EE UU se desinteres¨® pronto de la hip¨®tesis ETA / 11-M

La diplomacia de Estados Unidos se desinteres¨® r¨¢pidamente de la hip¨®tesis de ETA como supuesta autora de la matanza del 11-M en Madrid, mantenida en los mensajes a Washington el d¨ªa en que se produjo el atentado y citando -como era p¨²blico y notorio- el convencimiento transmitido por el Gobierno de Aznar sobre esa autor¨ªa. En los m¨¢s de 200 telegramas en los que se menciona a ETA cursados entre 2004 y 2010, no aparece rastro alguno de informaci¨®n especial o cooperaci¨®n espec¨ªfica de Estados Unidos en la lucha contra ETA. Por el contrario, algunos de los mensajes posteriores a la tr¨¢gica matanza de marzo de 2004, y hasta el fin de la presidencia de George W. Bush, muestran cierta impaciencia norteamericana por el desenfoque de los objetivos de seguridad de los espa?oles, a su juicio tan obsesionados por el "terrorismo interior" (as¨ª aluden constantemente a ETA) como poco atentos al radicalismo islamista y a lo que Bush hab¨ªa llamado "la guerra global contra el terror". Las autoridades de Estados Unidos no han dejado de presionar peri¨®dicamente a Espa?a para que este pa¨ªs cambie su mentalidad antiterrorista, y en consecuencia, la organizaci¨®n de sus cuerpos de seguridad y la legislaci¨®n antiterrorista, que ven orientada hacia el combate contra una organizaci¨®n centralizada, como es ETA, y poco apta o que deja lagunas en la lucha contra un radicalismo islamista mucho m¨¢s disperso, m¨¢s complejo y peligroso.

"Un segmento del PP y un peri¨®dico dicen que ETA tiene algo que ver con el 11 de marzo"

"A pesar de que hace ya m¨¢s de dos a?os y medio de los atentados contra los trenes de Madrid sucedidos el 11 de marzo de 2004, y de la pr¨¢cticamente universal aceptaci¨®n por la opini¨®n espa?ola y por los expertos en terrorismo de que fueron perpetrados por simpatizantes de Al Qaeda", se lee en una nota confidencial del 20 de octubre de 2006, "un segmento del Partido Popular, en la oposici¨®n, y el peri¨®dico El Mundo contin¨²an acusando al Partido Socialista de conspiraci¨®n y encubrimiento, y reclaman que el grupo terrorista vasco ETA tiene algo que ver con los ataques del 11 de marzo".

Un telegrama anterior, clasificado como "secreto" el 7 de abril de 2005, ya se?alaba que la polic¨ªa espa?ola hab¨ªa triplicado desde el 11-M el n¨²mero de sus investigadores contra el extremismo isl¨¢mico, pero ten¨ªa que hacer frente "a la presi¨®n p¨²blica y pol¨ªtica para usar sus recursos enfoc¨¢ndolos a acabar con la larga campa?a de ETA contra el Estado espa?ol".

Insisten, insisten, insisten. El 13 de septiembre de 2007, la Embajada en Madrid env¨ªa un largo informe a Dell Dailey, coordinador para contraterrorismo en el Departamento de Estado. Le explica que observa una clara voluntad en el "Gobierno socialista" -as¨ª lo dicen- de apoyar con fuerza a sus cuerpos de seguridad, pero que la tarea es compleja, porque solo desde el 11-M, las autoridades han colocado el combate contra el terrorismo isl¨¢mico entre sus grandes prioridades.

Otros telegramas posteriores apuntan claramente lo que quieren conseguir del Gobierno espa?ol. En una nota clasificada "secreta", del 18 de noviembre de 2008, se lee que las leyes antiterroristas espa?olas "fueron dise?adas con el grupo terrorista ETA en mente". Pero gran n¨²mero de acciones de las fuerzas de seguridad y judiciales espa?olas han mostrado "la necesidad de actualizar su armaz¨®n judicial para enfrentarse mejor a la amenaza planteada por el terrorismo radical isl¨¢mico". El problema que inquieta a las autoridades estadounidenses es que "mientras las fuerzas espa?olas de seguridad tienen una amplia discreci¨®n para detener a sospechosos de terrorismo", su condena judicial "frecuentemente" se derrumba en la fase de apelaci¨®n al Tribunal Supremo. Citan a un experto espa?ol en terrorismo para apoyar la idea de que la mayor¨ªa de los jueces del Supremo no consideran delito la conspiraci¨®n y la colaboraci¨®n de islamistas radicales en la preparaci¨®n de un ataque. A pesar de lo sucedido en Madrid con la matanza del 11-M, la legislaci¨®n antiterrorista no ha cambiado y de ah¨ª que los jueces rechacen la tesis de que los sospechosos de "c¨¦lulas" peque?as y aisladas puedan formar parte de una organizaci¨®n criminal m¨¢s amplia.

El citado telegrama secreto del embajador examina la docena de operaciones realizadas en Catalu?a contra el islamismo radical, desde el 11 de septiembre de 2001. Y hace ver a su Gobierno la importancia de esa comunidad como vivero de posibles terroristas. Por eso concluye apoyando el refuerzo de la presencia de personal norteamericano en una "multiagencia" de su pa¨ªs instalada en Barcelona, cuyo objetivo es que trabajen conjuntamente los agentes antiterroristas, los de anticrimen organizado y el servicio de inteligencia. El embajador aprovecha para confirmar que se ha incorporado una persona m¨¢s a ese centro conjunto y que muy pronto se espera a otros.

?Y ETA? Dentro ya de 2010, el actual embajador de Estados Unidos, Alan D. Solomont, escuch¨® decir a Mar¨ªa Teresa Fern¨¢ndez de la Vega, cuando era vicepresidenta primera del Gobierno, que "el ¨¦xito contra ETA en los ¨²ltimos a?os es en gran parte debido a la mejorada cooperaci¨®n con Francia". Y anteriormente, en mayo de 2009, el fiscal general del Estado, C¨¢ndido Conde-Pumpido, hab¨ªa precisado que Espa?a y Francia contaban con 11 equipos conjuntos de investigaci¨®n, durante una reuni¨®n privada celebrada en Madrid con altos cargos policiales y judiciales espa?oles, organizada por la embajada de M¨¦xico.

Sin excluir la posibilidad de que se haya producido alguna intervenci¨®n norteamericana en relaci¨®n con la banda, no reflejada en la correspondencia diplom¨¢tica, est¨¢ claro que desde los canales del Departamento de Estado no se matiza ni se cuestiona a las autoridades espa?olas cuando les dicen que el gran colaborador contra ETA ha sido Francia. De los 200 telegramas diplom¨¢ticos en los que se menciona a ETA, muchos de ellos meramente burocr¨¢ticos y repetitivos, queda claro que el inter¨¦s de la Embajada de Estados Unidos por la banda ha sido calcular su capacidad para desestabilizar las instituciones espa?olas.

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