La oposici¨®n de centroderecha a Berlusconi se moviliza en una nueva formaci¨®n
Cinco partidos, entre ellos Futuro y Libertad, del disidente Gianfranco Fini, forman una coalici¨®n
Algo se mueve bajo el ca¨®tico paraguas de la pol¨ªtica italiana. Un d¨ªa despu¨¦s del voto que confirm¨® de un soplo -con apenas 3 votos de diferencia- la confianza del Parlamento en el Gobierno y en su Presidente, la oposici¨®n a Silvio Berlusconi empieza a organizarse. No la de izquierdas, que sigue perdida en la crisis, clamando improbables dimisiones del jefe del Ejecutivo y la formaci¨®n de un nuevo Gabinete de gran coalici¨®n. Sino la de centro y de derechas, es decir, los partidos cat¨®licos, autonomistas y Futuro y Libertad (FLI), liderado por Gianfranco Fini, ex pareja pol¨ªtica de Il Cavaliere, presidente del Congreso expulsado en julio del com¨²n Pueblo de la Libertad. Anoche cinco partidos fundaron el Polo de la naci¨®n. Una nueva coalici¨®n, que se coloca en el medio de la arena pol¨ªtica, como alternativa moderada a la alianza derechista entre Berlusconi y la Liga Norte y, por supuesto, a la izquierda deshilachada.
All¨ª confluyen a partir de hoy los 32 diputados del FLI y la Uni¨®n de Centro, del cat¨®lico Pier Ferdinando Casini, cortejado por todos los bandos como el que puede marcar la diferencia en los ajustados equilibrios del Congreso, con sus 35 diputados. Al lado de estos dos pilares m¨¢s robustos, se han posicionado siete diputados de tres fuerzas minoritarias: los autonomistas sicilianos (MPA), los cat¨®licos del ex-Dem¨®crata Francesco Rutelli (API) y los Liberales. Ellos mismos se definen como un "polo de responsabilidad" (palabra muy utilizada en esta ¨²ltima y convulsa fase de la pol¨ªtica italiana), "una oposici¨®n que no busca el choque directo con el Gobierno, sino que es constructiva y trabaja para promulgar reformas y normas ¨²tiles para el pa¨ªs". Declaraciones bastante nebulosas que no ayudan a aclarar el sentido pol¨ªtico (y la fuerza electoral efectiva) de este proyecto.
Los rostros sonrientes, las declaraciones conjuntas y los apretones de mano entre Fini y Casini a favor de c¨¢mara no bastan para que los analistas (y, de paso, el electorado que asiste cada d¨ªa m¨¢s confundido al acercarse la posibilidad de elecciones adelantadas ) conf¨ªen en la fuerza y entiendan el calado de esta operaci¨®n. "Un desaf¨ªo a Berlusconi", titula el izquierdista La Repubblica. "Se trata de una respuesta del ¨¢rea moderada al voto del martes -escribe su analista Massimo Giannini- justo cuando el jefe de Gobierno ha vuelto a abrir el bolsillo para la compraventa de parlamentarios [para disponer de n¨²meros m¨¢s c¨®modos en las dos C¨¢maras], revelando una trashumancia colectiva de miembros del FLI y una presi¨®n sobre los miembros del UDC". Un desaf¨ªo, el del Polo della Nazione, que parece m¨¢s un despliegue defensivo que algo con capacidad para proporcionar una alternativa de Gobierno. Lo subraya Massimo Franco, del centrista Corriere della Sera: est¨¢n todos arrimados para "evitar que Berlusconi pueda actuar la estrategia del alcachofa, inflando su mayor¨ªa sin dimitir".
De hecho, esta parece ahora la idea fija del empresario-pol¨ªtico: quitar hojas, una por una, a los opositores, colectando y acogiendo tanto a los ex compa?eros decepcionados por la actuaci¨®n de Fini como a los cat¨®licos que desean ganarse un buen puesto en el Ejecutivo. Justo ayer Il Cavaliere declar¨® que siete finianos estar¨ªan dispuestos a volver al barco del Pueblo de la Libertad y que est¨¢n dando sus frutos las negociaciones hasta con dos miembros del Partido Democr¨¢tico (en teor¨ªa, en el otro bando por completo). "Hay plazas vacantes en el Gobierno", dijo. A buen entendedor pocas palabras. Es de suponer que el primer ministro va a utilizar la pr¨®rroga que le concedi¨® el Parlamento para intentar fortificar su apoyo en las C¨¢maras, con una asidua y obstinada ofensiva, combatida puerta a puerta, hombre a hombre, diputado a diputado. Hay que ver si el catenaccio del nuevo Polo aguanta las presiones.
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