Tr¨¢nsfugas y rebeldes salvan a Berlusconi
El primer ministro italiano supera la moci¨®n de censura por 314 votos frente a los 311 de la oposici¨®n - La C¨¢mara de los Diputados vive un bochornoso espect¨¢culo
El Gobierno de Silvio Berlusconi super¨® ayer en la C¨¢mara de Diputados la moci¨®n de censura presentada por la oposici¨®n y los grupos de centro-derecha Futuro y Libertad (FLI) y Uni¨®n de Centro (UDC). Una votaci¨®n igualad¨ªsima y vergonzosa, adobada con broncas, empellones, insultos y sobornos en vivo, acab¨® sellando la supervivencia pol¨ªtica del primer ministro, de 74 a?os, por 314 votos contra 311, con dos abstenciones.
Resultaron decisivos los votos de tres tr¨¢nsfugas contratados para la ocasi¨®n por el sector de fichajes del Pueblo de la Libertad (PDL): un ex diputado del Partido Democr¨¢tico (PD) y dos viejos miembros de Italia de los Valores (IDV). A eso se sum¨® la traici¨®n navajera de tres diputados de Fini, dos mujeres y un hombre, que decidieron a ¨²ltima hora abandonar a su l¨ªder.
Emisarios del primer ministro negociaron el cambio del voto de varios diputados
"Es una victoria p¨ªrrica; escandalosa", asegur¨® el dirigente opositor Bersani
Seg¨²n denunci¨® la oposici¨®n, durante la votaci¨®n, que dur¨® dos horas al ser nominal, presencial y en dos turnos, emisarios del Pueblo de la Libertad siguieron negociando a la luz del d¨ªa con diputados de la minor¨ªa para que cambiaran el sentido del voto. La jornada se desarroll¨® en un clima de enorme tensi¨®n. Dentro del Parlamento hubo gritos permanentes, varias diputadas acudieron escoltadas a cantar su voto a los secretarios de la mesa y cuando le toc¨® a la diputada finiana Catia Polidori se produjo un conato de agresi¨®n entre algunos miembros del PDL y sus archirrivales del FLI.
En las calles, al conocerse el resultado de la moci¨®n de censura, estall¨® la violencia en las manifestaciones de estudiantes y trabajadores que recorr¨ªan varias ciudades, y especialmente en la capital. Adem¨¢s de en Roma, donde hubo 40 heridos, se produjeron protestas y graves disturbios en Palermo, Mil¨¢n, Tur¨ªn, Trieste, N¨¢poles, Bari y G¨¦nova.
El impulsor de la moci¨®n de censura, Gianfranco Fini, presidi¨® la sesi¨®n del Congreso con frialdad aparente, aunque tuvo que suspenderla cuando uno de sus diputados, Fabio Granata, se enganch¨® con un colega del PDL. En el intervalo, Fini volvi¨® a fumar despu¨¦s de un a?o sin hacerlo. Al acabar el recuento de votos, cuando ya abandonaba el hemiciclo, varios parlamentarios de la Liga Norte le gritaron con insistencia "dimisi¨®n, dimisi¨®n", y "coglionazzo" (capullo). Fini replic¨® despu¨¦s con una nota aleg¨®rica sobre la conversi¨®n de San Pablo llena de sarcasmo y bilis: "Ha sido una victoria num¨¦rica, pero no pol¨ªtica. Nuestra derrota ha sido todav¨ªa m¨¢s dolorosa por la desinteresada fulguraci¨®n sobre el camino de Damasco de tres exponentes de Futuro y Libertad".
Berlusconi festej¨® su victoria con una sola frase: "Lo sab¨ªa, os dije que los finianos se partir¨ªan en dos". Antes, hab¨ªa recibido en la sala del Gobierno de Montecitorio a algunos de los chaqueteros que le hab¨ªan permitido ganar la moci¨®n.
La teatralidad de la pol¨ªtica italiana exig¨ªa que los tr¨¢nsfugas decisivos no acudieran a la primera llamada al voto: al salir a hacerlo en solitario en la segunda, pudieron pasear por los bancos del Gobierno en loor de infamia, recibiendo ovaciones y palmetazos.
Las tres diputadas que estaban a punto de romper aguas acudieron finalmente a votar, una de ellas en ambulancia y con silla de ruedas; su presencia no alter¨® el resultado.
Contra la moci¨®n de censura votaron, como se esperaba, los 235 diputados del PDL, los 59 de la Liga, 11 de los 12 de Noi Sud (una especie de Liga Norte sure?a), y cuatro diputados sueltos: Francesco Nucara, Francesco Pionati, Maurizio Grassano y Gianpiero Catone.
A ellos se sumaron seis tr¨¢nsfugas de ¨²ltima hora: las finianas Maria Grazia Siliquini y Catia Polidori, y el autodenominado Grupo de Responsabilidad Nacional, formado por Domenico Scilipoti, Bruno Cesario (ambos ex IDV) y Massimo Calearo (ex PD). Un tercer finiano desertor, Silvano Moffa, prefiri¨® no votar.
"No cambia nada", se?al¨® al acabar la sesi¨®n el l¨ªder de la oposici¨®n, Pierluigi Bersani. "Es una victoria p¨ªrrica. Hemos vivido una escandalosa compraventa de votos, que entrega al pa¨ªs un Gobierno m¨¢s d¨¦bil y una oposici¨®n m¨¢s amplia".
Massimo D'Alema, el l¨ªder en la sombra del Partido Democr¨¢tico, mostr¨® su flema habitual: "No es una bonita p¨¢gina de historia parlamentaria", analiz¨®, "hemos asistido a una escena de transformismo, al mercadeo hasta el ¨²ltimo minuto, a esa forma de esperar la segunda leva para aparecer como salvadores. Un espect¨¢culo que alimenta el peor pasotismo".
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