Elegancia natural

Vi?as muy viejas, erguidas en tupido emparrado que aprisiona la luz entre su frondosa filigrana verde; vendimias manuales, cuidadas con mimo y tratadas con la delicadeza que se merece fruto tan regio; selecci¨®n rigurosa de las mejores uvas, sanas y enteras; meses de vigilante crianza sobre l¨ªas finas, esquivando el roble para preservar la fruta.

Es la segunda revoluci¨®n de R¨ªas Baixas, el esplendor insospechado del albari?o profundo, complejo y trascendental. Ya exist¨ªa alg¨²n precedente, como el inolvidable y premonitorio Carballal, del irreductible Benito V¨¢zquez, insuperable en los a?os buenos, o el Granbaz¨¢n ?mbar del tozudo Manuel Otero, mantenido en dep¨®sito de acero casi un a?o para esc¨¢ndalo de elaboradores mojigatos o bodegueros faltos de liquidez. Luego vino el magisterio del Pazo de Se?orans Selecci¨®n de Marisol Bueno, y se acallaron las cr¨ªticas. Venturosamente, el ejemplo se propaga.

Ahora, la ejemplar cooperativa Mart¨ªn C¨®dax, que ya demostr¨® su audacia con Gallaecia, ejemplo de albari?o ennoblecido por el riesgo de la vendimia tard¨ªa, saca este blanco L¨ªas que es toda una declaraci¨®n de principios y buen hacer. Fino y complejo aroma, donde las notas minerales, los recuerdos de panader¨ªa y las notas florales se sumergen en la madura fruta carnosa. Sabroso, redondo, equilibrado y largo, posee la elegancia natural de los vinos capaces de envejecer gloriosamente. La presencia sentida del tiempo, que es la grandeza de los blancos.