El Gabinete de Crisis moviliz¨® tambi¨¦n al CNI
La convocatoria de la Comisi¨®n Delegada del Gobierno para Situaciones de Crisis, el pasado s¨¢bado por la tarde en La Moncloa, supuso la incorporaci¨®n formal a este conflicto del Centro Nacional de Inteligencia (CNI). El director del servicio secreto, el general F¨¦lix Sanz, particip¨® activamente en la reuni¨®n de este ¨®rgano y permaneci¨® todo el puente en Madrid. Desde el viernes por la tarde ya funcionaba un primer comit¨¦ de crisis en la sede del Ministerio de Fomento.
El problema de los controladores no figura en la vigente Directiva de Inteligencia, que fija los objetivos del CNI para este a?o, pero este documento secreto ya prev¨¦ que el presidente le pueda encomendar cualquier otra tarea que considere necesaria. El pre¨¢mbulo del decreto sobre el estado de alarma, que habla de una "calamidad p¨²blica de enorme magnitud", justificar¨ªa por s¨ª mismo la movilizaci¨®n del principal servicio de informaci¨®n del Estado.
El CNI dispone de instrumentos de investigaci¨®n de los que carecen los cuerpos policiales a la hora de identificar a los promotores de una presunta sedici¨®n. Cuenta, por ejemplo, con un juez ad hoc del Supremo, en servicio las 24 horas, que puede autorizar la interceptaci¨®n de comunicaciones o los registros domiciliarios, sin necesidad de que exista un proceso judicial abierto. El problema es que las pruebas as¨ª obtenidas han tenido, hasta ahora, dif¨ªcil encaje ante los tribunales.
En cambio, no parece que el Gobierno tuviera necesidad de que el CNI le avisara del problema que se le ven¨ªa encima. Lo sab¨ªa. E incluso lo ten¨ªa medido. Si los controladores de Madrid aplicaban el mismo c¨®mputo de horas de trabajo anual que sus compa?eros de Santiago y Canarias, m¨¢s de un tercio de la plantilla de Barajas y del centro de control de Torrej¨®n faltar¨ªa a su puesto en diciembre. Simples matem¨¢ticas.
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