'Tron': el juego ha cambiado
The game has changed (el juego ha cambiado) es el tema central en la banda sonora de Tron: Legacy. Sus autores, el d¨²o de electr¨®nica franc¨¦s Daft Punk , no pueden estar m¨¢s en lo cierto. Entre 1982, cuando se estren¨® el primer Tron , y el presente, el universo videojuegos ha cambiado mucho. "?Si entonces ni hab¨ªa! No s¨¦ c¨®mo se las apa?¨® Steven para rodearnos de un mont¨®n de esas m¨¢quinas", se r¨ªe Jeff Bridges, actor del reparto original y del actual. Sus recuerdos de abuelo sesent¨®n hablan del primer director, Steven Lisberger, y de esas m¨¢quinas tama?o nevera que en los ochenta ofrec¨ªan en bares y barracas, junto a pinballs y futbolines, lo m¨¢s cercano a lo que hoy llamamos videojuegos.
El director de 'Tron' mendig¨® ayuda a las universidades para 'renderizar' la pel¨ªcula
"Mi preferido era Battle zone, porque me recordaba al mundo que est¨¢bamos creando. Cuando me llamaban a escena siempre dec¨ªa: 'Otra partida, otra partida", confiesa el actor que, de la mano del visionario Lisberger, plasm¨® lo que era vivir dentro de un ordenador cuando apenas se conoc¨ªan estos. Tron fue tan pionera que Lisberger tuvo que mendigar la ayuda de las universidades californianas para poder renderizar (traducir en dos dimensiones una escena 3D) las im¨¢genes generadas por computadora de su pel¨ªcula. "Que no exagere porque en su mayor parte rodamos en 70 mil¨ªmetros, en blanco y negro, y con leotardos y velcro, y el resultado se mand¨® a Corea para que unas se?oras pintaran los efectos", desvela el int¨¦rprete.
Tron: Legacy, la secuela, ha recurrido a lo ¨²ltimo en tecnolog¨ªa 3D y utiliza el sistema de mo-cap (captura de movimiento) en ese espacio vac¨ªo de todo excepto de sensores "llamado el volumen" en el que se rod¨® gran parte de la cinta. Adem¨¢s necesit¨® 15 decorados completos y unos 50 parciales construidos en el Parque del Cine de Canad¨¢, a las afueras de Vancouver. Y 1.500 efectos especiales. En total, se habla de m¨¢s de 300 millones de d¨®lares de presupuesto, la nueva pel¨ªcula m¨¢s cara de la historia. Pero, curiosamente, ?qu¨¦ fue lo m¨¢s dif¨ªcil de conseguir? "Los derechos de algunas m¨¢quinas tragaperras de los ochenta", asegura el realizador, Joe Kosinski, al frente de Tron: Legacy y empe?ado en reproducir fielmente la sala de juegos recreativos de la primera, esa de la que una vez m¨¢s vuelve a arrancar la historia de Kevin Flynn. ?El m¨¢s pu?etero? "Centipede [el cl¨¢sico de Atari]". "Mi favorito es Pong", aporta Bridges. El actor se refiere a ese t¨ªtulo simplista que simula una mesa de pimp¨®n. "As¨ª conoc¨ª a mi esposa, jugando a Pong durante el rodaje de Rancho deluxe", rememora de un matrimonio que data, como el juego, de hace m¨¢s de tres d¨¦cadas.
Tron fue la prehistoria del videojuego cuando esta forma de entretenimiento que hoy compite con el cine no ten¨ªa historia. Una pel¨ªcula pionera para muchos (sin Tron no habr¨ªa Pixar, ni Avatar, ni Los Simpson, o al menos uno de sus mejores episodios hasta la fecha) y casposa para otros (por lo general, m¨¢s j¨®venes). Pero nunca muerta, a pesar de las cerca de tres d¨¦cadas transcurridas desde su estreno.
Catorce adaptaciones en videojuegos la mantuvieron con vida. Primero Midway Games explot¨® la franquicia en una m¨¢quina tragaperras del mismo nombre. Discs of Tron fue una mejora , centrado en el juego de pelota de la pel¨ªcula y simulando el efecto 3D. Vector y Tron: solar sailer continuaron desarrollando su universo, que entr¨® en un cierto letargo hasta Tron 2.0, un mata-mata con la voz de Bruce Boxleitner, el mism¨ªsimo Tron, y dise?os de Syd Mead capaces de devolver el esp¨ªritu de la cinta. Al menos hasta la llegada de Space paranoids, juego online que es parte de la campa?a promocional viral de Tron: Legacy. Y, por supuesto, el lanzamiento, paralelo al estreno de la pel¨ªcula, del videojuego Tron evolution. Con todo el reparto de la cinta menos el propio Bridges.
"Yo tomar¨ªa parte en el videojuego si me lo pidieran", reconoce Michael Sheen, que disfruta de su momento como rey de los frikis tras haber participado en Tron: Legacy, Alicia en el pa¨ªs de las maravillas y la saga de Crep¨²sculo. Bridges se hace el longuis. "?Un videojuego en el que me gustar¨ªa meterme ahora? No me van muchos, pero el que me parece una maravilla es Myst. Tendr¨ªan que hacer una pel¨ªcula de ese", acaba confesando este actor poco enamorado de los marcianitos.
La pixelaci¨®n del celuloide
En dos d¨¦cadas, los videojuegos han mutado casi tanto como su percepci¨®n en el cine. Aqu¨ª, cuatro pasos para comprender esta evoluci¨®n.
LA VIDA EN L?SER. Mientras Reagan viv¨ªa su propia guerra de las galaxias, un
programador luchaba por recuperar el control de su videojuego en Tron. A¨²n cuesta ponderar el calibre metaf¨®rico de esta cinta que construy¨® una ficci¨®n para el fin de la guerra fr¨ªa junto con los hackers
de Juegos de guerra o el cerebro infantil de destrucci¨®n masiva de D.A.R.Y.L.
CIBERSEXO PARA TODOS. En El cortador de c¨¦sped, Pierce Brosnan ejerc¨ªa de cient¨ªfico loco que transforma a un vecino deficiente mental en una bestia parda gracias a la realidad virtual. Su ic¨®nico ciberpolvo se adelant¨® al clim¨¢tico final virtual de Acoso (con la tensi¨®n sexual no resuelta entre Moore y Douglas) y al sexo v¨ªa USB de los na'vi en Avatar.
'SEX APPEAL' A PATADAS. Las hero¨ªnas de videojuego neum¨¢ticas lograron poner de acuerdo a hombres y mujeres sin abundar demasiado en sexismos. Su acci¨®n extrema ciment¨® dos iconos carnales: Angelina Jolie en Tomb Raider y Milla Jovovich en Resident evil. El r¨ªmel para hombre de Prince of Persia marc¨® el punto de decadencia del g¨¦nero.
VUELTA A LO B?SICO. La aparente simpleza de Scott Pilgrim contra el mundo encierra en realidad una sofisticada vuelta de tuerca: el videojuego como parte de un h¨ªbrido cultural que lo sit¨²a al mismo nivel que el c¨®mic, el cine y la m¨²sica rock. Su est¨¦tica reivindica adem¨¢s la integraci¨®n definitiva del jug¨®n medio, el nerd, como protagonista.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
