"En el arte tambi¨¦n hay nacionalismos"
As¨ª da gusto. No solo carece de falsa modestia (lo cual le imprime franqueza), sino que no es propensa a eludir preguntas que para una nueva pueden resultar comprometidas. Aurora Zubillaga ha sido nombrada recientemente consejera delegada de la casa de subastas Sotheby's en Espa?a. "?Que si me lo esperaba? No, pero llevaba persigui¨¦ndolo mucho tiempo".
Ha elegido para comer una especie de bistr¨® en el noble barrio que acoge la Real Academia Espa?ola y el Ritz, frente al Retiro madrile?o, porque le queda cerca del trabajo. Seg¨²n se sienta silencia el m¨®vil. Luego elige la sopa del d¨ªa ("de setas, qu¨¦ rica") y una ensalada C¨¦sar. Despu¨¦s de vivir en M¨¦xico DF (donde naci¨® en 1971), Nueva York, Miami, Londres, Barcelona y Madrid sabe de sobra cu¨¢l es una buena C¨¦sar y cu¨¢l no.
La especialista se ha hecho cargo de la casa de subastas Sotheby's en Espa?a
Hija de padre bilba¨ªno y madre mexicana, Zubillaga es la ¨²ltima de cinco hermanos, cuatro chicas y un chico. El orden tiene que ver en que hoy est¨¦ donde est¨¢. Su familia volvi¨® a Espa?a y el COU ya lo estudi¨® en Madrid. Quer¨ªa ser arquitecta, pero hab¨ªa bastantes en su familia y la disuadieron. As¨ª que se decidi¨® por el interiorismo y mont¨® un estudio con una amiga. Dur¨® poco, as¨ª que se puso pr¨¢ctica y se fue a Londres (1998) a hacer un m¨¢ster de pintura europea en el Sotheby's Institute. Bingo. El especialista en esa materia dej¨® la firma. "Y yo estaba ah¨ª", sonr¨ªe.
Zubillaga vivi¨® en primera l¨ªnea el boom econ¨®mico, "cuando se vend¨ªa todo, hasta lo malo y mediocre, a cualquier precio. Pero eso se ten¨ªa que terminar", explica. Hablando de excesos, "en el caso espa?ol hab¨ªa obras menores contempor¨¢neas que se adquir¨ªan por tres veces su valor; un papel de Barcel¨® que puede costar entre 20.000 y 30.000 euros se vend¨ªa por 60.000". ?Y qui¨¦n compraba? "Hab¨ªa de todo, pero sobre todo mucho especulador, un coleccionista serio conoce el mercado y no paga 80 si vale 40".
Sotheby's decide en 2007 abrir oficina en Barcelona y le ofrecen hacerse cargo de ella, que lo asume "encantada". Y se encuentra con una plaza "particular". "En Espa?a el mercado es bastante regionalista y un poco m¨¢s conservador que en Italia, por ejemplo, donde se vende m¨¢s arte povera. Los gallegos quieren a sus pintores y los catalanes a los suyos. Es complicado encontrar un comprador catal¨¢n para un cuadro de Guti¨¦rrez Solana, o en Madrid uno para Zuloaga. En el arte tambi¨¦n hay nacionalismos, tiene cierta l¨®gica. Cada uno protege lo suyo, aunque conviene mantener un poco la visi¨®n internacional". Admite Zubillaga que ha visto hacer bastantes tonter¨ªas: "Hay colecciones del sur espa?ol que solo coleccionan romeros de torres". ?Y qu¨¦ aconseja? "Salir un poco de ah¨ª, una colecci¨®n de ¨¦xito tiene que ser variada".
La crisis, c¨®mo no, tambi¨¦n hace un trabajo de criba. "Hay mejor obra disponible porque hay gente que necesita deshacerse de ella, como Lehman Brothers", dice con su acento latinoamericano "de Miami". Cita a Hong Kong como el lugar donde hoy se vende todo lo que se subasta, es decir, "se consigue white glove (guante blanco), que no es f¨¢cil". Ahora, tras recorrer el mundo, Zubillaga recala por segunda vez en Madrid. Y aunque todo parece fluir en ella con naturalidad, asegura que no todo ha sido un camino de rosas. "Me he arriesgado con ganas y convencimiento". Al contrario que con el postre; solo picotea un trozo de tarta.
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