El apellido paterno como bandera
Sectores conservadores atacan la ley que acaba con la prevalencia paterna - Cr¨ªticas a la elecci¨®n por orden alfab¨¦tico si hay desacuerdo
El apellido paterno se convierte ahora en bandera conservadora. La reforma de una ley que termina con restos de la sociedad patriarcal tradicional ha encontrado fuertes resistencias. El proyecto de Ley de Registro Civil, en tr¨¢mite parlamentario, termina con la prevalencia del apellido masculino, una medida en la que algunos han visto otro ataque frontal del Gobierno contra la familia. El propio l¨ªder del Partido Popular, Mariano Rajoy Brey, ya ha salido al paso para manifestarse en contra de la reforma que considera innecesaria; y ha asegurado que dar¨¢ "la batalla" para que no salga adelante.
La nueva ley determina que los padres deber¨¢n especificar los apellidos del beb¨¦ al inscribirle en el registro, y que, en caso de desacuerdo u omisi¨®n, ya no prevalecer¨¢n por defecto los del var¨®n, sino el orden alfab¨¦tico. Una posibilidad que ha escandalizado al PP. La diputada Luisa Fernanda Rudi ?beda asegur¨® ayer que la reforma es "una cortina de humo" para alejar a la sociedad civil de lo verdaderamente importante y que no es "una demanda urgente de los ciudadanos". El portavoz de CiU en la Comisi¨®n de Justicia, Jordi Jan¨¦ i Guasch, consider¨® que el impacto del proyecto de ley "es residual", por lo que le quit¨® importancia.
"La norma ataca a la instituci¨®n de familia", censuran algunos
Con el tiempo, si predomina el desacuerdo, peligran los Zubizarretas
El Gobierno se defiende. La elecci¨®n del orden de los apellidos es un avance, dicen. "Supone un paso m¨¢s hacia la igualdad y termina con la diferencia de g¨¦nero", apoy¨® el vicepresidente tercero, Manuel Chaves Gonz¨¢lez. Una opini¨®n compartida por el portavoz del PSOE, Jos¨¦ Antonio Alonso Su¨¢rez, y por el ministro de Justicia, Francisco Caama?o Dom¨ªnguez, que critic¨® el comportamiento del Partido Popular ante la nueva reforma. La "defensa" de la prevalencia del apellido paterno es "dif¨ªcilmente compatible con el mandato de igualdad que defiende la Constituci¨®n", dijo.
Pero las cr¨ªticas llegan desde muchos frentes. La organizaci¨®n conservadora Instituto de Pol¨ªtica Familiar describi¨® el proyecto de ley como "un nuevo ataque frontal a la instituci¨®n familiar". Tambi¨¦n el presidente de la plataforma Hazteo¨ªr, Ignacio Arsuaga considera este proyecto de ley -que termina tambi¨¦n con la figura del Libro de Familia y lo sustituye por un c¨®digo personal para cada ciudadano- es una f¨®rmula para "arrancar" a la persona de su v¨ªnculo familiar.
Franklin Delano Roosevelt, el presidente de EE UU desde 1933 a 1945, recibi¨® el Delano para que su madre no perdiera su apellido de soltera.
Como trasfondo del debate, a nadie se le escapa el alto contenido simb¨®lico de los apellidos. En Espa?a, donde hasta ahora prevalecen los del var¨®n, suponen una de las r¨¦moras de la sociedad patriarcal. Del modelo en el que el padre predominaba sobre la madre y era quien "reconoc¨ªa" a los hijos. Quien les daba, si quer¨ªa, sus apellidos.
"Este cambio normativo supone un gran avance. Termina con la tendencia de que el padre, al ser el cabeza de familia, debe ser quien ejerce la protecci¨®n de la familia", opina Soledad Murillo de la Vega, ex secretaria de Pol¨ªticas de Igualdad, que sostiene que la reforma es muy positiva porque fomenta que la elecci¨®n del orden de los apellidos sea fruto de una decisi¨®n consensuada entre la pareja - "como se hace con el nombre del beb¨¦"-, y termina con el sentido de pertenencia a un grupo y de preocupaci¨®n por continuar con un linaje.
"Muchas veces cuando se prefer¨ªa a un var¨®n antes que a una mujer era simplemente para que se conserve el apellido", considera Consuelo Abril Gonz¨¢lez, abogada de familia y vicepresidenta de la Coordinadora de Organizaciones de Mujeres para la Igualdad (Compi). Se acab¨®, por tanto, brindar con champ¨¢n cuando llega un var¨®n en una familia de mujeres porque as¨ª no se perd¨ªan los apellidos.
Es con este modelo caduco con lo que quiere terminar la nueva ley. As¨ª lo afirma en su propio fundamento jur¨ªdico el proyecto: "Con el fin de avanzar en la igualdad de g¨¦nero se prescinde de la hist¨®rica prevalencia del apellido paterno frente al materno permitiendo que ambos progenitores sean los que decidan el orden de los apellidos". La modificaci¨®n ampara tambi¨¦n a las parejas del mismo sexo.
Pero nunca llueve al gusto de todos, y una vez m¨¢s las pol¨ªticas de igualdad se convierten en campo de cr¨ªticas para determinados sectores resistentes a los cambios. Muchos se escudan en la protecci¨®n de la tradici¨®n para frenar lo que ven como un ataque m¨¢s contra los hombres con la "excusa" de la igualdad, una nueva ley superflua.
Pero ?era necesaria la reforma? Ya desde 1999, un cambio en la ley actual -de 1957- permit¨ªa a los padres elegir el orden de los apellidos de los hijos. Por defecto, sin embargo, prevalec¨ªan los del var¨®n. Cambiarlos, adem¨¢s, supone un gran periplo burocr¨¢tico.
La profesora de Ciencias de la Informaci¨®n e investigadora de pol¨ªticas de g¨¦nero Pilar L¨®pez D¨ªez no entiende la pol¨¦mica desatada por el proyecto de ley. "?Por qu¨¦ se enfadan? Las parejas van a tener los mismos derechos. Si aquellos que tanto se quejan fueran realmente igualitarios deber¨ªan pensar porqu¨¦ no va el apellido de la madre primero, que es la que pare", dice. Una opini¨®n que comparte la soci¨®loga Ana Bravo P¨¦rez, que llama la atenci¨®n sobre una realidad actual en la que el segundo apellido, el de la mujer, por ejemplo, tiende a desaparecer.
Una curiosidad es que en caso de discusiones los padres no podr¨¢n llegar a un pacto por el que el primer hijo lleve los apellidos de la madre en primer lugar y el segundo a la inversa. Todos los hermanos de madre y padre deber¨¢n apellidarse igual, dice la ley. La decisi¨®n, as¨ª, es fundamental.
Y aqu¨ª llega otro de los puntos pol¨¦micos. El proyecto de ley determina que "en caso de desacuerdo o cuando no se hayan hecho constar los apellidos en la solicitud de inscripci¨®n, el encargado del Registro Civil los determinar¨¢ por orden alfab¨¦tico". As¨ª, los Zunzuneguis, Zapateros o Zubizarretas pueden estar en peligro de extinci¨®n. Un sistema que defendi¨® el ministro Caama?o, como "neutral", pero que no convence a todos. Los expertos temen que este modelo, te¨®ricamente objetivo, provoque que dentro de unos a?os escaseen los apellidos que comiencen por las letras finales del abecedario.
No solo eso. Tambi¨¦n peligran los apellidos comunes. Los Gonz¨¢lez, Rodr¨ªguez, L¨®pez y P¨¦rez. Todos podr¨ªan desaparecer -o al menos comenzar a escasear- en aras de otros m¨¢s llamativos. No por casualidad al presidente del Gobierno se le llama Zapatero, en lugar de Rodr¨ªguez, su primer apellido. Aunque, qui¨¦n sabe, si esto es as¨ª, dentro de un siglo puede resultar distinguido apellidarse Fern¨¢ndez.
Para los expertos, sin embargo, los temores de los Zabalas y los Mart¨ªnez son infundados. Los casos de conflicto u omisi¨®n ser¨¢n pocos. "Los padres se pondr¨¢n de acuerdo en el 99% de los casos", asegur¨® el ministro Caama?o. El titular de Justicia consider¨® "positivo" que los ciudadanos debatan sobre el orden de los apellidos considerando ambos -los de la madre y el padre- de forma igualitaria.
Pero si no es as¨ª, ?qu¨¦ sistema es el ideal para elegir la denominaci¨®n que acompa?ar¨¢ a la persona para siempre? Patricia L¨®pez Pel¨¢ez, profesora de Derecho Civil de la Uned, aboga por lanzar una moneda al aire. "Un m¨¦todo totalmente objetivo y aleatorio que no prima a ninguno de los dos apellidos", afirma. Este sistema no es original, ya se utiliza desde hace tiempo en pa¨ªses como Alemania.
A Abril Gonz¨¢lez el sistema de emplear el abecedario s¨ª le parece adecuado. "Es un avance que se rige por criterios totalmente objetivos. Normalmente, en caso de conflicto, se suele judicializar el asunto. Aqu¨ª no ser¨¢ lo que dice un juez, quien determine qu¨¦ apellido le parece mejor", dice. Al profesor de Derecho Civil de la Universidad de Navarra Javier Fajardo Fern¨¢ndez le preocupa otro tema: los casos de omisi¨®n. "Qu¨¦ va a pasar cuando los padres no escriban nada por desconocimiento o por olvido", se pregunta. La ley es clara: se usar¨¢ el abecedario.
Pol¨¦mica aparte, el debate sobre el proyecto de ley favorece que los ciudadanos conozcan que pueden adoptar el criterio de igualdad en todo. Tambi¨¦n en lo que se escribe en su pasaporte.
El padre primero y otras combinaciones
- Francia. Solo hay un apellido, as¨ª que los progenitores deben elegir entre el del padre, el de la madre o ambos unidos. Existe una vieja costumbre a¨²n arraigada por la cual ella pierde el apellido al casarse. Por eso, Martine Aubry, primera secretaria del Partido Socialista franc¨¦s, hija de Jacques Delors, no lleva el ilustre apellido paterno. Pero la esposa puede mantener, por ley, su apellido.-A. J. BARCA
- Italia. Los hijos de las mujeres casadas o los que han sido reconocidos por el padre toman el apellido paterno. Si la madre es soltera, le da su nombre. Todo italiano est¨¢ registrado con un solo apellido, el paterno. Pero desde hace un a?o, es posible a?adir el materno, aunque no en el momento de inscribir el nacimiento, sino tras un tr¨¢mite que dura cerca de un a?o. Tambi¨¦n se puede sustituir si se considera vergonzoso o por motivaciones personales.-L. MAGI
- Rusia. Legalmente impera la igualdad. Solo existe uno, el paterno o el materno. En la ¨¦poca sovi¨¦tica, hubo parejas en las cuales uno de los miembros era jud¨ªo y descartaron el apellido de este origen por las futuras dificultades que podr¨ªa causar a su hijo para, por ejemplo, encontrar trabajo. Con la mayor¨ªa de edad, se puede cambiar el apellido. Cuando las parejas se casan, se les pregunta qu¨¦ quieren hacer. La ley permite elegir, pero por tradici¨®n es la mujer quien cede en favor de que se inscriba el del marido.-P. BONET
- EE UU. Amanda Birmingham Bonds naci¨® Amanda Joyce Zane Birmingham. En EE UU es impensable no tener, desde la cuna, lo que se denomina un "nombre del medio", que no es exactamente el nombre compuesto de Espa?a y es una referencia para toda la vida. As¨ª, hay que pensar en dos nombres para el beb¨¦. Ese "nombre del medio" -George W. Bush hijo, George H. Bush padre- suele ser el nombre de pila de un allegado. Amanda tuvo dos: Joyce y Zane."Era un nombre muy largo para las cuentas del banco", dice. El problema lleg¨® al casarse. Por tradici¨®n, deb¨ªa adoptar el del marido, Anthony Bonds. "No estaba dispuesta, era una se?a de identidad", explica. Pragm¨¢tica, convirti¨® su apellido de nacimiento (el paterno Birmingham) en su middle name y prescindi¨® de los originales. Amanda es ahora Birmingham Bonds. El papeleo le llev¨® unos dos meses. Las mujeres suelen perder su apellido al casarse. La tendencia actual es la practicada por Amanda. Ambas opciones suelen dar problemas cuando la pareja se divorcia. El proceso de recuperaci¨®n de identidad es largu¨ªsimo, y en este caso, adem¨¢s, doloroso. Los estadounidenses no entienden que la mujer mantenga su apellido. Para ellos, en el caso de tener hijos, es una incomodidad y "nada seguro", relata una profesora. "?C¨®mo s¨¦ yo que a quien le entrego el ni?o es la madre si el apellido no es el mismo que el del peque?o?".-Y. MONGE
- Portugal. Primero, el de la madre y despu¨¦s, el paterno. Pero en la pr¨¢ctica la primac¨ªa real la tiene el padre. Eso vale para documentos oficiales, firmas, etc¨¦tera. Por ejemplo, Francisco Pinto Balsemao (ex primer ministro) es, en la pr¨¢ctica, Francisco Balsemao.-F. RELEA
- Jap¨®n. El apellido precede al nombre (Kan Naoto, y no Naoto Kan, es como se llama al actual primer ministro) y se emplea, salvo en casos de extrema cercan¨ªa, para dirigirse a alguien. En Jap¨®n solo se utiliza uno y la ley estipula que un ni?o recibe autom¨¢ticamente el que figura en el koseki (el registro de familia). Pueden inscribirse con el de la esposa o el del marido. Casi siempre, ella adopta el de ¨¦l (y por ende, su descendencia). En caso de divorcio, pueden recuperar su apellido de solteros y modificar el de los hijos. -A. S. BRAUN
- Reino Unido. La tradici¨®n, y no una ley, sigue dictando la primac¨ªa del apellido paterno. As¨ª registra a sus hijos el grueso de las familias y es el que suelen adoptar ellas al casarse. Muchas lo mantienen tras el divorcio. Previo acuerdo de la pareja, los beb¨¦s pueden recibir el materno o los de ambos (y en el orden que deseen), pero pocos lo hacen.-P. TUBELLA
- Sud¨¢frica. Por costumbre, prima el del padre. Por ley, desde 2001, el reci¨¦n nacido puede ser inscrito con el paterno, el materno o, de estar de acuerdo los progenitores, con ambos separados por un gui¨®n. Las casadas mantienen su apellido y pueden a?adir el de su marido. Los nacidos fuera del matrimonio se inscriben bajo el materno o bajo el paterno si ¨¦l est¨¢ de acuerdo. La legislaci¨®n permite que, en caso de que una madre soltera se case, el beb¨¦ asuma el apellido de su padrastro o cambiar el de los ni?os en caso de divorcio o muerte del padre.-L. CAMBRA
- Alemania. Los matrimonios pueden adoptar el apellido de la esposa o el del marido como "nombre de familia". El que elijan ser¨¢ el que lleven los hijos. Tambi¨¦n pueden conservar sus respectivos apellidos tras el matrimonio, en cuyo caso deber¨¢n determinar cu¨¢l de los dos recibir¨¢n los hijos que tengan en com¨²n.-J. G?MEZ
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