Machismos vigentes

No creo que se tenga duda alguna de que la mujer y el hombre no han sido iguales en derechos y obligaciones y de que, hist¨®ricamente, la mujer ha sido y ha estado colocada en situaci¨®n de desigualdad respecto del var¨®n. Pienso que tampoco las habr¨¢ sobre el que esta situaci¨®n de inferioridad ha sido bendecida por los sectores m¨¢s ultraconservadores de la Iglesia y por la derecha que predicaba el nacionalcatolicismo. Esta situaci¨®n de inferioridad ha sido y ha estado incorporada con naturalidad a la vida social espa?ola, quedando plasmada en sus leyes con criterios de justificaci¨®n con el pretexto de valores superiores. Ejemplos hay. Y muchos. El refranero espa?ol refrenda estas afirmaciones. Ah¨ª quedan estas perlas: "la mujer y la cabra la soga larga" o aquel otro de "mujer at¨¦ngase al huso, y no al uso". Expresiones machistas que ten¨ªan por objeto, como f¨¢cilmente se desprende de su lectura, destacar la posesi¨®n del hombre sobre la mujer y su permanencia en el hogar, como se expresa con las frases de "soga larga" o "que se dedique al huso". Y no ha sido ¨²nicamente el refranero espa?ol. En las leyes espa?olas de mediados del pasado siglo se justificaba esta subordinaci¨®n con argumentos tales como: "Habr¨¢ casos aislados en los que la mujer sea lo suficientemente activa e inteligente que pueda conseguir, ella sola, criar a los hijos, pero lo natural es que lo haga junto con el var¨®n". Es m¨¢s, se llegaba a decir que cuando el var¨®n ingresara un salario suficiente para cubrir las necesidades familiares: "Habr¨¢ que prohibir el trabajo de la mujer casada en el taller o la f¨¢brica, tolerando el que realicen a domicilio o en r¨¦gimen de artesanado". Y as¨ª pod¨ªamos seguir hasta leyes muy recientes en las que la mujer no pod¨ªa tomar dinero a pr¨¦stamo y requer¨ªa el permiso de su marido para realizar actos de disposici¨®n o simplemente aceptar la herencia de sus padres.

Es verdad que esta situaci¨®n de desigualdad hist¨®rica formalmente se acaba con la Constituci¨®n, pues su art¨ªculo 14 proh¨ªbe cualquier discriminaci¨®n por raz¨®n de sexo. No obstante, aun cuando constitucionalmente hay un antes y un despu¨¦s, esta situaci¨®n de subordinaci¨®n de la mujer al hombre se sigue intentando perpetuar. Pueden incluirse aqu¨ª determinados clubes sociales en los que la mujer tiene un trato diferenciado (l¨¦ase discriminatorio); hermandades exclusivamente para hombres, como ocurre en Sevilla o el hecho de que, hasta fechas recientes, las mujeres tuvieran prohibido el acceso a las academias militares. Todo este panorama no es sino el intento de seguir manteniendo diferenciaciones en la vida p¨²blica y la pr¨¢ctica social en contra de la dignidad de la mujer.

Indudablemente que han existido contramedidas para hacer eficaz el mandato constitucional, como el sistema paritario en los ¨¢mbitos p¨²blico y pol¨ªtico. Unas contramedidas que nunca han sido bien vistas por la derecha. Mariano Rajoy, sin ir m¨¢s lejos, en la entrevista recientemente publicada en este diario dec¨ªa que no se compromet¨ªa a esta pol¨ªtica de igualdad. Una falta de compromiso que hay que vincularla, para su adecuada valoraci¨®n, con las manifestaciones realizadas por esta derecha en torno a la reforma del Registro Civil. Una reforma por la que ser¨¢ posible que los padres decidan el orden de los apellidos de sus hijos. Es una medida que coloca -ya era hora- a ambos progenitores en condiciones de igualdad respecto de sus hijos. Decir, como se ha dicho desde el PP, que estas medidas se han puesto en marcha para ocultar la crisis econ¨®mica, es algo que descalifica a quien lo hace. Este tipo de afirmaciones busca cubrir con una capa de inmoralidad los actos de un Gobierno que, seg¨²n los populares dedican sus esfuerzos a ni tapar la grav¨ªsima situaci¨®n que conocemos y padecemos todos los ciudadanos. Y, lo que es peor, se intenta con este pretexto mantener la situaci¨®n de superioridad del hombre sobre la mujer. Es decir, que el PP usa la crisis como excusa para mantener sus viejos prejuicios ideol¨®gicos contra la igualdad real entre hombres y mujeres.