Amor h¨ªbrido en tiempos de calentamiento

Los bi¨®logos sab¨ªan desde hace tiempo que la hibridaci¨®n entre distintas especies de osos era una posibilidad te¨®rica. Sin embargo, la probabilidad de esos encuentros es tan baja que no esperaban ver vivo a uno de esos h¨ªbridos. Pero los cient¨ªficos de la Agencia Nacional Oce¨¢nica y Atmosf¨¦rica de Estados Unidos (NOAA por sus siglas en ingl¨¦s), han confirmado dos casos en los ¨²ltimos cuatro a?os

El primero, en 2006, fue un h¨ªbrido de oso polar, el blanco y amenazado habitante de los hielos ¨¢rticos, y su lejano primo sure?o, el grizzly, el marr¨®n y gigantesco oso que aparece en las pesadillas de los excursionistas canadienses, y que pertenece a una especie distinta.

La piel variegada de este ejemplar -era un mosaico de zonas blancas y marrones- y su forma in¨¦dita, que no casaba en ninguna de las dos especies aunque ten¨ªa rasgos de ambas, ya suger¨ªan su naturaleza h¨ªbrida, y el an¨¢lisis de su genoma lo ha confirmado sin margen de duda. Lo ha confirmado post m¨®rtem, porque esta joya ¨²nica para la biolog¨ªa fue abatida por un grupo de cazadores al poco de salir a la luz. Hace solo unos meses apareci¨® otro h¨ªbrido. Fue abatido por otro grupo de cazadores.

Hay riesgo de mezcla de osos polares con grizzlies y unas ballenas con otras

Cuando el mestizaje es tan r¨¢pido, la selecci¨®n natural no puede ajustarlo

El consenso cient¨ªfico dice que hombre y mono no se cruzan

No hay evidencias s¨®lidas de la existencia de individuos h¨ªbridos

Los cient¨ªficos de la NOAA en Alaska creen que la p¨¦rdida de hielo ¨¢rtico est¨¢ alentando la formaci¨®n de h¨ªbridos entre especies, lo que puede empujar a muchas de ellas a la extinci¨®n. Al menos 22 especies de mam¨ªferos marinos corren riesgo de hibridaci¨®n: osos polares con grizzlies, unas especies de ballenas con otras, principalmente. Hoy ponen al d¨ªa la situaci¨®n en la revista Science.

Los h¨ªbridos de caballo y burro -las mulas- ser¨ªan considerados una especie nueva si no fueran est¨¦riles. Pero los h¨ªbridos de oso polar y grizzly no son est¨¦riles. Aunque, gracias a los cazadores, nadie ha podido comprobar este hecho directamente, el genoma del oso cazado hace unos meses lo demuestra m¨¢s all¨¢ de toda duda razonable.

Un animal nacido de padres de dos especies distintas llevar¨¢ medio genoma de una especie y medio de la otra. As¨ª era, en efecto, el genoma del oso abatido en 2006, confirma ahora la NOAA. Pero el abatido este a?o lleva un cuarto de genoma polar y tres cuartos de grizzly, luego no es un h¨ªbrido de primera generaci¨®n, sino de segunda. Es hijo de un macho grizzly y de una hembra h¨ªbrida de polar y grizzly.

Los bot¨¢nicos saben desde hace tiempo que la hibridaci¨®n es uno de los mecanismos principales de especiaci¨®n en las plantas, y hay muchos indicios de que est¨¢ implicada tambi¨¦n en la generaci¨®n de las especies animales, aunque no se sabe en qu¨¦ porcentaje de casos.

Algunos casos confirmados recientemente son los de las mariposas del g¨¦nero heliconius que dependen de su r¨¢pida capacidad de especiaci¨®n para adoptar los dise?os y colores de sus mariposas vecinas. Pero tambi¨¦n hay fuertes evidencias gen¨®micas de hibridaci¨®n entre los antepasados del chimpanc¨¦ y los primeros hom¨ªnidos. Y tambi¨¦n entre los neandertales y los primeros humanos modernos. ?Es posible que estemos ahora observando directamente un proceso similar en el ?rtico?

"Es una cuesti¨®n interesante", responde por correo electr¨®nico Brendan Kelly, bi¨®logo de la estaci¨®n en Alaska de la NOAA, y primer autor del citado an¨¢lisis en Science. "Creo que hay una evidencia bastante clara de que la hibridaci¨®n no es tan importante como mecanismo de especiaci¨®n en los animales como lo es en plantas. Sin embargo, ha jugado un papel importante".

Kelly prosigue: "Dada la rapidez con que el hielo ¨¢rtico est¨¢ disminuyendo, sospecho que es m¨¢s probable que la hibridaci¨®n conduzca a la extinci¨®n que a la generaci¨®n de nuevas especies".

Andrew Whiteley, un genetista especializado en conservaci¨®n de especies de la Universidad de Massachusetts y coautor del trabajo, dice: "Coincido en que la tasa prevista de la p¨¦rdida del hielo marino es el factor importante aqu¨ª. La hibridaci¨®n ha sido sin duda una fuente de novedad evolutiva en la historia, especialmente en las plantas, pero cuando se produce r¨¢pidamente y debido a causas relacionadas con el hombre, no hay mucho tiempo para que la selecci¨®n natural pueda ajustar las cosas".

En 2006, la m¨¢s avanzada comparaci¨®n entre el genoma humano y el del chimpanc¨¦ ha revelado que la separaci¨®n de estas dos especies no ocurri¨® en nada parecido a un episodio -que suele datarse hace siete millones de a?os-, sino a lo largo de toda una era de cuatro millones de a?os, que ya hab¨ªa empezado mucho antes (hace 11 millones), y que termin¨® much¨® despu¨¦s: hace "probablemente menos de 5,4 millones de a?os", seg¨²n los cient¨ªficos de Harvard y el MIT.

El ADN experimenta mutaciones que van acumul¨¢ndose con el tiempo. Algunas no importan y otras son el fundamento de la evoluci¨®n, pero en conjunto pueden usarse como un reloj, siempre que uno tenga una buena colecci¨®n de f¨®siles para ponerlo en hora. Estos relojes de ADN son muy dif¨ªciles de calibrar para las grandes escalas de la evoluci¨®n -como el origen de los animales, hace m¨¢s de 500 millones de a?os-, pero no tanto en las distancias cortas como la evoluci¨®n humana.

El tiempo de separaci¨®n de siete millones de a?os es solo el promedio de las diferencias. La realidad es que hay grandes bloques gen¨®micos que son mucho m¨¢s similares entre humanos y chimpanc¨¦s que el promedio. Es decir, que se separararon mucho despu¨¦s que el resto del genoma. El caso extremo es el cromosoma X, que seg¨²n los cient¨ªficos de Boston "tiene menos de 5,4 millones de a?os". La media es 7 porque otros bloques tienen casi 10 millones de a?os.

"El estudio ha dado unos resultados inesperados sobre la separaci¨®n de nuestros parientes m¨¢s pr¨®ximos, los chimpanc¨¦s", explic¨® entonces el autor principal, David Reich, investigador del Instituto Broad -uno de los nodos centrales del proyecto genoma p¨²blico- y profesor de la Universidad de Harvard, en Boston.

"La estructura de la poblaci¨®n que exist¨ªa en la ¨¦poca de la especiaci¨®n entre humanos y chimpanc¨¦s no se parec¨ªa a ninguna poblaci¨®n actual de monos. Algo muy inusual sucedi¨® en el tiempo de la especiaci¨®n".

"La hibridaci¨®n puede ser un proceso creativo y dar lugar a nuevas especies", admite otro cient¨ªfico de la NOAA en Alaska, David Talmon. "Sin embargo, tambi¨¦n puede conducir a la extinci¨®n de las combinaciones gen¨¦ticas, de las adaptaciones y de las especies". "Para las especies que se reducen mucho en poblaci¨®n, la extinci¨®n por hibridaci¨®n con una especie m¨¢s numerosa se convierte en una amenaza real", dice Talmon. "Vemos un n¨²mero creciente de ejemplos de esto en estos d¨ªas a trav¨¦s de muchos grupos animales en las regiones no polares. Nuestro argumento es simplemente que la tasa de hibridaci¨®n es probable que se vea elevada, a causa de seres humanos, y es m¨¢s probable que se destructiva, que conduzca a la p¨¦rdida de especies y de adaptaciones evolutivas ¨²nicas, que creativa, o que conduzca a nuevas especies".