Las zapatillas de punta vuelven a la CND
Jos¨¦ Carlos Mart¨ªnez, nuevo director del ballet espa?ol, es elegido por Cultura para suceder a Duato tras 20 a?os y dotar al cuerpo de danza de un repertorio cl¨¢sico
Un bailar¨ªn franc¨¦s y cl¨¢sico en toda regla -escol¨¢sticamente hablando, claro- dirigir¨¢ la Compa?¨ªa Nacional de Danza (CND). Jos¨¦ Carlos Mart¨ªnez (Cartagena, 1969), murciano de nacimiento, pero parisino de carrera, sustituir¨¢ al frente del cuerpo de baile a Nacho Duato, que ces¨® en el cargo el 31 de julio tras una gesti¨®n de marcado estilo personal y escorado hacia lo contempor¨¢neo que sobrevivi¨® a 20 a?os y nueve ministros. La actual titular de Cultura, ?ngeles Gonz¨¢lez-Sinde, comunic¨® ayer la elecci¨®n, no exenta de pol¨¦mica en su procemiento. El anuncio se acompa?¨® de una gris admonici¨®n acorde con estos tiempos: "Le debe bastar con el capital humano que hay".
Mart¨ªnez y su capacidad para la autosuficiencia se har¨¢n cargo de la compa?¨ªa en septiembre de 2011 con un contrato de cinco a?os. A ¨¦l conf¨ªa Cultura un giro, o m¨¢s bien, una pirueta, que dote a la CND del repertorio cl¨¢sico que el estilo de Duato desterraron de una compa?¨ªa hoy por hoy totalmente volcada con el contempor¨¢neo y que bajo su mandato a menudo se antoj¨® de autor.
El bailar¨ªn estrella de la ?pera de Par¨ªs tomar¨¢ las riendas en septiembre
Tamara Rojo y Herv¨¦ Palito estuvieron entre los aspirantes
Nureyev lo rescat¨® de la Escuela de la ?pera y lo pas¨® al cuerpo de baile
Al concurso se han presentado 21 proyectos de ocho nacionalidades diferentes. Entre los aspirantes estaban la bailarina Tamara Rojo, el core¨®grafo italiano Stefano Gianetti y el propio Herv¨¦ Palito. El ministerio, ateni¨¦ndose a una cl¨¢usula de la convocatoria que garantizaba la confidencialidad de los aspirantes, no ha develado ni siquiera la terna finalista, pero recalc¨® que el Consejo Art¨ªstico de la Danza tom¨® la decisi¨®n por unanimidad.
A ello seguramente haya ayudado la brillante trayectoria de Jos¨¦ Carlos Mart¨ªnez. Su elecci¨®n es una apuesta por la tradici¨®n gala, con la que m¨¢s tiene que en com¨²n la espa?ola en todas sus ramas. Mart¨ªnez se enfrenta a varios retos que pueden calificarse de ex¨®ticos dentro del sector del ballet profesional: la bizantina y quim¨¦rica promesa de los directivos del Ministerio de Cultura de llevar el conjunto a un territorio "mixto", donde se exponga tanto repertorio acad¨¦mico-cl¨¢sico como obras de creaci¨®n contempor¨¢nea. Esto en la pr¨¢ctica es imposible en las actuales condiciones del conjunto titular espa?ol, donde no se compra un triste par de zapatillas de punta desde hace m¨¢s de 12 a?os. Entre otras muchas c¨¢balas, est¨¢ el del nombre del conjunto. Despu¨¦s de hacer tenido al menos cinco bautizos sucesivos, Nacho Duato borr¨® la denominaci¨®n ballet e incorpor¨® el t¨¦rmino gen¨¦rico danza, a todas luces ahora inapropiado.
El concurso convocado por Cultura se ha visto salpicado por las dudas. En varios foros se habla ya de impugnaci¨®n de sus bases y proceso de selecci¨®n, donde, seg¨²n esas fuentes, se ha visto favorecido Mart¨ªnez, que recibi¨® en al menos dos ocasiones la visita en Par¨ªs de representantes del Inaem. El primero de estos encuentros fue para instarle a que presentara un proyecto y aspirara a la direcci¨®n del CND.
A Jos¨¦ Carlos Mart¨ªnez le acerc¨® al ballet una casualidad: cuando ten¨ªa nueve a?os acompa?¨® a su hermana a una funci¨®n y descubri¨® un arte desconocido. Tras iniciarse con la maestra Pilar Molina, se form¨® entre 1984 y 1987 en el Centro Internacional de Danza Cl¨¢sica Rosella Hightower en Cannes y su principal maestro fue el desaparecido exbailar¨ªn y pedagogo catal¨¢n Jos¨¦ Ferr¨¢n. En el mismo a?o 1987 deslumbra con su espigada figura, algo magra para el gusto actual, y la limpieza de su ejecutoria en el Concurso de Lausana (Suiza), y eso le abre las puertas de la escuela parisiense. En 1992, ya en la plantilla de la ?pera de Par¨ªs, gana tambi¨¦n la medalla de oro en el certamen de Varna (Bulgaria). Alt¨ªsimo, depurado en la expresi¨®n, musical en su danza, Rudolf Nureyev fue quien le rescata de la Escuela de la ?pera y lo pasa al cuerpo de baile en 1988, con 19 a?os.
Ha sido el ¨²nico espa?ol en el siglo XX que alcanz¨® el puesto de ¨¦toile
en la ?pera de Par¨ªs; antes, solo la catalana Rosita Mauri lo hab¨ªa alcanzado en el siglo XIX. Cuando Mats Ek seleccion¨® a los bailarines en la ?pera para montar su versi¨®n moderna de Giselle, encomend¨® a Mart¨ªnez el papel de Hilari¨®n. Su biograf¨ªa se?ala c¨®mo un a?o despu¨¦s, en 1989, es ascendido a corifeo. En 1992 llegar¨ªa a primer bailar¨ªn. Por fin en 1997 tras una funci¨®n de La Sylphide, de Pierre Lacotte, se anuncia en el escenario del Garnier su consolidaci¨®n como estrella. Entre sus creaciones modernas est¨¢ el Nosferati de Jean-Claude Gallotta, el Iv¨¢n el Terrible de Grigorovich y varios ballets de William Forsythe.
Hoy Mart¨ªnez, que recientemente ha superado una compleja lesi¨®n de rodilla, baila El lago de los cisnes en la Bastilla con la gran diva del ballet ruso actual: Uliana Lopatkina, estrella m¨¢xima del Ballet Mariinski de San Petersburgo. Empieza as¨ª su temporada de adi¨®s, pues seg¨²n las estrictas reglas de la casa parisiense, al cumplir los 42 a?os llega la jubilaci¨®n forzosa, pero para ¨¦l comienza otra apasionante aventura.
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