M¨¢s formadas, pero con peores empleos
Las mujeres son el 55% del alumnado en la Universidad - Avanzan en el mercado laboral, aunque los obst¨¢culos sociales frenan su ascenso
Gemma Mateu y Mar¨ªa Jes¨²s L¨®pez son las dos caras de la moneda de la presencia femenina en la Universidad espa?ola. Gemma va a clase en la Facultad de Medicina de la Universidad de Barcelona. Acaba de terminar la carrera y se prepara para el examen de m¨¦dico interno residente (MIR). "En mi clase, el 75% somos chicas. Cuando empec¨¦ hab¨ªa clases donde los chicos apenas eran el 10% o el 15%". Mar¨ªa Jes¨²s est¨¢ en tercero de Ingenier¨ªa Industrial en la Polit¨¦cnica de Catalu?a. "Somos pocas chicas. Entre el 10% y el 30%. Depende de las clases". Gemma, como Laura Raguer, que acaba de empezar Medicina, sabe que ejercer¨¢ una profesi¨®n donde las mujeres han aumentado pero no llegan a la mitad. Mar¨ªa Jes¨²s, en cambio, ser¨¢ ingeniera en un colectivo donde los hombres son una mayor¨ªa abrumadora.
Trabaja el 52% de las mujeres, cuando hace 20 a?os lo hac¨ªa el 34%
Solo el 14% son catedr¨¢ticas y el 36% titulares, pese a ser mayor¨ªa en las aulas
El 45% de los m¨¦dicos y el 31% de los economistas son mujeres
El 80% de las tareas familiares recaen sobre la mujer, dice una experta
De la Rica: "La diferencia empieza cuando aparecen las cargas familiares"
El trabajo a tiempo parcial se ha doblado en solo una d¨¦cada
Hubo un tiempo no tan lejano en el que pocas mujeres llegaban a la Universidad. Los hombres fueron mayor¨ªa hasta hace 25 a?os. A partir de 1986 eso cambi¨®. Las mujeres adelantaron a los hombres y pasaron a ser el 50,1%. Desde entonces su presencia en las aulas no ha parado de crecer y hoy rozan el 55%, seg¨²n cifras del Ministerio de Educaci¨®n. Pero el sorpasso femenino en las aulas no se corresponde con su presencia en el mercado laboral y, menos a¨²n, en puestos directivos.
Hay estudios que est¨¢n completamente feminizados. Las mujeres dominan las aulas en las ramas de Ciencias Sociales y Jur¨ªdicas -desde Econom¨ªa y Sociolog¨ªa o Derecho, con el 62,9%; Humanidades (62,2%) y Ciencias de la Salud (74,1%). Son minor¨ªa, en cambio, en otros ¨¢mbitos como las ense?anzas t¨¦cnicas (27,4%), que van de ingenier¨ªa a inform¨¢tica. Tambi¨¦n tienen las mujeres mayor rendimiento acad¨¦mico. El 60,9% de los graduados de primer y segundo ciclo del ¨²ltimo a?o contabilizado, 2008, fueron mujeres.
Poco a poco, gota a gota, la feminizaci¨®n de las aulas est¨¢ llegando a las profesiones. En los colegios de m¨¦dicos hay casi 99.000 colegiadas, el 45,1% del total. Hace 20 a?os eran menos de un tercio y hace 30 a?os un min¨²sculo 8,5%, seg¨²n el Consejo de Colegios de M¨¦dicos.
Es espectacular el aumento de mujeres economistas. En 1982 solo eran 1.621 colegiadas, el 12%. Hoy hay 13.950, el 31% del total, seg¨²n el Consejo de Colegios de Economistas de Espa?a. En los Colegios de Doctores y Licenciados en Filosof¨ªa y Ciencias la colegiaci¨®n femenina es alt¨ªsima: del 62,1% de La Rioja al 83,2% de Galicia, seg¨²n el Consejo de Doctores y Licenciados.
El avance femenino es menor en algunas carreras consideradas m¨¢s t¨¦cnicas. En Ingenier¨ªa Industrial, el porcentaje de mujeres es un esmirriado 13,4%, seg¨²n el Consejo de Colegios Oficiales de Ingenieros Industriales. En las ramas de Ciencias, Matem¨¢ticas e Inform¨¢tica la proporci¨®n de mujeres estudiantes ha bajado, seg¨²n datos del Instituto Nacional de Estad¨ªstica (INE) y de la oficina estad¨ªstica europea Eurostat, con cifras similares pero no coincidentes. En 2008, las alumnas de Ciencias, Matem¨¢ticas e Ingenier¨ªa han retrocedido al 33,7% del total cuando una d¨¦cada atr¨¢s rozaban el 40%.
Pero acabados los estudios existen discriminaciones, limitaciones y barreras para ellas. La discriminaci¨®n empieza a veces en la propia Universidad, al dejar de ser estudiantes. Si las mujeres son mayor¨ªa de alumnas en la Universidad desde hace 25 a?os, solo representan, en cambio, el 35,7% de los profesores. ?nicamente el 14,3% son catedr¨¢ticas y las profesoras titulares apenas son el 36,6% del total, seg¨²n el Ministerio de Igualdad. Entre los profesores asociados el peso femenino es el 33,9%.
?Qu¨¦ pasa fuera de la Universidad, en el mercado laboral? ?Se est¨¢ trasladando la feminizaci¨®n de las aulas a las profesiones? La respuesta es s¨ª, pero poco a poco y con dificultades. Nadie se atreve a predecir c¨®mo ser¨¢ el mercado laboral dentro de una d¨¦cada, hasta d¨®nde crecer¨¢ la presencia de mujeres. Pero expertos consultados coinciden en que sigue habiendo trabas laborales para ellas que deber¨ªan disiparse. Hoy por hoy, pocas mandan en la empresa y en la Administraci¨®n y pocas tienen cargos de perfil directivo.
"Cada vez trabajan fuera de casa m¨¢s mujeres y m¨¢s hombres tienen mujeres que trabajan. Eso est¨¢ teniendo consecuencias: un descenso de la natalidad y m¨¢s trabajo a tiempo parcial y flexible porque ellas siguen compatibilizando el trabajo dentro y fuera de casa", afirma Sandalio G¨®mez, profesor de IESE y experto en mercado laboral. "Es una l¨¢stima que algunas mujeres se vean forzadas a dejar sus empleos o a cambiarlos por otros que sean compatibles con su vida familiar. Las empresas deben ver la manera de mantener a las mujeres valiosas, porque si no se ir¨¢n", dice G¨®mez.
Las mujeres tienen m¨¢s formaci¨®n que los hombres. Hay m¨¢s mujeres que hombres con formaci¨®n universitaria en Espa?a, desde 2001. Ellas son en un 17,9% universitarias y ellos, en un 15,8%. Lo llamativo es que hace 30 a?os era al rev¨¦s: el 6,4% de los hombres ten¨ªan estudios universitarios, por solo el 4,1% de las mujeres, seg¨²n datos recopilados por el catedr¨¢tico de la Universidad Pablo de Olavide e investigador del Instituto Valenciano de Investigaciones Econ¨®micas (IVIE) Antonio Villar. Hay, adem¨¢s, tantas mujeres como hombres con estudios por encima de los obligatorios, o sea, m¨¢s all¨¢ de Secundaria: 43,7%, ellas; 44,8%, ellos, cuando los hombres eran mayor¨ªa abrumadora hace unos a?os.
Pero la mayor formaci¨®n no basta a veces para lograr un empleo acorde. "Si miramos la encuesta de poblaci¨®n activa (EPA) vemos que dos tercios de las mujeres que logran trabajo tienen formaci¨®n de estudios medios o universitarios y, en cambio, dos tercios de los hombres tienen estudios de Primaria hasta ESO. En cambio, los hombres suelen encontrar empleos m¨¢s cualificados. A las mujeres se tiende a discriminarlas y a no promocionarles y muchas tienen una sobrecualificaci¨®n para el puesto que ocupan", asegura Cecilia Casta?o, catedr¨¢tica de Econom¨ªa de la Universidad Complutense de Madrid, especializada en investigaciones sobre g¨¦nero y sociedad de la informaci¨®n.
Las reuniones a horas tard¨ªas y los horarios prolongados pueden perjudicar, cuando no apartar, a la mujer de algunos empleos. "Las verdaderas diferencias profesionales entre hombres y mujeres comienzan cuando aparecen las cargas familiares", afirma Sara de la Rica, economista que dirige la c¨¢tedra Fuentes Quintana de la Fundaci¨®n de Estudios de Econom¨ªa Aplicada (Fedea). "Muchas abandonan el mercado laboral y otras tratan de acomodar su vida laboral hacia trabajos de menor cualificaci¨®n pero con condiciones m¨¢s favorables a la conciliaci¨®n entre vida familiar y laboral", a?ade De la Rica. "Si la mujer gana peso en las decisiones empresariales, la sensibilizaci¨®n de la sociedad hacia la conciliaci¨®n ser¨¢ mucho mayor, y en consecuencia, se producir¨¢n cambios en esa direcci¨®n m¨¢s r¨¢pidamente", a?ade esta experta.
Mar¨ªa Jes¨²s Pareja, licenciada en Derecho, forma parte de una generaci¨®n de mujeres que han tenido que compaginar el trabajo fuera y dentro de casa. Con tres hijos y 44 a?os, es socia de una empresa de consultor¨ªa en recursos humanos y miembro de la Federaci¨®n Espa?ola de Mujeres Directivas, Ejecutivas, Profesionales y Empresarias (Fedepe). Antes trabaj¨® por cuenta ajena. "Conciliar no es f¨¢cil. Las responsabilidades de casa no suelen ser compartidas por los hombres. Hay que tener una gran planificaci¨®n del tiempo y algunas empresas no ayudan. Valoran la presencia f¨ªsica cuando lo importante son los resultados. Afortunadamente, eso va cambiando poco a poco porque con las nuevas tecnolog¨ªas muchas veces se puede trabajar de forma m¨¢s flexible", dice.
Antonio Villar asegura que la mayor formaci¨®n de las mujeres les da un plus, pero solo te¨®rico. Para Villar, el cambio de modelo econ¨®mico, basado en la innovaci¨®n y en la mayor formaci¨®n, podr¨ªa favorecerles porque tienen m¨¢s formaci¨®n, pero "el mantenimiento del sistema dicot¨®mico de mercado laboral, que protege mucho a los trabajadores fijos (mayores) y deja bastante desamparados a los temporales (j¨®venes), constituye un mecanismo de discriminaci¨®n contra la mujer, dado que las generaciones j¨®venes son las que tienen m¨¢s mujeres participando en el mercado laboral y con mejor formaci¨®n", a?ade Villar.
Cada vez trabajan fuera de casa m¨¢s mujeres. La distancia con los hombres se ha acortado mucho. La tasa de actividad femenina -el porcentaje de mujeres activas respecto a las que tienen edad de trabajar- es del 52% y para los hombres el 68%, seg¨²n la encuesta de poblaci¨®n activa (EPA) del tercer trimestre de este a?o. Esta brecha, de 16 puntos, era de casi el doble hace 10 a?os.
Para De la Rica, el mayor peso femenino en el mundo laboral "deber¨ªa llevar a m¨¢s flexibilidad en el trabajo -entrada y salida, teletrabajo-, que har¨¢n menos dif¨ªcil a la mujer la conciliaci¨®n". "Estos cambios", a?ade la economista, "tambi¨¦n fomentar¨ªan que los hombres se decidieran a compartir m¨¢s las tareas familiares, lo cual es otro paso pendiente a dar porque hasta ahora el 80% de las tareas familiares recaen sobre la mujer, independientemente de su situaci¨®n laboral".
Los cambios se est¨¢n notando con la mayor presencia de la mujer. Por ejemplo, el trabajo a tiempo parcial se ha doblado en Espa?a en una d¨¦cada. El 13,2% de los ocupados lo hacen a tiempo parcial, pero el 77,6% son mujeres, seg¨²n el informe Mujeres y hombres en Espa?a 2010 del desaparecido Ministerio de Igualdad. Pero el trabajo a tiempo parcial suele darse por necesidad familiar. Por ejemplo, para cuidar menores o personas incapacitadas, y por las obligaciones familiaresen el caso de las mujeres, cosa que no ocurre con los hombres, dice el mismo informe de Igualdad.
"Es cierto que cada vez trabajan m¨¢s mujeres, pero hay que avanzar m¨¢s", dice Isabel Mart¨ªnez, hasta hace unos d¨ªas secretaria general de Pol¨ªticas de Igualdad del extinto Ministerio de Igualdad. "Las empresas se est¨¢n implicando. El 40% de las que tienen m¨¢s de 250 empleados tienen planes de igualdad y hay medio millar que han solicitado tener el sello de igualdad", afirma Mart¨ªnez. La Administraci¨®n ultima un informe de resultados para final de a?o, pero avanza que las mujeres son el 9% de las consejeras de empresas que cotizan en Bolsa, cuando hace cinco a?os eran el 3%, y est¨¢n copando las direcciones de recursos humanos de las empresas, recalca Isabel Mart¨ªnez. El menor salario es otra asignatura pendiente. Lo atestigua el informe Gender Brief de la OCDE, que dice que ganan de media un 17,6% menos que los hombres en Europa. Las espa?olas est¨¢n en esa media, aunque peor est¨¢n Corea, Jap¨®n y Alemania, con m¨¢s diferencia de sueldos a favor de los hombres.
Carmen Bravo, secretaria de la Mujer de CC OO, recalca: "La diferencia salarial sigue siendo importante. Las ¨²ltimas estad¨ªsticas oficiales no son comparables porque incluyen a las mujeres empleadas en el sector p¨²blico, cosa que antes no ocurr¨ªa". Y la dirigente sindical remacha: "Las mujeres tienen m¨¢s formaci¨®n, pero los problemas de desigualdad siguen porque no se ha resuelto la responsabilidad de los hombres, que no se incorporan al trabajo de la casa".
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