Lecciones sovi¨¦ticas para Liu Xiaobo
La 'perestroika' rehabilit¨® a los galardonados rusos, denostados por la URSS
La reacci¨®n de las autoridades chinas a la concesi¨®n del Premio Nobel al disidente Liu Xiaobo no es un caso aislado. El menosprecio del galard¨®n -que para Pek¨ªn es una "obscenidad"- fue el que mostr¨®, en su momento, la antigua Uni¨®n Sovi¨¦tica hacia los nobel que no encajaban con la propaganda del Kremlin.
Cuando en 1975 el comit¨¦ noruego otorg¨® el Nobel de la Paz al padre de la bomba sovi¨¦tica de hidr¨®geno, Andr¨¦i S¨¢jarov, convertido en un activista por las libertades y los derechos humanos en la URSS, el comentario de Radio Mosc¨² fue que el f¨ªsico era "un don nadie cuyas declaraciones sobre asuntos pol¨ªticos no muestran nada m¨¢s que su voluntad de complacer a sus amos en Occidente".
Antes de China, solo la Alemania de Hitler boicote¨® totalmente la ceremonia
Sin embargo, en la ceremonia de entrega la silla no qued¨® vac¨ªa, como sucedi¨® ayer y hab¨ªa ocurrido en 1935 cuando Adolf Hitler prohibi¨® a los alemanes que acudieran a recoger el premio concedido a Carl von Ossietzky. La esposa de S¨¢jarov, Elena Bonner, fue a recibir el premio, como con posterioridad har¨ªan, en 1983, la esposa del nobel de la Paz polaco Lech Walesa y, en 1991, el hijo mayor de la l¨ªder de la oposici¨®n birmana, Aung San Suu Kyi.
Cinco a?os despu¨¦s de que S¨¢jarov obtuviera este importante reconocimiento internacional, el Kremlin decidi¨® detenerle y desterrarle junto a su esposa a la ciudad de Gorki, hoy Nizhni N¨®vgorod, donde permanecieron hasta fines de 1986, cuando Gorbachov permiti¨® al f¨ªsico regresar a la capital.
El acoso al que fue sometido S¨¢jarov ten¨ªa dos antecedentes ilustres. En 1958 la Academia Sueca otorg¨® el Premio Nobel de Literatura a Bor¨ªs Pasternak. El Sindicato de Escritores tach¨® entonces al autor del Doctor Zhivago de "ermita?o aislado de la gente, que se regodea en su propia degradaci¨®n moral". El poeta cay¨® en desgracia en los a?os treinta, cuando fue acusado de subjetivismo. Los cr¨ªticos representantes del realismo socialista le reprochaban que su obra no hablara del presente ni del ideal sovi¨¦tico. Si el poeta no corri¨® la suerte tr¨¢gica de muchos de sus colegas y logr¨® esquivar el gulag fue gracias a la simpat¨ªa que le ten¨ªa Stalin, a quien aparentemente gustaban sus poes¨ªas. Pero cuando Pasternak salt¨® a la fama en Occidente, tras la publicaci¨®n, en 1957 en Italia, de Doctor Zhivago, en la URSS se orquest¨® una campa?a contra ¨¦l. Vlad¨ªmir Semichastny -entonces jefe del Komsomol, la organizaci¨®n de las juventudes comunistas, y despu¨¦s del KGB- trat¨® al poeta, en un discurso p¨²blico, de "oveja sarnosa", dijo que era peor que un cerdo y calific¨® sus obras de "escritos plagados de calumnias". Ni Pasternak ni nadie de su familia pudieron ir a la ceremonia y los rusos tuvieron que esperar la perestroika para leer su famosa novela.
No tuvo mejor suerte Alexandr Solzhenitsin, ganador del Nobel de Literatura en 1970. El escritor, que se hab¨ªa hecho famoso en Rusia despu¨¦s de la publicaci¨®n de Un d¨ªa en la vida de Iv¨¢n Den¨ªsovich, fue expulsado de la Uni¨®n de Escritores Sovi¨¦ticos por haber denunciado la censura oficial. Solzhenitsin decidi¨® no ir a Estocolmo ya que, si lo hac¨ªa, se arriesgaba a ser privado de la ciudadan¨ªa sovi¨¦tica y a que le cerraran las puertas del regreso a la URSS, y ¨¦l quer¨ªa terminar su Archipi¨¦lago Gulag, la monumental denuncia de los campos de concentraci¨®n estalinistas para la que hab¨ªa entrevistado a m¨¢s de 200 supervivientes. Recibi¨® el Nobel cuatro a?os m¨¢s tarde, despu¨¦s de ser deportado de la URSS.
S¨¢jarov y Solzhenitsin fueron rehabilitados por Gorbachov al final de la d¨¦cada de los ochenta. Pek¨ªn y Liu Xiaobo a¨²n esperan su perestroika.
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