Espa?a, preocupada por la aparici¨®n de un Estado sin control en el Magreb
El Gobierno cooper¨® con los militares golpistas de Mauritania para evitar que surgiese all¨ª, a 300 kil¨®metros de Canarias, otra Somalia - Francia teme que Senegal pueda llegar a convertirse en una nueva naci¨®n fallida en ?frica
Espa?a no quiere que surja un Estado fallido a algo m¨¢s de 300 kil¨®metros de Canarias, y Mauritania est¨¢ en riesgo de ser una segunda Somalia en la otra punta de ?frica. De ah¨ª que la prioridad del Gobierno espa?ol no haya sido restablecer la democracia derrocada, en agosto de 2008, por un golpe de Estado castrense del general Mohamed Ould Abdelaziz, sino el "inter¨¦s nacional".
En Madrid se dio, por tanto, preeminencia a cooperar con los militares golpistas. Espa?a es, despu¨¦s de Francia, el primer socio de Mauritania. Este pa¨ªs es, despu¨¦s de Argelia, el m¨¢s golpeado en ?frica del norte por la rama magreb¨ª de Al Qaeda (AQMI) y el Ministerio de Exteriores espa?ol desaconseja viajar all¨ª.
A diferencia de Madrid y Par¨ªs, Washington intent¨® doblegar a los golpistas mauritanos
La prioridad espa?ola no es, seg¨²n Interior, la democracia en Nuakchot, sino la inmigraci¨®n
Uno tras otro, altos cargos diplom¨¢ticos espa?oles, como Mar¨ªa Luisa Ben¨ªtez-Donoso, Fidel Sendagorta, Manuel G¨®mez Acebo, y de Interior, como Gregorio Mart¨ªnez, repitieron machaconamente en 2008 y 2009 el mismo mensaje -antes seguridad que democracia- a sus interlocutores estadounidenses empe?ados en el restablecimiento del orden constitucional, seg¨²n rezan numerosos cables de la Embajada de EE UU en Madrid.
La aparici¨®n de Estados fallidos en ?frica Occidental es tambi¨¦n una obsesi¨®n francesa. Adem¨¢s de Guinea-Bissau, que ya pr¨¢cticamente lo es y donde los narcos campan a sus anchas, en Par¨ªs se menciona con frecuencia a Senegal como "nada serio en materia de seguridad". Los consejeros diplom¨¢ticos y militares del presidente Nicolas Sarkozy se lo advirtieron, a principios de a?o, al general William Ward, jefe del mando del Pent¨¢gono para ?frica (Africom). AQMI se expande adem¨¢s por el norte de Burkina Faso.
Nada m¨¢s regresar de un viaje a Espa?a, el primer presidente elegido democr¨¢ticamente en Mauritania, Sidi Mohamed Ould Cheikh Abdallahi, fue derrocado por el jefe de su guardia presidencial. Abdelaziz puso as¨ª fin a una experiencia mod¨¦lica en ?frica y en el mundo musulm¨¢n. Al cabo de un a?o organiz¨® unas controvertidas elecciones presidenciales que ¨¦l mismo gan¨® con mayor¨ªa absoluta. Con algunos peros, fueron avaladas por la comunidad internacional.
Como los militares han moldeado Mauritania, explic¨® Sendagorta, director general de ?frica en Exteriores, en noviembre de 2008, debemos trabajar con ellos para alcanzar nuestros objetivos: la lucha contra el terrorismo, el control de la inmigraci¨®n y el acuerdo de pesca con la Uni¨®n Europea del que se aprovechan los pesqueros espa?oles.
El general golpista orden¨® la detenci¨®n domiciliaria durante meses del derrocado Abdallahi, mientras Washington luchaba a brazo partido por liberarlo y reponerlo en su puesto. El Gobierno espa?ol cree que deber¨ªa ser puesto en libertad, recalc¨® Sendagorta, pero no debe volver al poder. Apenas hab¨ªa cumplido un a?o de mandato. Francia comparti¨® esa postura.
Mart¨ªnez, director de gabinete del ministro de Interior, Alfredo P¨¦rez Rubalcaba, hizo ver a los norteamericanos que EE UU y otras capitales europeas pod¨ªan tener un enfoque m¨¢s despegado de la situaci¨®n en Mauritania, centr¨¢ndose exclusivamente en el "asunto de la democracia". A diferencia de Espa?a, no estaban en primera l¨ªnea enfrent¨¢ndose a la inmigraci¨®n irregular que zarpa de ese pa¨ªs rumbo a Canarias.
AQMI "es la amenaza m¨¢s seria para Espa?a", declar¨® el teniente coronel Manuel Navarrete, del Servicio de Inteligencia de la Guardia Civil, ante un grupo de fiscales de EE UU en enero pasado. Dispone, seg¨²n su estimaci¨®n, de entre 800 y 1.000 hombres en armas en Argelia y en el Sahel.
Al a?o despu¨¦s del golpe, el general Abdelaziz result¨® vencedor de las presidenciales que ¨¦l mismo organiz¨®. El Gobierno espa?ol fue, junto con el marroqu¨ª, de los primeros en felicitarle mientras EE UU e incluso Francia prefirieron esperar varios d¨ªas, se?al¨® el embajador estadounidense en Nuakchot, Mark Boulware. "Espa?a reconoce el resultado pese a las orientaciones de la UE" que piden demorar el pronunciamiento del Consejo Constitucional, se sorprende Boulware. Francia "ha sido m¨¢s circunspecta" que Espa?a, concluye el embajador.
A diferencia de Espa?a y de Francia, tanto la Administraci¨®n del presidente George W. Bush como la de Barack Obama intentaron doblegar a los militares promoviendo sanciones de todo tipo. Esta posici¨®n "nos ha valido la admiraci¨®n de los mauritanos que combatieron el golpe y quiz¨¢ tambi¨¦n la de los que lo apoyaron", asegura satisfecho el embajador.
La firmeza estadounidense ante la Junta Militar no hizo olvidar a Washington la cooperaci¨®n antiterrorista con un pa¨ªs en el que, el 23 de junio de 2009, AQMI logr¨® asesinar, por primera vez, a un norteamericano en el Magreb. El 27 de julio de 2009 expertos de varias agencias de EE UU se reunieron en Nuakchot para poner al d¨ªa su plan de apoyo a Mauritania.
El apoyo casi ciego a unos militares mauritanos cuya prioridad era la lucha antiterrorista no estuvo re?ido, por parte del Gobierno espa?ol, con el pago de un "rescate desorbitado" a la rama magreb¨ª de Al Qaeda para obtener la liberaci¨®n de los tres rehenes catalanes secuestrados en noviembre de 2009 en Mauritania y trasladados al norte de Mal¨ª.
Por culpa de Espa?a "las exigencias de los secuestradores se han hinchado masivamente", se quej¨® ?douard Guillaud, consejero militar de Sarkozy, al general William Ward. La Embajada de EE UU en Madrid sospecha que los terroristas pidieron de entrada siete millones de d¨®lares (4,8 millones de euros) por sus tres cautivos espa?oles.
Guillaud formul¨® su queja en enero de este a?o, mucho antes de que el CNI (servicio secreto espa?ol) hubiese efectuado ning¨²n pago, por lo que probablemente alud¨ªa a la disposici¨®n espa?ola a abonar un rescate millonario, superior a los desembolsos que hicieron en 2009 otros Estados europeos y Canad¨¢ para lograr la puesta en libertad de sus ciudadanos. El consejero franc¨¦s aprovech¨® para asegurar que Francia no hab¨ªa sufragado ning¨²n rescate, algo que es rigurosamente falso.
Alicia G¨¢mez, la mujer espa?ola apresada, fue puesta en libertad en marzo, y los dos hombres, Roque Pascual y Albert Vilalta, en agosto.
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