espa?a para la gran mayor¨ªa de sus ciudadanos, son sus jueces, tan arbitrarios, tan inexplicables y tan tendenciosos en algunas ocasiones que lo mismo hunden a Baltasar Garz¨®n por intentar investigar el franquismo y tal vez por llegar demasiado lejos en su b¨²squeda de las ra¨ªces de la trama G¨¹rtel, que condenan a un hombre al que una negligencia m¨¦dica dej¨® en coma hace veinti¨²n a?os. El hombre fue a hacerse una operaci¨®n de cirug¨ªa est¨¦tica, para arreglarse la nariz, y sali¨® del quir¨®fano convertido en un vegetal. La familia puso una denuncia y el Tribunal Supremo exculp¨® a la cl¨ªnica Nuestra Se?ora de Am¨¦rica y al anestesista, les conden¨® a ellos a pagar 400.000 euros por los costes del juicio.

Menos mal que lo que pisotean los tribunales lo puede reconstruir la buena suerte, porque los padres del paciente decidieron protestar, acamparon junto al Ministerio de Justicia y una noche, por pura casualidad, pas¨® por all¨ª un m¨¦dico que hab¨ªa estado presente en la intervenci¨®n que dej¨® en coma a su hijo y que vio c¨®mo fue un descuido del personal del centro lo que provoc¨® la cat¨¢strofe. El abogado de la familia ha pedido al Tribunal Supremo que revise la sentencia, y parece que va a hacerlo. Esperemos que no sea para cobrarles otros 400.000 euros. Porque eso seguir¨¢ logrando que en este Estado de Derecho en el que vivimos, cada vez que alguien tiene que ir a un juzgado lo haga lo mismo que en la dictadura se iba al cuartel de la Guardia Civil: con miedo, porque no haber hecho nada no era raz¨®n suficiente para no estar asustado.