La memoria de Alejandro Magno est¨¢ bajo las aguas de Madrid
El Canal de Isabel II prepara una exposici¨®n sobre el conquistador macedonio
Un grupo de operarios trabaja a destajo en el interior de uno de los dep¨®sitos de agua del Canal de Isabel II bajo la plaza de Castilla. Lo hacen con cuidado artesano entre una sucesi¨®n de arcos de ladrillos rojos sostenidos por 144 columnas. Mientras algunos terminan de enmoquetar el antiguo aljibe y de colocar paneles y vitrinas, otro grupo de t¨¦cnicos se arremolina en torno a unas maletas, que acaban de recibir. Desembalan con precisi¨®n quir¨²rgica objetos milenarios envueltos en material acolchado. Entre ellos, un casco frigio de bronce con un peque?o saliente a modo de visera perteneciente a Alejandro Magno, el gran conquistador macedonio que en el siglo IV antes de Cristo coloniz¨® el imperio persa y extendi¨® su influencia hasta Oriente.
Algunas piezas proceden de museos de Afganist¨¢n o Tayikist¨¢n
El recinto que ocup¨® el cuarto dep¨®sito de agua del Canal, de 2.000 metros cuadrados, convertido en sala de exposiciones se prepara para recobrar la memoria del h¨¦roe legendario Alejandro Magno. El encuentro de Oriente. Una muestra organizada por el Canal de Isabel II que contar¨¢ con m¨¢s de 300 piezas "de la m¨¢xima personalidad de la historia", seg¨²n el comisario de la exposici¨®n Mart¨ªn Almagro, que lo define como "el Bill Gates de la antig¨¹edad".
Un recorrido por las entra?as de la sala d¨ªas antes de que se inaugure la exposici¨®n, el pr¨®ximo 3 de diciembre, muestra una actividad fren¨¦tica, pero perfectamente calculada. Las piezas van llegando de forma escalonada para que los t¨¦cnicos las cataloguen, las preparen y las coloquen con mimo reverencial en las vitrinas correspondientes. "Intentamos trasladarnos fuera del tiempo y el espacio para ver lo que hizo Alejandro en su tiempo", desliza Almagro mientras explica c¨®mo se organiza la exposici¨®n, que contar¨¢ con objetos cedidos por m¨¢s de 30 museos internacionales. Entre ellos, los ¨²ltimos hallazgos prestados por museos de Afganist¨¢n o Tayikist¨¢n.
La muestra estar¨¢ formada por 10 salas que ofrecer¨¢n diferentes aspectos de la personalidad de Alejandro. Desde su juventud, cuando fue disc¨ªpulo de Arist¨®teles y bebi¨® de las ense?anzas de Her¨®doto; pasando por su car¨¢cter militar, sus t¨¢cticas y t¨¦cnicas militares fueron usadas siglos m¨¢s tarde por los romanos; hasta la influencia del imperio persa. El comisario de la exposici¨®n revela la desconocida influencia de Alejandro en Espa?a. Cuenta una historia de Julio C¨¦sar que al ver una estatua del conquistador macedonio en C¨¢diz se ech¨® a llorar porque no podr¨ªa alcanzar la grandeza del h¨¦roe griego.
"Fue un personaje hist¨®rico, un modelo de hombre emprendedor, explorador y descubridor de tierras muy remotas y desconocidas", se?ala Ignacio Gonz¨¢lez, vicepresidente regional, que acompa?a a un reducido grupo de periodistas en la visita al montaje de la exposici¨®n. "Intentamos imprimir un car¨¢cter singular a las exposiciones que traemos para que sean referencia internacional", dice el pol¨ªtico para dejar su impronta. Mientras observa con curiosidad casi infantil algunas piezas se fija en unos protectores militares para las piernas, una pareja de grebas de bronce modeladas con tal precisi¨®n que se marcan los m¨²sculos. "Parecen las espinilleras de los futbolistas, de Cristiano Ronaldo", dice alguien de la comitiva. Mientras Gonz¨¢lez sostiene uno de los delicados objetos para apreciar los detalles, una de las t¨¦cnicos responsables del museo que cede la pieza le comenta en ingl¨¦s: "Tenga cuidado que tienen 2.000 a?os".
Adem¨¢s de una gran colecci¨®n de piezas hist¨®ricas, la exposici¨®n ofrecer¨¢ un v¨ªdeo en tres dimensiones elaborado con escenas de la pel¨ªcula ?gora de Alejandro Amen¨¢bar, donde se aprecian im¨¢genes de la ciudad de Alejandr¨ªa. Ahora los secretos del conquistador se podr¨¢n descubrir bajo las aguas de Madrid.
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