Chispazo de Osvaldo

Deteriorado el sabroso manual que define a los dos equipos, el duelo fue un suplicio solo revolucionado por Osvaldo, que, a falta de balones y remates, se mud¨® en asistente para habilitar a Luis Garc¨ªa y resolver el entuerto. La mejor soluci¨®n para el Espanyol, estresado por el nuevo nivel de exigencia -por ensamblarse en la zona noble-, y la peor pesadilla para el Sporting, destemplado por 11 horas de autocar y sin memoria para el f¨²tbol, por m¨¢s que jugara todo el segundo acto en superioridad num¨¦rica.

Sin Verd¨² sobre el c¨¦sped, el Espanyol coje¨® sobremanera a la hora de lanzar el ¨²ltimo pase, por lo que dej¨® desconectado a Osvaldo, ariete de excelentes movimientos sin recompensa alguna. No hab¨ªa trampol¨ªn, no hab¨ªa peligro. Una r¨¦mora que, en un ¨²nico chispazo, solucionar¨ªa el propio delantero. Pero la falta de juego es una t¨®nica que engulle al Espanyol en las ¨²ltimas fechas. Ha pasado de destilar un f¨²tbol atildado e incluso pl¨¢stico, a otro de picaresca y m¨²sculo, con menos pie y m¨¢s agresividad. Ausente el pase final, cobraron protagonismo M¨¢rquez y V¨ªctor Ruiz, que manejan la zurda deliciosamente, pero que para enlazar con la punta de ataque propon¨ªan asistencias de 30 y 50 metros. Demasiado trecho para que no saliera al paso una de las piernas del Sporting, bien pertrechado y agrupado. Aunque la reconversi¨®n blanquiazul, del toque al choque, le ha bastado para descontar a cuantos rivales -siete con el Sporting- ha recibido en casa.

El colegiado obvi¨® un penalti sobre Barral, expuls¨® a Baena por rechistarle y sancion¨® por lo mismo a Callej¨®n, con las piernas amoratadas tras el traj¨ªn de patadas que recibi¨®. Hasta que Osvaldo, cuando el encuentro parec¨ªa abocado al empate, hizo de las suyas. Harto de no oler el cuero, baj¨® a recibirlo, alz¨® la cabeza y ley¨® el desmarque del compa?ero. Pase al hueco y por encima de las cabezas de la zaga y definici¨®n de Luis Garc¨ªa. Un chispazo, un gol y otra victoria.