Batida de cobre en El Gallinero
Una macrorredada de la Guardia Civil contra el robo de cable en el poblado chabolista y en otros tres puntos se salda con 36 arrestados y 103 toneladas de metal incautado
El sol empezaba a asomar por el horizonte. Las 400 personas que viven en el poblado chabolista de El Gallinero (Villa de Vallecas) dorm¨ªan sin saber el despertar tan violento que les esperaba. A las ocho en punto de la ma?ana irrump¨ªan en el poblado 50 coches patrulla de la Guardia Civil. M¨¢s de 200 agentes se desplegaron en cuesti¨®n de minutos. Antidisturbios, montados en motos, a lomos de caballos y en helic¨®ptero. Antes de que nadie pudiera moverse de sus chabolas los agentes hab¨ªan procedido de tal forma que nadie pod¨ªa entrar ni salir.
Se trataba de una macrorredada contra el robo de cables de cobre, bajo el llamativo nombre de Operaci¨®n Chispa. Los registros tambi¨¦n se produjeron en Villaverde, Getafe y Yuncos (Toledo).
El precio de este metal ha pasado de dos euros el kilo a seis en dos a?os
"Desde el verano hemos sufrido grandes p¨¦rdidas", dicen en Adif
"Han dejado a poblaciones enteras aisladas", cuenta un comandante
Responsables de la iglesia San Carlos Borromeo fueron a la zona tras la redada
La operaci¨®n se sald¨® con la detenci¨®n de 36 personas (siete espa?oles y 29 rumanos), la identificaci¨®n de otros 11 sospechosos y la recuperaci¨®n de 103 toneladas de cobre, seg¨²n inform¨® una portavoz de la Comandancia de la Guardia Civil de Madrid.
Los coches todoterreno del instituto armado ocupaban el camino de entrada al poblado, rodeados de basura y ratas. Los agentes con pasamonta?as llevaban chalecos antibalas. Primero hicieron un per¨ªmetro de seguridad los integrantes de los Grupos Rurales de Seguridad (antidisturbios). El segundo c¨ªrculo lo formaban unos 50 agentes a caballo. Los que entraron en las chabolas fueron en su mayor¨ªa guardias de paisano con chalecos de Polic¨ªa Judicial. El helic¨®ptero, tras estar cerca de una hora dando vueltas y comprobar que la situaci¨®n estaba controlada, regres¨® a la base.
Los habitantes de estas chabolas fueron saliendo conforme entraban los guardias. Los ni?os amanec¨ªan todav¨ªa lega?osos, en pijama y algunos de ellos descalzos. Los guardias solo entraron en algunas de las viviendas. En aquellas para las que ten¨ªan permiso judicial. Fueron identificando uno a uno a los adultos y a algunos adolescentes sospechosos de participar en los robos de cable de cobre.
Esta banda, seg¨²n explicaron fuentes de la Guardia Civil, siempre act¨²a de la misma manera: sale en grandes grupos que se distribuyen por todo el territorio peninsular para sustraer cobre. "Al principio, comenzaron a robar a Telef¨®nica", explic¨® el comandante de la Polic¨ªa Judicial Javier Rogero. "Eso hac¨ªa que dejaran sin servicio a poblaciones enteras, con los riesgos que ello supone para personas con teleasistencia, maltratadas o enfermas".
En los ¨²ltimos meses se hab¨ªan centrado en los transportes. Se cebaron en las l¨ªneas del AVE, en especial el Madrid-Barcelona, porque utiliza un cable muy grueso y rentable para sus il¨ªcitos prop¨®sitos. "Como la red es doble, desconectaban los cables de las casetas y robaban 800, 1.000 o 1.500 metros, que se multiplicaban por dos", explicaron fuentes del Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif). "Antes ten¨ªamos peque?os robos, de 20 o 30 metros, pero desde el verano sufrimos p¨¦rdidas muy grandes. Las patrullas tienen que vigilar zonas muy grandes y no pueden estar en todos los puntos. Algunas semanas hemos sufrido tres o cuatro robos", a?adieron esas fuentes.
Los vecinos de El Gallinero utilizan coches potentes y muy grandes, adem¨¢s de furgonetas. Quitan los asientos traseros para aumentar su capacidad y cortan el cable en tramos largos. "En un turismo llegan a meter m¨¢s de 1.000 metros", afirmaban fuentes de la investigaci¨®n. Para poder acceder m¨¢s f¨¢cilmente a los tendidos el¨¦ctricos en ocasiones a?aden objetos al techo del coche para elevar su altura.
Los ladrones llevan el cable despu¨¦s al poblado y se encargan de pelarlo. Para venderlo tienen que quitar la parte de pl¨¢stico y quedarse solo con el cobre, lo ¨²nico valiosa. As¨ª tambi¨¦n eliminan la huella de su procedencia y, adem¨¢s, su posible implicaci¨®n en el delito. Ayer, durante la redada, los guardias se ten¨ªan que abrir paso entre toneladas de restos de pl¨¢stico que los vecinos de El Gallinero amontonan alrededor de las chabolas. Los hab¨ªa de todos los colores, formas y tama?os. "Como saben que podemos llegar en cualquier momento, a veces optan por esconderlo en medio del campo. No llegan a hacer zulos, pero los camuflan para que nadie se los quite", a?ade el comandante de la Polic¨ªa Judicial.
El precio del cobre ha ido cambiando en los ¨²ltimos meses. En enero del a?o pasado se pagaba a unos dos euros el kilo, un precio que ha ido creciendo hasta situarse, a 23 de noviembre, en poco m¨¢s de seis euros, seg¨²n la Bolsa de Metales de Londres (LME en sus siglas en ingl¨¦s). "Ese es el precio te¨®rico, porque a estos seguro que no les dan ni 200 euros por cada furgoneta que lleven", explicaron fuentes de la Guardia Civil.
El fr¨ªo de la noche va dando paso a una ma?ana soleada. Sin embargo, el term¨®metro no pasa de los ocho o nueve grados. El relente y la humedad se cuelan por los huesos, mientras los agentes no paran de entrar y de salir. Algunos hombres, ya vestidos, son esposados justo a la entrada de la chabola. Los guardias uniformados les ponen correas de pl¨¢stico. Sus peque?os se quedan mirando asombrados ante tanta agente.
Otra parte del dispositivo de la Operaci¨®n Chispa entr¨® en cuatro puntos del distrito de Villaverde, en Getafe y en Yuncos. Precisamente a esta ¨²ltima localidad toledana es adonde llevaban el cobre los vecinos de El Gallinero. All¨ª, una chatarrer¨ªa regentada por ciudadanos espa?oles, algunos de ellos con antecedentes policiales por receptaci¨®n de objetos robados, seg¨²n fuentes de la investigaci¨®n, se encargaba de transportarlo hasta otra chatarrer¨ªa de Villaverde. Aqu¨ª el cobre era triturado y mezclado con otro de procedencia legal o de recogida callejera.
Una vez que el cobre era triturado y mezclado, lo llevaban a una torner¨ªa situada en Getafe. All¨ª este elemento volv¨ªa a ser mezclado con otro cobre callejero. Y ya estaba listo para su venta. Un total de siete personas fueron detenidas en esta torner¨ªa. De hecho, el grueso del material decomisado proced¨ªa de esta industria, donde se localizaron 100 toneladas de cobre. Las tres restantes estaban repartidas por El Gallinero.
A las diez y media llegaron dos furgonetas con 18 secretarios judiciales procedentes de plaza de Castilla. Se repartieron con los agentes encargados de la investigaci¨®n y fueron levantando acta de todo lo decomisado y de los detenidos. "Como nos graben las c¨¢maras, no trabajamos", espet¨® una funcionaria ante la presencia de las televisiones. Los guardias tuvieron que mediar y pedir que nadie captara im¨¢genes de los trabajadores judiciales, cuyos zapatos se hund¨ªan por el lodazal por el que se tuvieron que meter para entrar en las infraviviendas.
"Lo grave de este grupo organizado no es el da?o que causan a las instalaciones, sino tambi¨¦n el grave riesgo que pueden generar a las personas", destac¨® el comandante Rogero. "Si se llevan los cables de la se?alizaci¨®n de carreteras, no se puede informar de accidentes. Tambi¨¦n han dejado a poblaciones enteras aisladas. Adem¨¢s, ya abarcaban todo el territorio nacional".
Poco despu¨¦s de las 11.30 lleg¨® un autob¨²s de la Guardia Civil para llevarse a los detenidos. Los investigadores los pusieron en la primera l¨ªnea del poblado mientras los antidisturbios proteg¨ªan la zona. Algunas mujeres salieron con sus beb¨¦s envueltos en gruesas mantas, mientras ve¨ªan con caras de desesperaci¨®n c¨®mo sub¨ªan al autocar a los arrestados.
Justo al mediod¨ªa el autob¨²s del instituto armado arranc¨®. Escoltado por varios veh¨ªculos todoterreno sali¨® por la parte sur del poblado en direcci¨®n a la Comandancia de Tres Cantos, en cuyo puesto comenzaron las investigaciones. Algunos familiares saludaron a los arrestados desde la entrada del poblado.
Tambi¨¦n acudieron al lugar los responsables de la parroquia San Carlos Borromeo, que ayudan a los 400 vecinos de esta zona marginal. Habl¨® Javier Baeza, que no se opuso a la operaci¨®n de la Guardia Civil: "Entendemos que tienen que perseguir la legalidad y detener a los que cometan delitos. Y dentro de este grupo est¨¢n los que se enriquecen con el cable. Nos han dicho los rumanos que los guardias han tenido un trato perfecto con ellos".
Cuando se march¨® el furg¨®n policial se fueron desperdigando el resto de guardias. La zona fue recuperando la normalidad poco a poco. Algunos coches fueron decomisados por los investigadores y llevados a dep¨®sitos municipales. Una portavoz de la Comandancia de Madrid explic¨® que algunos de los detenidos estaban en Tres Cantos y otros en un m¨®dulo de la prisi¨®n de Soto del Real, ante la falta de espacio en el cuartel tricantino. Por la tarde estaban identificando e interrogando a los detenidos.
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