Estado de guerra en la pen¨ªnsula coreana

El r¨¦gimen comunista de Pyongyang lanz¨® ayer uno de los ataques m¨¢s violentos contra Se¨²l desde que la guerra de Corea (1950-53) finaliz¨® en un armisticio, que nunca se convirti¨® en tratado de paz. Medio centenar de proyectiles de artiller¨ªa norcoreanos impactaron a primeras horas de la tarde contra una peque?a isla de Corea del Sur en el mar Amarillo, situada cerca de la frontera mar¨ªtima en disputa entre los dos pa¨ªses. Dos soldados surcoreanos resultaron muertos y otros 15, heridos. Tres civiles tambi¨¦n fueron heridos. Decenas de edificios y casas ardieron por las explosiones. El Ej¨¦rcito surcoreano, en m¨¢xima alerta, respondi¨® inmediatamente y moviliz¨® sus aviones de combate. El cruce de disparos se extendi¨® a lo largo de una hora. Se¨²l calific¨® el ataque de "inhumano" y "clara provocaci¨®n militar", y asegur¨® que viola el armisticio.

El sur respondi¨® de inmediato y el cruce de disparos se prolong¨® una hora

"Al menos 10 casas est¨¢n ardiendo. No puedo ver claro debido al humo. Las colinas tambi¨¦n est¨¢n ardiendo", declar¨® un vecino a la cadena de televisi¨®n surcoreana YTN al rato de iniciarse los disparos. "Nos dijeron por los altavoces que evacu¨¢ramos las casas". La televisi¨®n mostr¨® columnas de humo. Muchos de los 1.600 habitantes de la isla de Yeonpyeong se refugiaron en b¨²nkeres, y algunos huyeron de la isla en barco tras el ataque. El presidente de Corea del Sur, Lee Myung-bak, pidi¨® contenci¨®n, pero advirti¨® que el Gobierno responder¨¢ con contundencia a una nueva provocaci¨®n del norte.

El incidente se produjo en un momento especialmente sensible en la pen¨ªnsula coreana. El r¨¦gimen de Kim Jong-il est¨¢ presionando a la comunidad internacional para que regrese a la mesa de negociaciones sobre el desmantelamiento de su programa nuclear, y el pasado fin de semana trascendi¨® que Corea del Norte tiene en funcionamiento una sofisticada planta de enriquecimiento de uranio, que podr¨ªa proporcionarle una nueva v¨ªa para obtener armas at¨®micas.

El fuego de artiller¨ªa norcoreano comenz¨® a las 14.34 de la tarde (ocho horas menos en la Espa?a peninsular), despu¨¦s de que Corea del Norte enviara varios mensajes pidiendo al Sur que detuviera las maniobras militares que estaba efectuando cerca de la frontera mar¨ªtima. Durante las pr¨¢cticas, los marines surcoreanos en la isla dispararon hacia las aguas del Sur. Al ver que el fuego no cesaba, el Norte atac¨® con el lanzamiento de m¨¢s de 200 proyectiles sobre la isla y las aguas circundantes. Muchos aterrizaron en la base militar de la isla, que respondi¨® con unos 80 proyectiles. Pyongyang asegur¨® que Se¨²l dispar¨® primero, y amenaz¨® con nuevos "ataques militares despiadados" si Se¨²l viola la frontera en liza "aunque solo sea 0,001 mil¨ªmetros". Las autoridades del Norte han criticado duramente los ejercicios militares surcoreanos porque consideran que son un simulacro de invasi¨®n de su territorio.

La frontera mar¨ªtima en disputa fue trazada de forma unilateral por el mando de Naciones Unidas tras el final de la Guerra de Corea (1950-53). No es reconocida por Pyongyang, aunque s¨ª por Se¨²l. Yeonpyeong se encuentra justo al sur de esta l¨ªnea divisoria, pero al norte de la frontera declarada a su vez por Corea del Norte. La isla est¨¢ a unos 120 kil¨®metros al oeste de Se¨²l. La zona fue escenario de escaramuzas navales mortales en 1999, 2002 y noviembre de 2009.

El incidente ha ocurrido despu¨¦s de que el pasado fin de semana un cient¨ªfico estadounidense revelara la existencia de una sofisticada planta de enriquecimiento de uranio en Corea del Norte. Siegfried Hecker, profesor de la Universidad de Stanford y antiguo director del Laboratorio Nacional de Los ?lamos, afirm¨® que en una visita efectuada el 12 de noviembre a la central nuclear de Yongbyon -la principal del pa¨ªs- las autoridades del pa¨ªs asi¨¢tico le mostraron unas instalaciones "impresionantes", equipadas con al menos 1.000 centrifugadoras. Sus gu¨ªas le aseguraron que tienen 2.000 centrifugadoras que est¨¢n produciendo uranio de bajo enriquecimiento para alimentar un reactor at¨®mico, aunque insistieron en que su uso es civil para generar electricidad.

Durante d¨¦cadas, el r¨¦gimen norcoreano ha practicado un juego extremadamente calibrado de provocaciones para lograr concesiones de la comunidad internacional y mostrar su fortaleza ante sus propios ciudadanos y sus militares. De ah¨ª que el ataque pueda ser le¨ªdo en sendas claves de pol¨ªticas internacional y nacional. Por un lado, el r¨¦gimen de Kim Jong-il puede estar buscando endurecer su posici¨®n en las negociaciones multilaterales para el desmantelamiento de su programa at¨®mico a cambio de ayuda. Las conversaciones est¨¢n paralizadas desde el a?o pasado. Por otro, puede servirle para reforzar la imagen de su Gobierno y la de su hijo Kim Jong-un, a quien Kim Jong-il, de 68 a?os, que sufri¨® una apoplej¨ªa en agosto de 2008, ha nombrado heredero del trono.

Corea del Norte ha repetido en los ¨²ltimos meses su deseo de regresar a las conversaciones, a la vez que ha reclamado el derecho a ser un Estado nuclear, algo que Estados Unidos, Corea del Sur y Jap¨®n no est¨¢n dispuestos a aceptar. Adem¨¢s, Se¨²l se niega a volver a la mesa negociadora mientras el Norte no pida disculpas por el hundimiento del Cheonan, un buque de guerra surcoreano, en marzo, en el que murieron 46 marineros del Sur. El Norte ha negado cualquier implicaci¨®n en el incidente.