Barcelona se vuelve 'puritana' con el nudismo

Verano de 2004: el Ayuntamiento de Barcelona (PSC-ERC e ICV-EUiA) subvenciona unos tr¨ªpticos de dos entidades nudistas que invitaban a ir desnudos por la calle afirmando que el Ayuntamiento reconoc¨ªa ese derecho. Invierno 2010: el mismo Ayuntamiento (PSC-ICV-EUiA) modificar¨¢ la ordenanza de civismo para introducir un t¨ªtulo con el nombre de Pr¨¢ctica del nudismo o seminudismo -ir en traje de ba?o- que supondr¨¢ multas de entre 120 y 500 euros.

En seis a?os, la ciudad ha evolucionado de una posici¨®n permisiva -el argumento de entonces era que se trataba de la libertad personal y que no se pod¨ªa entrar a regular la indumentaria de nadie- a otra que intenta poner freno a una tendencia -la de ir en biquini o traje de ba?o porque los nudistas son contados- que en los ¨²ltimos veranos ha ido a m¨¢s. No en los paseos junto a las playas, sino en pleno paseo de Gr¨¤cia, en transportes p¨²blicos y en las colas de la Sagrada Familia.

La presi¨®n de gremios tan importantes en la ciudad como el hotelero y la de los grupos de la oposici¨®n, CiU y PP, son los detonantes del cambio de criterio del alcalde de la ciudad, Jordi Hereu. Porque sus socios de Iniciativa per Catalunya (ICV-EUiA) se opon¨ªan -cuando se debati¨® la ordenanza de civismo de 2005- y se siguen oponiendo. Esquerra Republicana tambi¨¦n es contraria a introducir la prohibici¨®n. Sostienen que el Ayuntamiento no puede regular la indumentaria.

Los que m¨¢s celebran el cambio de criterio son los hoteleros. "Estamos absolutamente a favor. Barcelona necesita un turismo de calidad y la imagen del biquini por las calles o el traje de ba?o, no digamos ya del nudismo, no es buena. Lo que ocurre en Barcelona en verano no pasa en ninguna ciudad de Europa. No vemos d¨®nde hay problema en regular una cuesti¨®n del espacio p¨²blico", afirma Jordi Clos, presidente del gremio hotelero y una de las voces que insiste, desde hace tiempo, en la necesidad de "poner orden".

Primero, advertir

Menos radical es el gremio de comerciantes. Tanto en comercios del centro de la ciudad como en terrazas de bares y restaurantes se ha producido en m¨¢s de una ocasi¨®n alg¨²n incidente con personas -especialmente turistas- que entran en traje de ba?o. "Pensamos que lo primero es advertir cuando alguien sale de las normas b¨¢sicas de urbanidad. Es una cuesti¨®n de respeto aunque tampoco hay que ponerse en plan talib¨¢n. Entendemos que la sanci¨®n debe ser el ¨²ltimo recurso", opina Miguel ?ngel Fraile, presidente de la confederaci¨®n de comerciantes. Es partidario de que los agentes de la Guardia Urbana que paseen por La Rambla, por ejemplo, reconvengan al descamisado o descamisada. "Y si no hacen caso, entonces s¨ª tiene sentido la multa, pero no sin el primer paso", a?ade.En los ant¨ªpodas de esos razonamientos se encuentra la Federaci¨®n de Asociaciones de Vecinos de Barcelona (FAVB). Creen que la ciudad tiene problemas m¨¢s graves que el de ir por la calle semidesnudo. "Ya estuvimos en contra cuando se intent¨® regular dentro de la ordenanza y ahora, en este momento, nos parece una frivolidad y puro marketing plantear el debate del nudismo o del seminudismo cuando lo que habr¨ªa que modificar es el trato que hace a los problemas de la exclusi¨®n social", apunta Jordi Gir¨®, miembro de la gestora de la FAVB.

La modificaci¨®n de la ordenanza se producir¨¢ justo en la postrimer¨ªa del mandato de Jordi Hereu y a pocos meses vista de la campa?a electoral de las municipales. "Si se opta por introducir un cap¨ªtulo nuevo en la actual ordenanza de civismo hay tiempo para que se apruebe en los pr¨®ximos meses; si se trata de refundir diferentes ordenanzas que regulan el espacio p¨²blico, no se podr¨¢ hacer este mandato", afirma la tercera teniente de alcalde, Assumpta Escarp. La decisi¨®n pol¨ªtica del PSC ya se ha tomado y contar¨¢ con el respaldo de CiU y, previsiblemente, del PP. Es m¨¢s, desde CiU no se descarta tomar la iniciativa y proponer la prohibici¨®n en la ordenanza porque contar¨ªan con el apoyo del PP y del propio PSC.

"No, no. La iniciativa de una modificaci¨®n de la ordenanza es del gobierno", replica Escarp.

La propuesta del redactado diferencia entre la conducta de ir desnudo o casi desnudo por la calle y la de ir en traje de ba?o. Ambas prohibiciones no se aplicar¨ªan ni en las playas, ni en los paseos mar¨ªtimos que las rodean ni en las v¨ªas m¨¢s cercanas. En ambos casos se considerar¨¢ una infracci¨®n leve y se sancionar¨ªa con una multa de entre 300 y 500 euros, en el caso de los nudistas; y entre los 120 y los 300 euros por ir en traje de ba?o. Otra cosa es que las multas se paguen, sobre todo en el caso de los turistas que se resistan a ponerse la camiseta.

En cuanto a la efectividad de la Guardia Urbana a instar a un transe¨²nte a que se tape si va en traje de ba?o, se conf¨ªa en el argumento de la sanci¨®n. "Cuando hemos llamado la atenci¨®n por algo as¨ª, poco menos que nos env¨ªan a la porra", explica un agente a pie de calle.

"La actitud ser¨¢ diferente si el guardia, despu¨¦s de advertir, se saca la PDA -el sistema telem¨¢tico de sanciones- y toma los datos al infractor. Sobre todo si son ciudadanos aut¨®ctonos", argumenta Escarp, partidaria de zanjar ya un debate recurrente cada verano.