"Son c¨®mplices de la muerte de mi marido"

Siempre lo hab¨ªan sospechado. Y ayer, al ver en EL PA?S los documentos secretos del Departamento de Estado dando cuenta de las presiones de EE UU a pol¨ªticos y fiscales espa?oles para cerrar el caso por la muerte de Jos¨¦ Couso, c¨¢mara fallecido en Irak en 2003 por el disparo de un misil estadounidense, su viuda y sus familiares sintieron una mezcla de satisfacci¨®n y desasosiego. Lo primero, por entender que la filtraci¨®n de Wikileaks les daba la raz¨®n. Y lo segundo, porque prefer¨ªan no haberla tenido.

"Siempre lo hab¨ªamos sospechado, pero verlo escrito, ver las pruebas, es muy duro. Estoy en shock", relat¨® Lola Jim¨¦nez, viuda de Jos¨¦ Couso. "Me parece grav¨ªsimo, repugnante ver c¨®mo han jugado con nuestros sentimientos, con nuestro dolor. ?C¨®mo les voy a explicar esto a mis hijos? Es terrible que EE UU presionara al Gobierno y a las autoridades judiciales para cerrar el caso sobre la muerte de mi marido, pero me parece m¨¢s terrible a¨²n que el Gobierno y las autoridades judiciales cedieran a esas presiones".

"Vamos a seguir pidiendo justicia. La batalla moral ya la hemos ganado"

Seg¨²n los documentos secretos del Departamento de Estado, el embajador estadounidense entre 2005 y 2009, Eduardo Aguirre, nombrado por el ex presidente George W. Bush presion¨® a pol¨ªticos - "Se me est¨¢ acabando la paciencia", advirti¨® a La Moncloa- y a fiscales para intentar que el caso naufragara. Para la viuda de Jos¨¦ Couso, que ten¨ªa 37 a?os y dos hijos de cuatro y siete cuando muri¨® abatido por un misil estadounidense, "los pol¨ªticos y las autoridades judiciales que apoyaron el archivo de la causa son c¨®mplices de su muerte por obstruir la justicia". "Darte cuenta de eso es muy triste", a?ade. "Me siento desamparada, indefensa y humillada, pero sigo confiando en la justicia. El tiempo nos ha dado la raz¨®n. Va saliendo la verdad, aunque sea terrible tener que enfrentarse a todo esto. Y vamos a llegar hasta el final. Har¨¦ todo lo necesario, hasta las ¨²ltimas consecuencias, para que esto se investigue y se depuren responsabilidades".

Javier Couso, hermano del c¨¢mara fallecido, reconoc¨ªa ayer que leer los documentos secretos le hab¨ªa afectado mucho. "Ten¨ªamos indicios. Nos hab¨ªan hablado de ciertas reuniones con el fiscal... pero verlo en papel te revuelve por dentro. No puedo soportar a un embajador 'perdiendo la paciencia' ... ?Pero qu¨¦ se han cre¨ªdo? Me hubiera gustado que mi Gobierno, mi pa¨ªs, defendiera su soberan¨ªa nacional y a sus nacionales en lugar de conspirar con un pa¨ªs extranjero para poner trabas a la justicia. Da miedo".

Javier cuenta que su madre est¨¢ destrozada. "Siente que su pa¨ªs le ha dejado en la estacada. Es muy dif¨ªcil aceptar c¨®mo funciona la alta pol¨ªtica. Parecemos una rep¨²blica bananera". Sus abogados se reunen hoy para decidir el siguiente paso. "Ven indicios de un delito de encubrimiento", aclara Javier. "Vamos a seguir pidiendo justicia, aunque la batalla moral, esa ya la hemos ganado".

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