La yihad contra los cristianos
Caldeos iraqu¨ªes y coptos egipcios reciben ultim¨¢tums de Al Qaeda
Los cristianos de Irak tienen las horas contadas. Dos d¨ªas, 48 horas, es el plazo que el Estado Isl¨¢mico de Irak, grupo pr¨®ximo a Al Qaeda, dio esta semana a la comunidad cristiana para abandonar el pa¨ªs. El ultim¨¢tum sobrevino tras el asalto por parte de radicales isl¨¢micos a una iglesia asiria en Bagdad, que el pasado domingo se sald¨® con m¨¢s de 60 muertos.
Los ataques islamistas pueden dar el tiro de gracia a una comunidad menguada desde 2003, tras la invasi¨®n del pa¨ªs y la ca¨ªda del r¨¦gimen de Sadam Husein: de los 1,5 millones de cristianos que hab¨ªa en Irak en 1990, solo quedan unos 400.000. En el vac¨ªo de poder que trajo la guerra, el islam rampante de Al Qaeda ha desatado la caza del cruzado, como muchos musulmanes llaman a los cristianos. Pero no solo sucede en Irak. Los cristianos coptos son blanco del desconocido Frente del Egipto Isl¨¢mico, que les ha prometido un ba?o de sangre. La ofensiva resulta tan inquietante que algunas personalidades musulmanas han alertado de la sangr¨ªa y del riesgo de erradicaci¨®n de las comunidades cristianas en la zona.
Un arzobispo insta a abandonar el pa¨ªs tras la muerte de 60 fieles en Bagdad
Las amenazas a los cristianos no reparan en clases ni dignidades. No hace mucho, un arzobispo cat¨®lico caldeo iraqu¨ª recibi¨® el siguiente mensaje: "Cristianos infieles, no ten¨¦is ning¨²n lugar entre los musulmanes piadosos en Irak. Nuestras espadas est¨¢n afiladas sobre vuestros cuellos. Es el ¨²ltimo aviso". Firmado: las milicias de Ansar al Islam (Defensores del Islam, otro grupo af¨ªn a Al Qaeda). Pero comerciantes, empresarios y mujeres que se niegan a cubrirse la cabeza, son tambi¨¦n objetivo de los radicales.
"Mi hermana y su marido tuvieron que irse de Basora con lo puesto. Ella se negaba a llevar velo y mi cu?ado ten¨ªa una discoteca en tiempos de Sadam", cuenta el caldeo Raad Salam, exiliado en 2003 en Espa?a. "Otros dos hermanos siguen en Basora. Pagan entre 200 y 300 d¨®lares [142 y 213 euros] al mes a una tribu chi¨ª, para que no les quemen sus negocios. A mi padre le incendiaron un restaurante y un bar en 2004", a?ade.
Los cristianos iraqu¨ªes se han replegado hacia el norte, donde el Gobierno regional del Kurdist¨¢n parece a¨²n capaz de proveerles de cierta seguridad. "Unas 11.000 familias de Bagdad y Basora se han refugiado all¨ª en los ¨²ltimos tres a?os, seg¨²n los datos de que dispongo. Pero en el Kurdist¨¢n tampoco hay garant¨ªas. En 2008 los radicales asesinaron al arzobispo caldeo Potros Rahu, pariente m¨ªo. El ataque a la iglesia de Bagdad no es un hecho aislado", recuerda Raad.
Crecen los refuegiados
En Irak, la huida de los cristianos reviste cifras astron¨®micas: pese a constituir solo el 3% de la poblaci¨®n, suponen entre el 25% y el 30% de los refugiados iraqu¨ªes en Siria, Jordania y L¨ªbano, seg¨²n ACNUR, organismo de la ONU para los refugiados, y Barnabas Fund, una ONG cristiana que asiste a minor¨ªas en peligro.
Para el sun¨ª Mohamed Sammak, asesor del primer ministro liban¨¦s, Saad Hariri, y presidente de la Comisi¨®n de Di¨¢logo Cristiano-Musulm¨¢n, la desaparici¨®n de los cristianos implicar¨ªa "un empobrecimiento para la sociedad y la cultura del pa¨ªs y de todo Oriente Medio, por extensi¨®n". Sammak particip¨® en octubre en Roma en un encuentro ecum¨¦nico en el que ayatol¨¢s iran¨ªes, cl¨¦rigos sun¨ªes y laicos de distintos credos alertaron de la persecuci¨®n contra las minor¨ªas de la zona, donde muchas viven desde hace m¨¢s de 2.000 a?os. "El ¨¦xodo de los cristianos empobrece la cultura ¨¢rabe y los musulmanes tenemos la obligaci¨®n de alentar su presencia en nuestros pa¨ªses", dice.
La impunidad de los radicales isl¨¢micos y la indefensi¨®n de los cristianos muestran por un lado las l¨ªneas de falla de la geopol¨ªtica regional, y en el caso concreto de Irak, la precaria relaci¨®n de fuerzas que mantienen los actores te¨®ricamente llamados a reconstruirlo. "Los cristianos no tienen sus propias milicias o fuerzas de seguridad, y la polic¨ªa iraqu¨ª no est¨¢ integrada", recuerda Mark Green, responsable de Barnabas Fund. "En la pr¨¢ctica, la Administraci¨®n comparte el poder real con l¨ªderes tribales, imanes y jeques, y la responsabilidad de proteger a los cristianos recae en sus iglesias". La te¨®rica seguridad que ofrece el norte apenas si logra enmascarar, seg¨²n Green, "una competici¨®n entre kurdos y sun¨ªes por la lealtad pol¨ªtica de los cristianos".
En Egipto no pintan mejor las cosas. En enero, seis coptos murieron en El Cairo en un tiroteo a las puertas de una iglesia de esa confesi¨®n. Hace dos semanas, el rumor de que en un templo cairota se reten¨ªa contra su voluntad a dos cristianas convertidas al islam, provoc¨® manifestaciones multitudinarias de musulmanes (y el sellado del lugar por las fuerzas de seguridad egipcias). La televisi¨®n catar¨ª Al Jazeera espole¨® la inquina con la noticia de que los cristianos egipcios est¨¢n haciendo acopio de armas para luchar junto a Israel en contra del islam.
En la actual coyuntura pol¨ªtica de Egipto, donde los cristianos suponen el 9% de la poblaci¨®n, la escalada de la tensi¨®n sectaria puede hacer de ellos un se?uelo azuzable a conveniencia. "Este mes se celebran elecciones a la C¨¢mara baja del Parlamento, y el a?o que viene habr¨¢ presidenciales", recuerda un cristiano cairota bajo la condici¨®n del anonimato. "Las autoridades egipcias pueden estar usando el radicalismo isl¨¢mico como medio para canalizar contra los cristianos el creciente descontento social por el aumento de la inflaci¨®n. Temen una nueva revuelta del pan".
En la rep¨²blica isl¨¢mica de Pakist¨¢n (2% de cristianos), donde se mezclan en un c¨®ctel explosivo los talibanes (estudiantes de teolog¨ªa) de las madrasas y la insurgencia ligada a Al Qaeda, "los cristianos somos ciudadanos de tercera en todos los ¨¢mbitos", afirma Nazir Bhatti, presidente del partido Congreso Cristiano de Pakist¨¢n. "No hay representaci¨®n proporcional en el Parlamento y contamos con el mismo n¨²mero de esca?os, cuatro, que en 1947, tras la independencia. Pero entonces hab¨ªa solo 47 esca?os, y hoy son 365. Tras la declaraci¨®n de la shar¨ªa [ley isl¨¢mica] en 1977 por el general Zia ul Haq, estamos sometidos adem¨¢s a la ordenanza Hadood, que puede llevarnos ante un juez en cualquier momento por presuntas blasfemias", dice.
"No se trata solo de la shar¨ªa, hay mil y una formas de discriminaci¨®n: en la burocracia, educaci¨®n, empleo, promoci¨®n social, presencia en la vida p¨²blica, medios de comunicaci¨®n...", recuerda Mark Green. No todos los pa¨ªses ¨¢rabes son como L¨ªbano, donde los cristianos han mantenido una hegemon¨ªa demogr¨¢fica ?tambi¨¦n econ¨®mica y pol¨ªtica? durante d¨¦cadas. En otros "hay paradojas: Siria, que es un Estado autoritario, trata bien a sus minor¨ªas religiosas, y sin embargo Jordania, en teor¨ªa m¨¢s tolerante, registra casos de discriminaci¨®n".
A este ritmo, seg¨²n los expertos, los poco m¨¢s de 11 millones de cristianos de Oriente Medio habr¨¢n perdido en una d¨¦cada ?dos, a lo sumo? su vitalidad cultural y su significado pol¨ªtico. Para los descendientes de los cruzados ha empezado ya el tiempo de descuento.
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