Zapatero advierte en Afganist¨¢n de que la misi¨®n ser¨¢ "ardua y llevar¨¢ tiempo"

Afganist¨¢n no es Irak ni tampoco Kosovo. Espa?a no estar¨¢ entre los primeros pa¨ªses que retiren sus tropas. Al contrario. Los soldados espa?oles permanecer¨¢n all¨ª "todo el tiempo que sea necesario". Sin prisas ni precipitaciones. ?se fue el mensaje que el jefe del Gobierno, Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, traslad¨® ayer al presidente afgano, Hamid Karzai, al comandante de las fuerzas de la OTAN en Afganist¨¢n, el general David Petraeus, y al gobernador de la provincia de Badghis, Delbar Jan Arman.

A los miembros del contingente espa?ol, formados en el patio de la nueva base Ruy Gonz¨¢lez de Clavijo, junto al aeropuerto de Qala-i-Naw, les dijo que "la tarea es ardua y va a exigir tiempo. Que nadie se enga?e", agreg¨®, "no estamos aqu¨ª para quedarnos, pero nuestro compromiso debe ser firme, hasta que los afganos puedan garantizar su propia seguridad".

"No estamos aqu¨ª para quedarnos, pero nuestro compromiso debe ser firme"

La firmeza exhibida por Zapatero contrasta con el clima de desbandada que empieza a extenderse entre los 47 pa¨ªses que aportan tropas a la Fuerza Internacional de Asistencia para la Seguridad (ISAF). A Holanda y Canad¨¢, los primeros que anunciaron su salida, se ha sumado Suecia, que retirar¨¢ sus fuerzas a partir de 2012, o Italia, pa¨ªs que comparte con Espa?a la base de apoyo avanzado de Herat, y que, tras la muerte de cuatro de sus militares el pasado 9 de octubre, ha indicado que a partir de 2012 limitar¨¢ su presencia a instructores para el Ej¨¦rcito afgano. Tambi¨¦n Francia y Alemania se han apresurado a anunciar que el a?o que viene entregar¨¢n a las autoridades afganas la responsabilidad de sus provincias.

Una cascada de anuncios unilaterales a menos de dos semanas de la cumbre de jefes de Estado y Gobierno de la OTAN, convocada el 19 y 20 de este mes en Lisboa (Portugal), donde debe fijarse la hoja de ruta para transferir progresivamente a los afganos el control de su propio pa¨ªs. Por el contrario, Zapatero minimiz¨® ayer el riesgo de deserciones y subray¨® que incluso la fecha de 2014, que Karzai se ha puesto como horizonte para asumir la seguridad de Afganist¨¢n, es solo "orientativa" y se aplicar¨¢ "de modo flexible", en funci¨®n de la evoluci¨®n sobre el terreno. Frente a quienes se muestran impacientes por traspasar su responsabilidad a manos de las autoridades locales, Zapatero reconoci¨® ayer que la provincia de Herat, bajo control italiano, podr¨ªa entregarse ya el a?o que viene, pero no as¨ª la de Badghis, de competencia espa?ola, en cuya reconstrucci¨®n Espa?a ha invertido 150 millones de euros, adem¨¢s de los 1.900 que lleva gastados en el despliegue militar. Un paso imprescindible para que los afganos puedan asumir la seguridad de esta provincia es la formaci¨®n de un batall¨®n del Ej¨¦rcito local, cuyos 500 miembros han recibido instrucci¨®n inicial en Kabul y en estos d¨ªas est¨¢n llegando a Qala-i-Naw, escoltados por militares espa?oles a trav¨¦s de una ruta de 1.200 kil¨®metros de carretera.

La de ayer es la segunda visita de Zapatero a Afganist¨¢n, tras la que hizo en diciembre de 2005. Entonces, Espa?a ten¨ªa poco m¨¢s de 500 militares desplegados y ahora superan los 1.500. El presidente aterriz¨® en Kabul a las 6,45 hora local, acompa?ado por las ministras de Defensa y Asuntos Exteriores, Carme Chac¨®n y Trinidad Jim¨¦nez. Tras depositar un ramo de flores en el monolito que recuerda a los 94 espa?oles que se han dejado la vida en esta misi¨®n desde su inicio en 2002, viaj¨® hasta Qala-i-Naw, en el oeste del pa¨ªs, en un avi¨®n de transporte H¨¦rcules C-130. Solo cuando pis¨® la base espa?ola se difundi¨® un viaje que por razones de seguridad se hab¨ªa llevado hasta entonces en secreto y que hubo que posponer 48 horas por el mal tiempo.

Zapatero no solo tuvo ocasi¨®n de charlar brevemente con los soldados en la cantina, sino que subi¨® a bordo de uno de los nuevos veh¨ªculos RG-31, cuyo blindaje salv¨® la vida el pasado domingo a los soldados espa?oles a los que explot¨® un artefacto improvisado.