Irlanda se resigna a la ayuda externa
Admite que los bancos precisan apoyo, mientras crece la hostilidad contra la cesi¨®n de soberan¨ªa y el empe?o en mantener las ventajas fiscales
A pesar de la resistencia planteada de los ¨²ltimos d¨ªas, y de un nacionalismo que percibe la ayuda exterior como cesi¨®n de la propia soberan¨ªa, los gestores pol¨ªticos y econ¨®micos de Irlanda parec¨ªan ayer resignados a convertirse en el segundo pa¨ªs de la eurozona rescatado de la crisis en lo que va de a?o, despu¨¦s de Grecia.
La Rep¨²blica necesita "un pr¨¦stamo muy importante de decenas de miles de euros" para socorrer a su debilitado sector financiero, admiti¨® el gobernador del banco central irland¨¦s, Patrick Honohan, coincidiendo con la llegada a Dubl¨ªn de una misi¨®n negociadora de la Comisi¨®n Europea, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional. El ministro de Finanzas, Brian Lenihan, admiti¨® tambi¨¦n la necesidad de una "ayuda externa" para los bancos. "No podemos funcionar si no funciona nuestro sistema financiero", argument¨®.
"Necesitamos un pr¨¦stamo de decenas de miles de euros", dice el supervisor
Muchas grandes empresas han retirado dep¨®sitos de las entidades
Las palabras del responsable del banco emisor ofrec¨ªan escaso margen de maniobra al taoiseach (primer ministro irland¨¦s), Brian Cowen, atrapado entre la presi¨®n internacional y la hostilidad del frente interno.
Bautizada en su d¨ªa como el Tigre Celta por su crecimiento mete¨®rico, que lleg¨® a superar la renta per c¨¢pita de Reino Unido, la econom¨ªa de Irlanda se ha situado en menos de tres a?os al borde del colapso, con un d¨¦ficit p¨²blico r¨¦cord del 32% del PIB.
Las cuentas p¨²blicas se han resentido principalmente de los 50.000 millones de euros inyectados en los bancos de la isla, v¨ªctimas del pinchazo de la burbuja inmobiliaria y de la incapacidad del sector de la construcci¨®n de asumir sus deudas acumuladas.
Aunque el Gobierno asegura que dispone de los fondos necesarios para engrasar la maquinaria del Estado al menos hasta mediados del pr¨®ximo a?o, la inmediata preocupaci¨®n reside en el sistema financiero irland¨¦s. Muchas de las grandes entidades han sido parcialmente nacionalizadas y, por tanto, su deuda ha sido asumida por las arcas p¨²blicas.
A pesar de la intervenci¨®n gubernamental, ha sido el apoyo del Banco Central Europeo el que ha venido garantizando el funcionamiento del sistema: m¨¢s del 10% de los pr¨¦stamos e inversiones de la banca irlandesa son financiados por el BCE, con un montante de 130.000 millones de euros que convierten a Irlanda en el pa¨ªs m¨¢s dependiente de esos fondos europeos.
Aunque la enorme cobertura medi¨¢tica de la crisis irlandesa no se ha traducido en la imagen de ciudadanos de a pie haciendo cola frente a las sucursales bancarias para recuperar sus ahorros, muchas empresas s¨ª se han aprestado a la retirada de sus dep¨®sitos. El Banco de Irlanda admiti¨® la semana pasada que ha perdido 10.000 millones de euros en dep¨®sitos de las corporaciones (un 12% de su base), mientras el Irish Life & Permanent confirmaba esa tendencia, con una ca¨ªda del 11% en los ingresos de sus clientes.
Si el plan de rescate internacional aparece como un paso necesario, al Gobierno de coalici¨®n encabezado por Cowen le preocupa que sus contraprestaciones pasen por concesiones en materia fiscal. El impuesto de sociedades en Irlanda (12,5%), uno de los m¨¢s bajos de Europa y por ello atractivo para las empresas extranjeras, ha sido calificado por Alemania de posici¨®n ventajosa e injusta.
Que desde el exterior se dicte la pol¨ªtica econ¨®mica dom¨¦stica es una cuesti¨®n dif¨ªcil de digerir en una Irlanda que en dos ocasiones vot¨® en contra de sendos tratados europeos.
La probable claudicaci¨®n de Brian Cowen ante sus socios europeos es considerada en Irlanda una cuesti¨®n pol¨ªtica muy sensible, expresada esta semana en el D¨¢il (Parlamento) por una oposici¨®n que exigi¨® la dimisi¨®n del Gobierno y la convocatoria de elecciones anticipadas. Pero el apoyo de los Verdes, socio de la coalici¨®n liderada por el partido Fianna Fail, al plan de rescate internacional garantiza por el momento la estabilidad pol¨ªtica en tiempos de crisis.
Las mismas presiones nacionalistas se registran en el vecino territorio brit¨¢nico, donde el sector m¨¢s euroesc¨¦ptico del Partido Conservador ha criticado la decisi¨®n del Gobierno de David Cameron de participar en el apoyo a Irlanda con fondos p¨²blicos. El Reino Unido, que no es un pa¨ªs integrante de la eurozona, acaba de imprimir un giro radical a su pol¨ªtica de no asistencia a los socios de la UE con problemas econ¨®micos, poniendo sobre la mesa una contribuci¨®n superior a los 7.000 de euros. La Rep¨²blica es su quinto socio comercial, pero sobre todo los brit¨¢nicos temen el contagio de la crisis en su propio sistema bancario, el principal acreedor de las entidades irlandesas (las ¨²ltimas cifras estiman el montante en 140.000 millones de libras).
La banca nacional necesita de la creaci¨®n de un "fondo de contingencia", reconoci¨® ayer en el D¨¢il (Parlamento) el ministro de Finanzas irland¨¦s, Brian Lenihan, mientras las negociaciones con los enviados de la Comisi¨®n Europea, el BCE y el FMI segu¨ªan en curso. Esa declaraci¨®n constituye hasta la fecha la se?al m¨¢s clara emitida por Dubl¨ªn de que acabar¨¢ pleg¨¢ndose ante el plan de rescate internacional.
De momento, el anuncio de que est¨¢ todo listo para ayudar a Irlanda parece haber frenado el asedio de los mercados hacia los pa¨ªses perif¨¦ricos. La Comisi¨®n Europea aclar¨® ayer que "no hay reuniones [sobre otros pa¨ªses], porque este es un escenario especulativo. Nos estamos centrando en el trabajo preparatorio en Dubl¨ªn para estar listos si en alg¨²n momento hay una petici¨®n de ayuda", explic¨® ayer el portavoz de la Comisi¨®n, Amadeu Altafaj. A?adi¨® que Bruselas "vigila muy de cerca el estado fiscal de los Estados miembros, en especial de la eurozona".
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