Un fallo de Kioto incentiva el uso de gases nocivos en pa¨ªses pobres
Bruselas quiere terminar con el sistema m¨¢s lucrativo de intercambio de CO2.- La Comisi¨®n cree que las el¨¦ctricas compensan emisiones sin ayudar al clima
El principal sistema usado por las empresas europeas para compensar sus emisiones de CO2 en pa¨ªses en desarrollo est¨¢ bajo sospecha. La Comisi¨®n Europea ha propuesto a los Estados prohibir el uso de cr¨¦ditos de CO2 derivados de la quema de un gas de efecto invernadero, el HFC-23, porque considera que en realidad el sistema ha impulsado el aumento de sustancias que da?an la capa de ozono y duda de que se reduzcan las emisiones de di¨®xido de carbono. Las el¨¦ctricas europeas tienen cientos de millones de euros comprados con ese sistema y piden que el veto no se aplique de forma retroactiva. En Espa?a, Enel-Endesa ser¨ªa la m¨¢s afectada por la decisi¨®n, pero tambi¨¦n est¨¢n Repsol, Cepsa, Gas Natural Fenosa, Cementos Portland e Iberdrola.
El mecanismo de desarrollo limpio (MDL) creado por el Protocolo de Kioto permite a las firmas europeas compensar parte de sus emisiones. Pueden invertir en una planta eficiente en pa¨ªses en desarrollo y se apuntan el ahorro de CO2 conseguido para emitirlo en Europa. Hay m¨¢s de 2.500 proyectos presentados a Naciones Unidas, pero el m¨¢s rentable -y el que m¨¢s cr¨¦ditos de CO2 genera- ha resultado m¨¢s que pol¨¦mico. El HFC-23 tiene un poder de calentamiento 11.700 veces superior al CO2, as¨ª que por cada tonelada de HFC-23 que no va a la atm¨®sfera, las firmas reciben permiso para emitir 11.700 toneladas de di¨®xido de carbono. El HFC-23 es un residuo que aparece al usar HFC-22, gas empleado en la fabricaci¨®n de aires acondicionados en pa¨ªses en desarrollo.
"Consecuencias indeseables"
El sistema, seg¨²n Bruselas, es fallido porque ha generado "consecuencias indeseables". Quemar HFC-23 es muy barato. Cada planta cuesta unos siete millones de d¨®lares (5,3 millones de euros) y los costes anuales de operaci¨®n son de 200.000 d¨®lares (151.000 euros). Con esa inversi¨®n se puede eliminar el equivalente a unos cinco millones de toneladas de CO2, que al precio del mercado rondan los 50 millones de euros. Una inversi¨®n m¨¢s que redonda. Las plantas de tratamiento de HFC-23 surgieron en China (10), India (7) y una en Corea, Argentina y M¨¦xico. Aunque son solo 20 (frente a m¨¢s de 2.500 proyectos de CDM presentados) han generado el 52% de los cr¨¦ditos de CO2 para las firmas europeas.
Es tan rentable que tiene sentido generar m¨¢s HFC-22, un gas contaminante para la capa de ozono. El precio del derecho de emisi¨®n generado por evitar una tonelada de HFC-23 es entre 2,5 y 3,3 veces superior al de comprar HFC-22. Y la Comisi¨®n tiene dudas de que las emisiones evitadas de CO2 sean tales. Es decir, que sin esos incentivos quiz¨¢ no se habr¨ªa producido el HFC-23 y por lo tanto no habr¨ªa que eliminarlo. La ONG CDM-Watch, que denunci¨® la situaci¨®n a principios de 2010, es m¨¢s contundente. "Son cr¨¦ditos de CO2 que no ahorran nada de CO2 y que van en contra de la pol¨ªtica de la UE", dice Eva Filzmoser.
Ismael Romeo, director de la bolsa de CO2 Sendeco2, explica que el sistema ha generado todo tipo de sospechas: "Se sospecha que en China se genera cada vez m¨¢s HFC-22 para poder eliminar el subproducto, el HFC-23 y vender el derecho de CO2". El Gobierno chino ha puesto impuestos de hasta el 65% sobre esta transacci¨®n, por lo que ingresa ingentes cantidades de dinero. Romeo opina que "el CDM funciona, pero que no se han controlado los efectos secundarios" del sistema de compensaci¨®n de emisiones.
El informe destaca que la UE est¨¢ por un lado financiando la eliminaci¨®n del HFC-22 dentro del Protocolo de Montreal para defender la capa de ozono y, por otro, impulsando su producci¨®n. El veto propuesto a partir de 2013 ser¨¢ debatido previsiblemente por los ministros el 15 de diciembre, pero se podr¨ªa retrasar. Est¨¢ sometida a presiones. En Europa, de aqu¨ª a 2012, esos derechos de emisi¨®n rondar¨¢n los 5.000 millones de euros, seg¨²n el sector.
Cristina Rivera, jefa del departamento de Cambio Clim¨¢tico de la patronal el¨¦ctrica, Unesa, pide que se matice la propuesta: "Podemos estar de acuerdo en que ambientalmente no tiene sentido, pero no se puede aplicar una restricci¨®n de forma retroactiva. Esos proyectos han sido aprobados por Naciones Unidas y tienen todos los permisos europeos. ?Qui¨¦n va a invertir en el CDM si te pueden cambiar las reglas en cualquier momento? Que impidan la apertura de nuevas plantas", afirma. La preocupaci¨®n del sector en Canc¨²n es palpable. La patronal europea ha protestado y la espa?ola espera contar con el apoyo del Gobierno para suavizar la propuesta.
Un ciclo perverso
- La UE permite a las empresas invertir en proyectos que ahorren emisiones de CO2 en pa¨ªses en desarrollo a cambio de cr¨¦ditos de carbono. Es el Mecanismo de Desarrollo Limpio (MDL).
- El MDL que m¨¢s cr¨¦ditos genera es la eliminaci¨®n del gas HFC-23, un derivado del HFC-22. Cada tonelada de HFC-23 que no se emite permite a la empresa emitir 11.700 de CO2.
- 20 plantas en el mundo queman el HFC-23 y venden cr¨¦ditos de CO2. La UE paga para eliminar el HFC-22 en el Protocolo de Montreal, pero su mercado de emisiones estimula su producci¨®n.
- El¨¦ctricas como Enel-Endesa tienen cientos de millones de euros invertidos en estos derechos.
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