El arte del aburrimiento contra el f¨²tbol org¨ªa
- "El Arsenal es un centro de entrenamiento". Patrice Evra, defensa franc¨¦s del Manchester United, sobre
la floja combatividad del equipo londinense
La peor pesadilla de Ars¨¨ne Wenger, el entrenador del Arsenal, se hizo realidad el viernes cuando en el sorteo para los octavos de final de la Liga de Campeones le sali¨® el Barcelona como rival. El juego del equipo catal¨¢n es el modelo plat¨®nico al que aspira el franc¨¦s, pero que ah¨ª se ha quedado, como un ideal imposible. El Arsenal sigue siendo, como la temporada pasada, Barcelonalite.
No hay ning¨²n equipo en Inglaterra, ni quiz¨¢ en Europa, que imite mejor el juego sinf¨®nico del Barcelona. Pero no deja de ser precisamente eso, una imitaci¨®n. Y suele convencer m¨¢s cuanto m¨¢s pobre sea el adversario. Pero, cuando se enfrenta a un equipo fuerte, como el Bar?a, que lo destroz¨® en la ¨²ltima edici¨®n de la Champions, o como el Manchester United o el Chelsea, el Arsenal se derrite. De los ¨²ltimos 11 partidos que ha disputado contra los dos conjuntos m¨¢s potentes de la Premier League ha empatado uno y perdido 10.
Por m¨¢s que Pep Guardiola se esfuerce en convencer a sus jugadores, y a todos, de que tienen un reto complicado por delante, cuesta mucho creer que el Barcelona vaya a sufrir cuando los dos equipos se enfrenten en febrero y marzo. Por dos razones.
La primera es que, a nivel individual, los jugadores del Arsenal, por m¨¢s comparativamente agraciados que puedan parecer en el ambiente fren¨¦tico del f¨²tbol ingl¨¦s, necesitan m¨¢s tiempo que los del Bar?a para imponer su autoridad sobre el bal¨®n. En esos microsegundos est¨¢ la diferencia entre un crack y un muy buen jugador. El ¨²nico del Arsenal que podr¨ªa aspirar a ser titular en el once azulgrana es su ex juvenil Cesc F¨¢bregas, algo que saben muy bien en el Camp Nou, ya que intentaron ficharle en el verano.
La segunda, por la cual el Bar?a empezar¨¢ como enorme favorito ante el equipo londinense, es que sus grandes figuras, adem¨¢s de tratar el bal¨®n con exquisitez, tambi¨¦n trabajan duro, tambi¨¦n son obreros, mientras que los del Arsenal no.
Lo vimos en el partido que perdieron el domingo pasado (1-0) contra el Manchester United. Jugadores t¨¦cnicamente dotados como Andrey Arshavin, Samir Nasri o Robin van Persie no demostraron nada de esa voracidad por recuperar el bal¨®n que vemos siempre en los tres mejores del mundo, Xavi, Messi e Iniesta. En un duelo que fue, de principio a fin, una ca¨®tica batalla campal, las figuras decisivas del United fueron guerreros correcaminos como el surcoreano Park Ji-sung y el escoc¨¦s Darren Fletcher.
Lo que tambi¨¦n nos ense?¨® aquel partido fue la diferencia entre lo mejor que ofrece la Premier y lo mejor de la Liga espa?ola. Como constatamos una vez m¨¢s, la tensi¨®n y el dramatismo del f¨²tbol que se juega en Inglaterra, alimentado por el incesante fervor de las gradas, es de otro nivel al que vemos en el relativamente an¨¦mico entorno espa?ol. Por otro lado, en cuanto a arte, comparar el uno con el otro es como comparar El Bulli con un Kentucky Fried Chicken. Lo ideal ser¨ªa una Liga que combinara las dos cosas, la delicia espa?ola con la pasi¨®n inglesa.
El problema presentado por el Bar?a es que ha llegado a jugar con tal belleza que, al verlo, nos quedamos boquiabiertos como ni?os en un circo, pero el coraz¨®n no lo tenemos en la boca; el coraz¨®n apenas entra en juego. Y hay otra cosa incluso peor. Nos est¨¢ arruinando el deporte a los que pretendemos disfrutar del juego de otros equipos.
Viendo el Manchester United-Arsenal el otro d¨ªa, uno se daba cuenta, por la incapacidad una y otra vez de los jugadores de enviar el bal¨®n en la direcci¨®n deseada, de lo f¨¢cil que el Bar?a hace parecer un deporte que es, en realidad, muy dif¨ªcil. La conclusi¨®n es inevitable: los que le siguen en el orden futbol¨ªstico mundial son unos torpes, y tuertos, c¨ªclopes.
Habr¨¢ que ver cu¨¢nta paciencia seguiremos teniendo con el f¨²tbol- org¨ªa que se juega en Inglaterra o cu¨¢nto m¨¢s tiempo aguantaremos sin morirnos de aburrimiento la coreograf¨ªa impecable, sin rival, del Barcelona.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.