La Barcelona del fin del mundo
Marc Pastor, escritor y polic¨ªa cient¨ªfico de los Mossos, se inventa una ciudad terror¨ªfica en 'El a?o de la plaga'
En la p¨¢gina 214, cap¨ªtulo 21, de El a?o de la plaga, tercera novela de Marc Pastor, empieza la larga noche del apocalipsis en Barcelona. En la morgue de Vall d'Hebron aparecen cad¨¢veres duplicados; en otras zonas del hospital se amontonan viejos, enfermos, beb¨¦s, mujeres embarazadas, personas que no pueden ser replicadas. Su destino es el exterminio. Los que s¨ª se duplican se convierten en vegetales soci¨®patas.
Llegan noticias confusas de todo el mundo, conflictos, amenaza de guerra nuclear, parece que la gripe nueva est¨¢ mutando, dejan de funcionar los m¨®viles. P¨¢nico y caos en toda la ciudad. V¨ªctor Negro, el protagonista, trabajador social de asistencia domiciliaria, vive una pesadilla: "Soy yo, intentando asesinarme".
La novela combina terror, ciencia-ficci¨®n y "aventura urbana"
"Me apetec¨ªa escribir de mi generaci¨®n, de lo que he le¨ªdo, he o¨ªdo y he visto"
Pastor se inventa una Barcelona del fin del mundo. El juego de que a partir de la p¨¢gina 214 todas lleven la misma numeraci¨®n y que todos los cap¨ªtulos sean el 21 no es gratuito. "Hasta ese momento V¨ªctor narra la vida cotidiana, la Barcelona del bochorno insoportable de agosto, pero sucede un hecho extremo y el presente queda anclado en ese punto. Quer¨ªa crear una Barcelona terror¨ªfica, que los lectores dudasen incluso del protagonista".
Pero, antes de la p¨¢gina 214 de El a?o de la plaga (RBA y La Magrana en catal¨¢n), Pastor va dando pistas de que algo horrible va a suceder. V¨ªctor se da cuenta de que sus usuarios muestran comportamientos extra?os, le dicen que las personas pr¨®ximas a ellos han cambiado. Alguno se suicida, otros mueren. Todos ten¨ªan en sus casas un bons¨¢i de eucaliptus.
?Terror o ciencia-ficci¨®n? "Una combinaci¨®n de ambos y de aventura urbana. La referencia m¨¢s importante es la pel¨ªcula La invasi¨®n de los ultracuerpos. Su director, Philip Kaufman, me ha estado apuntando con su dedo desde el salvapantallas. Empec¨¦ a trabajar en El a?o de la plaga cuando surgi¨® la amenaza de la gripe aviar, pero la realidad me oblig¨® a modificar la historia cuando apareci¨® la gripe nueva y se vivi¨® una paranoia global. Decid¨ª incluirla, para decir que fue una farsa".
Marc Pastor (Barcelona, 1977) quer¨ªa ser periodista pero al final opt¨® por estudiar criminolog¨ªa y se diplom¨®. Trabaja en la polic¨ªa cient¨ªfica de los Mossos d'Esquadra. "Escribo por la ma?ana, trabajo por la tarde y tengo pesadillas por la noche", bromea.
El a?o de la plaga es, adem¨¢s, una novela sobre la Barcelona de ahora mismo. De la tranquilizadora cuadr¨ªcula del Eixample hasta Nou Barris en continua metamorfosis, donde Gaud¨ª no "construy¨® ning¨²n templo de postal" o El Carmel. Es, sobre todo, una novela generacional: mucho cine, mucha m¨²sica, libros, televisi¨®n... hasta el punto de que al final del libro ha incluido un ap¨¦ndice con los t¨ªtulos, autores, canciones y serias preferidas "de V¨ªctor Negro", asegura, pero que en buena parte son los suyos.
"Me apetec¨ªa escribir de mi generaci¨®n, de qui¨¦n soy yo, de lo que he le¨ªdo, he escuchado y he visto. No quiero sentar c¨¢tedra, pero somos la generaci¨®n de los ochenta con referentes muy comunes. Llegamos despu¨¦s de la crisis de los setenta, fuimos sobreprotegidos, crecimos en la bonanza, ahora volvemos a la crisis y pensamos en el para¨ªso perdido de la infancia".
El a?o de la plaga "cierra una especie de trilog¨ªa" sobre historias que le fascinaron. La primera, Montecristo, es "un thriller de aventuras sobre nazis y republicanos que huyen de Mauthausen". La mala mujer, que gan¨® el primer premio Crims de Tinta, lleva a la ficci¨®n un personaje real, Enriqueta Mart¨ª, la vampira de la calle de Ponent, asesina en serie a principios de siglo. "Es un thriller psicol¨®gico en el que la narradora es la muerte. Cuando la escrib¨ª estaba investigando el caso de la asesina de ancianas. Cuando detuvimos a Remei, su perfil me ayud¨® a recrear la personalidad de Enriqueta. Con El a?o de la plaga rindo cuentas con mi pasado cinematogr¨¢fico".
"No creo en los happy ends, pero s¨ª en la esperanza. Por eso, en La mala mujer, la muerte tiende una mano al polic¨ªa" y, por eso, en El a?o de la plaga, uno de los personajes dice: "Por muy negra que sea la noche, hay un momento en que se hace de d¨ªa".
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