La nueva actitud de Argentina hacia Malvinas inquieta a EE UU
La Secretar¨ªa de Estado indag¨® si hab¨ªa debate entre los militares sobre posibles acciones, solos o con Venezuela, en respuesta a la b¨²squeda brit¨¢nica de petr¨®leo en las islas
Estados Unidos manifest¨® en junio de 2009 su preocupaci¨®n por el cambio de lenguaje experimentado en Argentina respecto a la Ant¨¢rtida y las Malvinas. En un telegrama de esa fecha se recoge la visita de despedida que hace el embajador Wayne al ministro de Exteriores, Jorge Taiana, en la que se alude a un acuerdo al respecto, elaborado en 2004, bajo la presidencia de N¨¦stor Kirchner, con el Gobierno de Estados Unidos y "otros Gobiernos clave", y que supuestamente ha sido abandonado por el Gobierno de Buenos Aires.
Aunque no se cita expl¨ªcitamente el contenido de ese acuerdo, se afirma que Argentina, al presentar en abril de ese mismo a?o una nueva reclamaci¨®n sobre la Ant¨¢rtida ante la Comisi¨®n de Naciones Unidas que trata de las plataformas continentales, "ha abandonado el lenguaje espec¨ªfico acordado".
EE UU se queja de la ruptura por Buenos Aires de un acuerdo de 2004 sobre la Ant¨¢rtida
Seg¨²n el relato norteamericano, Taiana reconoci¨® que eso hab¨ªa ocurrido as¨ª, pero que se deb¨ªa a problemas de agenda electoral interna. El embajador atribuye a Taiana, entrecomillada, la siguiente explicaci¨®n: "Si ustedes leen nuestra reclamaci¨®n cuidadosamente, ver¨¢n que nuestro lenguaje respeta todas las provisiones del Tratado Ant¨¢rtico". Seg¨²n Wayne, el ministro a?adi¨® que el primer tema para Argentina no era la Ant¨¢rtida, "por supuesto", sino proteger su reclamaci¨®n de soberan¨ªa sobre las islas.
La cuesti¨®n de las Malvinas volvi¨® a ponerse de actualidad a primeros de este a?o, a ra¨ªz de la decisi¨®n brit¨¢nica de autorizar nuevas prospecciones petrol¨ªferas en aguas de las islas.
El Departamento de Estado recuerda lo ocurrido en abril de 2009 y se muestra muy interesado en averiguar si la respuesta del Gobierno argentino a la decisi¨®n brit¨¢nica podr¨ªa perjudicar a empresas de Estados Unidos implicadas en ese proyecto, y en saber, cuanto antes, si existe alg¨²n debate entre los militares argentinos, o dentro del Gobierno de Cristina Fern¨¢ndez de Kirchner, respecto a posibles acciones, "solos o en concierto con otros aliados regionales, como Venezuela".
Los analistas de la Secretar¨ªa de Estado "monitorizan" desde hace a?os los trabajos de la industria del petr¨®leo en la zona de las Malvinas, cuyas aguas est¨¢n sometidas en buena parte a disputas internacionales. Y eso pese a que en un telegrama de su Embajada en Londres de febrero de este a?o, se recoge la opini¨®n del presidente de ExxonMobil Internacional, Brad Corson, quien no cree que haya suficiente petr¨®leo en la plataforma continental de las Malvinas como para que resulte rentable.
El documento de la Secretar¨ªa de Estado habla de las "islas Falkland" (mientras que los telegramas de su Embajada en Buenos Aires se refieren siempre en tono neutro a "Falkland / Malvinas") y subraya su inter¨¦s en poder calibrar la potencial respuesta argentina a las empresas que han llevado una plataforma perforadora a aguas de las islas. "Apreciaremos que nos informen de manera que podamos anticipar la reacci¨®n argentina, incluidas posibles acciones militares". En ese sentido, piden que se informe sobre cualquier discusi¨®n, no solo dentro del Gobierno sino tambi¨¦n "entre oficiales militares".
La Secretar¨ªa de Estado quiere saber si hay "divisiones entre los miembros del Gobierno o entre los altos cargos militares argentinos". En opini¨®n de sus analistas, "dadas las condiciones econ¨®micas actuales de Argentina, es posible que pueda usar la exploraci¨®n petrolera en la regi¨®n para afirmar sus reclamaciones sobre las islas y las aguas que las rodean".
En cualquier caso, la Embajada constata que la pol¨ªtica argentina respecto a las Malvinas se ha endurecido en respuesta al movimiento brit¨¢nico y que se han adoptado tres niveles de acci¨®n: protesta formal en Reino Unido; cartas de advertencia a cada empresa relacionada con la operaci¨®n, record¨¢ndoles que es ilegal y que puede ser objeto de sanciones, y cartas a los Gobiernos relacionados con esas empresas, con un contenido similar. "Podemos recibir una nota bajo la tercera categor¨ªa, porque la firma norteamericana Diamond Drilling es la propietaria de la plataforma perforadora que se dirige a las islas". La embajada recuerda que ya existe una resoluci¨®n argentina de 2007 que amenaza con expulsar del pa¨ªs a cualquier compa?¨ªa petrolera que opere en las Malvinas sin permiso de Buenos Aires, y mantiene que, en la actualidad, no hay ninguna empresa norteamericana en esas circunstancias.
Un telegrama posterior refleja tambi¨¦n la inquietud de Estados Unidos ante la decisi¨®n del Gobierno argentino de impedir que toquen puertos continentales barcos cuyo destino final sean las Malvinas. Diplom¨¢ticos brit¨¢nicos advierten a sus colegas de que ya est¨¢n llegando cartas de amenaza a las compa?¨ªas implicadas y se preguntan si esa negativa a tocar puerto puede afectar tambi¨¦n a los cruceros norteamericanos que van a la Ant¨¢rtida y que hacen breve escala en las Malvinas. El ministro consejero de la Embajada brit¨¢nica, Simon Thomas, les transmite su "sorpresa" al saber que el Gobierno de Estados Unidos no ha recibido ninguna carta en ese sentido, pese a que la plataforma contratada por la empresa brit¨¢nica Desire Petroleum "est¨¢ operada por una firma de EE UU", insiste Thomas.
Los norteamericanos tambi¨¦n se interesaron sobre la situaci¨®n del Barclays Bank, del que algunos medios brit¨¢nicos hab¨ªan asegurado que, como accionista de Desire Petroleum, podr¨ªa resultar afectado por las nuevas sanciones argentinas. El propio secretario de Finanzas, Hern¨¢n Lorenzino, se encarga de disipar las dudas: no hay problema porque el banco (que casualmente desempe?a un importante papel en el proceso de renegociaci¨®n de la deuda argentina, en pleno desarrollo) es solo "due?o de un fondo que maneja fondos de un tercero que a su vez es accionista de esa compa?¨ªa".
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