Y la Justicia levant¨® alfombras

La parte m¨¢s fea de la pol¨ªtica, la corrupci¨®n, ha llegado a los dos grandes partidos catalanes, CiU y el PSC, poniendo fin al mantra que rezaba que "en Catalu?a no hay corrupci¨®n urban¨ªstica". En apenas tres meses, el a?o pasado se sucedieron dos casos que hicieron mella donde m¨¢s dol¨ªa a cada una de esas formaciones. El caso Palau traslad¨® a los juzgados las presuntas comisiones por obra p¨²blica que presuntamente requirieron los Gobiernos de Jordi Pujol a la constructora Ferrovial y resucit¨® el fantasma del 3%, que parec¨ªa estar enterrado desde que lo ment¨® el ex presidente Pasqual Maragall. La Operaci¨®n Pretoria, que puso en marcha el juez Baltasar Garz¨®n, se llev¨® por delante al ex alcalde de Santa Coloma de Gramenet, Bartomeu Mu?oz, uno de los ediles m¨¢s populares y con m¨¢s tir¨®n del cintur¨®n rojo de Barcelona, adem¨¢s de dejar imputados a una veintena de cargos p¨²blicos y empresarios.

Los nacionalistas defendieron a los suyos, mientras que Montilla pidi¨® perd¨®n

Los casos del Palau de la M¨²sica y Santa Coloma de Gramenet se han convertido, por su dimensi¨®n, en los epicentros de la corrupci¨®n en Catalu?a. La primera causa toc¨® de lleno a una de las instituciones y uno de los apellidos m¨¢s ilustres del catalanismo, el de F¨¨lix Millet, instalado en las principales entidades y consejos de administraci¨®n catalanes, y homenajeado hasta la saciedad en los ¨²ltimos a?os. Lo que empez¨® siendo, sin embargo, un caso de presunto expolio del Palau para el enriquecimiento personal de Millet ha acabado por acorralar a Converg¨¨ncia por el presunto cobro de comisiones procedentes de la constructora Ferrovial con Millet como intermediario.

La Oficina Antifraude de Catalu?a y los peritos de Hacienda emitieron sendos informes en los que apreciaron "indicios" de que el dinero de Ferrovial, disfrazado de patrocinio al Palau, iba a CDC por varias v¨ªas: de forma directa a trav¨¦s de sus tesoreros, mediante la Fundaci¨®n Trias Fargas -hoy denominada Catdem- y usando a empresas de mercadotecnia electoral que facturaban cantidades al Palau por trabajos que presuntamente nunca realizaron. Y tambi¨¦n concluyeron que esos pagos correspond¨ªan a supuestas comisiones por grandes obras, como las de la l¨ªnea 9 del metro y la Ciudad de la Justicia. A ra¨ªz de esos informes, la Fiscal¨ªa de Barcelona ha pedido al juez instructor que impute al tesorero de CDC, Daniel Os¨¤car. El ministerio p¨²blico ha pedido encausar, adem¨¢s, al secretario de Inmigraci¨®n del partido, ?ngel Colom, quien admiti¨® haber cobrado de Millet 75.126,51 euros.

El PSC tambi¨¦n se ha visto salpicado por el caso por la pol¨¦mica operaci¨®n que ten¨ªa como fin construir un hotel junto al Palau de la M¨²sica, por la que el ex secretario general de Presidencia y concejal de Urbanismo del Ayuntamiento de Barcelona, Ram¨®n Garc¨ªa-Bragado, ha sido imputado por el juez.

Si el emblem¨¢tico inmueble modernista era la imagen de la corrupci¨®n en la capital catalana, en Santa Coloma de Gramenet lo era Cubics, un edificio todav¨ªa en construcci¨®n que simbolizaba un salto adelanto para una ciudad gobernada con mayor¨ªa absoluta por el PSC. A ra¨ªz de esa operaci¨®n iniciada por Garz¨®n fueron arrestados el alcalde de la ciudad, Bartomeu Mu?oz; su concejal de Urbanismo, Manuel Dobarco; el ex diputado Luis Garc¨ªa S¨¢ez, Luigi, y los ex altos cargos de Pujol Maci¨¤ Alavedra y Llu¨ªs Prenafeta. Un a?o despu¨¦s, una veintena de empresarios y cargos p¨²blicos est¨¢n imputados y la investigaci¨®n ha arrojado multitud de informes que proporcionan abundantes pruebas de irregularidades administrativas que podr¨ªan constituir varios delitos: tr¨¢fico de influencias, blanqueo de capitales o cohecho.

Tras el esc¨¢ndalo de Pretoria, el PSC lanz¨® un plan contra la corrupci¨®n para frenar el desgaste que supuso el caso para el tripartito y la desafecci¨®n ciudadana. El l¨ªder del partido, Jos¨¦ Montilla, incluso sali¨® a pedir perd¨®n a los ciudadanos y admiti¨® el da?o que la trama hab¨ªa hecho a sus siglas. Los imputados fueron expulsados del partido y Garc¨ªa-Bragado fue apartado de su cargo. Converg¨¨ncia, en cambio, defendi¨® la inocencia de Prenafeta y Alavedra, que se dieron de baja del partido, hizo lo mismo con Os¨¤car y atribuy¨® el caso Palau a una conspiraci¨®n para dejarles fuera del acceso a la Generalitat.