Per¨² pide ayuda a EE UU ante el rebrote de Sendero Luminoso
El pa¨ªs andino necesita apoyo militar para sofocar el resurgimiento de la guerrilla mao¨ªsta, vinculada ahora al narcotr¨¢fico - Lima y Washington temen que el grupo armado cree 'zonas liberadas' en ¨¢reas inaccesibles
Estados Unidos prestar¨¢ asistencia militar a Per¨² para acabar con el terrorismo de Sendero Luminoso, que caus¨® buena parte de los m¨¢s de 69.000 muertos registrados en las d¨¦cadas de los ochenta y noventa, seg¨²n muestran los cables del Departamento de Estado. Esa guerrilla coloc¨® al Estado contra las cuerdas, y ha resurgido en el Alto Huallaga y Valles del Apur¨ªmac y Ene, donde cobra peaje al narcotr¨¢fico y adoctrina a los empobrecidos habitantes de esas regiones andinas.
El salvajismo de la milicia mao¨ªsta fue tan intenso, y los nuevos ataques, tan alarmantes, que la Embajada norteamericana ha pedido a Washington m¨¢s colaboraci¨®n con el Ej¨¦rcito peruano y un programa contra las minas detonadas por Sendero Luminoso en las rutas transitadas por el Ej¨¦rcito, seg¨²n un cable del pasado a?o. La prioridad del Gobierno es liquidar a Sendero en el Apur¨ªmac y para ello firm¨® un contrato de nueve millones de d¨®lares con un especialista israel¨ª, seg¨²n otro despacho.
El tr¨¢fico de droga y el terrorismo, dicen los informes, pueden frenar el progreso peruano
La guerrilla perpetr¨® en poco m¨¢s de un a?o cien ataques, mat¨® a 75 agentes y derrib¨® un helic¨®ptero
El violento rebrote del movimiento comunista, su asociaci¨®n con el narcotr¨¢fico y la ret¨®rica antiyanqui de sus propagandistas intranquiliza a Estados Unidos, cuya Embajada colabora con los servicios de inteligencia peruanos y apremia la ayuda como "una soluci¨®n a un verdadero problema en el campo de batalla". El objetivo es impedir que Sendero pueda llegar a crear una zona liberada en ¨¢reas sin apenas presencia del Estado, al igual que ocurri¨® con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) a finales de los noventa. La insurgencia, emboscada en una agreste geograf¨ªa, consigui¨® una "impresionante serie de ¨¦xitos en poco m¨¢s de un a?o", seg¨²n el cable, con m¨¢s de 100 ataques, el derribo de un helic¨®ptero, y la muerte de, al menos, 50 soldados y 25 polic¨ªas.
El estallido de minas artesanales causa estragos en las patrullas y causa desprendimientos que sepultan dotaciones motorizadas. La c¨²spide del Ej¨¦rcito peruano pidi¨® a EE UU un programa de tecnolog¨ªa militar contra los explosivos-trampa porque ralentizan el avance de las patrullas. El embajador, Michael McKinley, aconsej¨® al Departamento de Estado la urgente aprobaci¨®n de la asistencia. "Creemos que nuestra implicaci¨®n (con la entrega del programa) nos aportar¨¢ valiosas ense?anzas sobre las minas, tal como ocurri¨® durante la guerra del Cenepa de 1995", en que Per¨² y Ecuador entraron en colisi¨®n b¨¦lica por el control territorial de la Cordillera del C¨®ndor.
Pero las necesidades de Per¨² no se agotan en esa ayuda, tal como queda explicitado en el cable dirigido al general Douglas M. Fraser, del Comando Sur, antes de su visita a Per¨². La naci¨®n andina reclama entrenamiento y transporte, equipamiento a¨¦reo, informaci¨®n precisa del selv¨¢tico teatro de operaciones de la guerrilla a trav¨¦s de im¨¢genes servidas por sat¨¦lite, la renovaci¨®n de su moribunda flota de helic¨®pteros y medios para la construcci¨®n de un aeropuerto en Pichari. El narcotr¨¢fico y el terrorismo pueden llegar a destruir el progreso y la seguridad de Per¨², seg¨²n advierte McKinley, a finales del 2009. "Su visita (la del general) es una oportunidad de demostrar nuestro inter¨¦s en apoyar, desde las discretas ¨¢reas donde estamos mejor posicionados, los esfuerzos del Gobierno de Per¨² para combatir esa amenazas".
Los dos pa¨ªses quieren liquidar una guerrilla nacida en 1980 con el nombre de Partido Comunista de Per¨²-Sendero Luminoso, acaudillada por Abimael Guzm¨¢n hasta su detenci¨®n, en 1992, y promotora de la demolici¨®n de las estructuras "burguesas" en beneficio de otras campesinas y revolucionarias. Cuenta con varios cientos de hombres en armas, entre 200 y 500 y, seg¨²n fuentes oficiales, hasta un total de 2.000 camuflados en poblaciones del Huallaga, los valles fluviales y los arrabales de Lima. No ser¨¢ f¨¢cil la definitiva derrota de los pelotones rebeldes, pues el equipamiento del soldado peruano es muy precario, y dif¨ªcilmente puede vencer a un enemigo apostado en alturas de 4.000 metros que complican la entrada en liza de los helic¨®pteros artillados. Las trincheras naturales son, adem¨¢s, numerosas y la densa jungla protege a las columnas senderistas de la persecuci¨®n a¨¦rea.
La banda mao¨ªsta sufri¨® una escisi¨®n tras la ca¨ªda de Guzm¨¢n, pero la facci¨®n del Alto Huallaga, encabezada por el camarada Artemio, por cuya captura se ofrecen m¨¢s de 200.000 euros, responde al proyecto del fundador, que cumple cadena perpetua en la base naval del Callao. La otra facci¨®n opera en la regi¨®n Apur¨ªmac-Ene. El jefe de la Direcci¨®n Nacional de Inteligencia (DINI) en 2006, contralmirante retirado Julio Raygada, inform¨® al embajador sobre la asociaci¨®n de los senderistas con el narcotr¨¢fico, pero precis¨® que no son narcoterroristas ya que "permanecen ideol¨®gicamente aferrados a sus objetivos de largo plazo". Sendero Luminoso lucha en dos frentes: el militar y el pol¨ªtico para desencadenar, a largo plazo, una "guerra popular". Ataca y se oculta en la sociedad civil para informarse y preparar nuevas campa?as; cometen asesinatos selectivos, ocupan aldeas y, ocasionalmente, saltan del campo a la ciudad.
Cuatro a?os despu¨¦s de la formulaci¨®n, el an¨¢lisis de Raygada parece vigente: los senderistas "est¨¢n haciendo esfuerzos para fortalecer su infraestructura y bases de apoyo" y mantienen lazos con "muchas" de las 10.057 personas excarceladas entre 1982 y el 2005 tras cumplir condena por terrorismo. El movimiento quiere mantener "focos de actividad", reactivar comit¨¦s en Lima y otras poblaciones, captar fondos en 70 localidades cocaleras, aplicar el impuesto revolucionario a taladores ilegales y contrabandistas de combustibles, infiltrarse en radios locales y rondas campesinas, y recuperar tribunas en universidades y sindicatos docentes.
De acuerdo con el ex jefe de los servicios de inteligencia, las ONG Instituto de Defensa Legal y Justicia Viva, que han recibido financiaci¨®n de la Embajada, son "propagandistas" de Sendero Luminoso. Las maniobras de aproximaci¨®n a los campesinos son ahora m¨¢s pol¨ªticas: habilitan consultorios m¨¦dicos y escuelas en zonas desatendidas por el Gobierno. Fuentes citadas en los cables no descartan que Sendero Luminoso presente candidatos camuflados en elecciones locales.
La ferocidad mao¨ªsta de los ochenta, emulada por las pol¨ªticas de tierra arrasada del Ej¨¦rcito, parece haber sido olvidada en algunos ¨¢mbitos, a juzgar por el cable que recoge el recibimiento dispensado el pasado a?o en Ayacucho a Alfredo Crespo, abogado de Abimael Guzm¨¢n, que imparti¨® clases en la universidad de esa regi¨®n. "Fue c¨¢lidamente recibido por las radios y peri¨®dicos locales y grupos estudiantiles". La legaci¨®n comunica a Washington que "la gran corrupci¨®n entre los pol¨ªticos locales hace que alguna gente sienta nostalgia de los d¨ªas en que Sendero Luminoso mataba a los pol¨ªticos corruptos para advertir a otros".
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