A?oranza de asfalto en Ciempozuelos

El carnicero suelta los cuchillos y se echa a la calle con el mandil puesto. Un frutero con gafas tambi¨¦n ha dejado a solas la balanza para sumarse al corro de gente, en el que hay due?os de restaurantes, agentes inmobiliarios, el propietario de una tienda de deportes o la gerente de un bar de copas. A la estanquera, desde una silla, se le oye decir: "?que le echen alquitr¨¢n encima y la abran de nuevo a los coches o esta es nuestra ruina!".

El sue?o pol¨ªtico de peatonalizar el centro de Ciempozuelos (22.000 habitantes) se ha hecho realidad pero se ha cobrado v¨ªctimas. Un grupo de comerciantes que aglutina a 87 negocios, lo que supone el 80% del tejido comercial de la poblaci¨®n, y ha recogido m¨¢s de 2.000 firmas asegura que el cierre al tr¨¢fico de la plaza de la Constituci¨®n, el centro neur¨¢lgico de este pueblo, supone un descenso en los beneficios de un 25%, circunstancia que, unida a la crisis, puede suponer el cierre de muchos de ellos. Le han hecho llegar sus quejas a la alcaldesa, Mar¨ªa ?ngeles Herrera (PP), pero ella est¨¢ convencida de que la modificaci¨®n ser¨¢ rentable a largo plazo. "Los cambios siempre dan miedo al principio", asegura.

La plaza es el coraz¨®n de la villa. Hab¨ªa que cruzarla para ir de norte a sur o de este a oeste. Con la peatonalizaci¨®n, que ha costado 350.000 euros a pagar entre varias Administraciones, ahora hay que bordearla. Lugar de reuni¨®n durante generaciones de la gente de Ciempozuelos, los comerciantes consideran que resulta m¨¢s f¨¢cil para los clientes ir a centros comerciales. "La gente que siempre viene aqu¨ª en coche ya no lo hace. Mi calle la han matado", cuenta el due?o de una droguer¨ªa que lleva 60 a?os en funcionamiento. Desde la remodelaci¨®n, a su calle se la conoce como La tonta porque uno de sus lados tan solo lleva al comienzo de la misma, como en un bucle.

La propietaria de la joyer¨ªa Garc¨ªa tambi¨¦n se queja: "No es el mejor momento para improvisar, el cambio nos ha hecho da?o". Manuel, due?o de una inmobiliaria que acaba de cerrar: "La crisis del ladrillo me hizo polvo pero la peatonalizaci¨®n de la plaza ha sido la puntilla. Jos¨¦, frutero, dirige el negocio J&A: "Nos bordean, nadie va a parar un minuto aqu¨ª para comprar por la sencilla raz¨®n de que no puede". Paloma, la due?a de un restaurante con 42 a?os de antig¨¹edad, asegura que tendr¨¢ que despedir a dos personas: "No salen los n¨²meros. Estoy hundida". Hay otra gente a favor de la peatonalizaci¨®n pero la asociaci¨®n de comerciantes, Comercien, no ha tomado partido.

A la alcaldesa, que ha llevado un plan que convenc¨ªa a todos los partidos, el asunto le est¨¢ ocasionando problemas pero no va a dar marcha atr¨¢s. Los pr¨®ximos d¨ªas empapelar¨¢ el pueblo con una especie de bando donde explica las gentilezas de la remodelaci¨®n. Espera a corto plazo suplir las zonas de aparcamiento perdidas con uno privado de 50 plazas que a¨²n est¨¢ en obras. "Es una oportunidad que no entren coches. A los que se quejan les digo que modernicen sus negocios".