La cumbre de Lisboa invitar¨¢ a Mosc¨² a participar en el nuevo escudo antimisiles

El tono de las relaciones de Rusia con la OTAN va a la par de la relaci¨®n bilateral entre Washington y Mosc¨². La Alianza conf¨ªa en que el sobresalto del frenazo a la ratificaci¨®n del nuevo tratado para limitar las armas estrat¨¦gicas (START) no afecte al deseo del presidente Dmitri Medv¨¦dev de establecer una relaci¨®n de nuevo cu?o con la OTAN, como ya ha hecho con EE UU. De la cumbre de Lisboa saldr¨¢n proyectos comunes y una invitaci¨®n a Mosc¨² a participar en el escudo antimisiles del que se van a dotar los aliados. Medv¨¦dev acude a escuchar la oferta para estudiar m¨¢s tarde en detalle el hipot¨¦tico encaje ruso. "Est¨¢ empezando una nueva relaci¨®n entre la OTAN y Rusia", dice el secretario general aliado, Anders Fogh Rasmussen.

"Lo que queremos es establecer una relaci¨®n m¨¢s productiva y previsible, alejada de los vaivenes del pasado", comenta una fuente de la Alianza. Una bater¨ªa de detalles y acuerdos de colaboraci¨®n en diversos campos, incluido Afganist¨¢n, culminar¨¢ con la invitaci¨®n a participar en el escudo antimisiles. "Medv¨¦dev quiere ver los detalles del escudo, pero la verdad es que ni siquiera nosotros los conocemos", reconoce la misma fuente.

Mosc¨² quiere conocer el calendario de puesta en marcha, las caracter¨ªsticas t¨¦cnicas, c¨®mo se podr¨ªa vincular el escudo aliado al que tiene Rusia, entre otras cuestiones. "Preguntas leg¨ªtimas", se?ala una fuente estadounidense para la que "el gran cambio de Rusia ha sido pasar del profundo escepticismo, de considerar el escudo como una mala idea, a decir que tienen preguntas que hacer. Vamos a responderlas".

Los recelos del pasado emanaban de la indefinici¨®n de frente a qui¨¦n se erig¨ªa el escudo. La OTAN lo crear¨¢ para defender todo el territorio y la poblaci¨®n de Europa de los misiles bal¨ªsticos con que cuentan o est¨¢n camino de hacerlo una treintena de pa¨ªses. Hasta hace poco se hab¨ªan hecho expl¨ªcitas referencias a Ir¨¢n, pero ese nombre no figurar¨¢ en el nuevo concepto estrat¨¦gico, entre otras razones porque en un mundo en flujo constante es imposible determinar d¨®nde estar¨¢ dentro de 10 a?os lo que hoy se considera una amenaza.

Preguntado sobre si tampoco se identificar¨¢ a los que no son objetivos del escudo, Rasmussen respondi¨®: "La respuesta est¨¢ en la decisi¨®n de invitar a Rusia a participar en la discusi¨®n de c¨®mo va a funcionar".

"Su participaci¨®n nos beneficiar¨¢ a todos porque as¨ª el sistema ser¨¢ m¨¢s eficiente econ¨®mica y pol¨ªticamente al quedar probado que no va dirigido contra Rusia", insiste Rasmussen. "Est¨¢ empezando una nueva relaci¨®n entre la OTAN y Rusia y entre Rusia y Occidente. Ello contribuir¨¢ a la modernizaci¨®n de la sociedad rusa en que se ha embarcado Medv¨¦dev. Y, en consecuencia, a una mejora en el entorno de seguridad de la zona euroatl¨¢ntica".