Wikileaks no da?a a EE UU
La secretaria de Estado Hillary Clinton probablemente se equivoc¨® al denunciar la publicaci¨®n de los 250.000 cables diplom¨¢ticos por Wikileaks como "un ataque contra Estados Unidos": a corto plazo, las revelaciones perjudicar¨¢n a la diplomacia estadounidense, pero a largo plazo puede que ayuden a mejorar la imagen de Estados Unidos en el mundo.
Si lo que hemos visto durante las primeras semanas de revelaciones es la parte m¨¢s jugosa de esta filtraci¨®n masiva de cables diplom¨¢ticos, indudablemente har¨¢ m¨¢s dif¨ªcil la vida de los diplom¨¢ticos estadounidenses en las pr¨®ximas semanas y meses. El Gobierno del presidente Obama va a recibir golpes de todos lados.
Los aliados de Estados Unidos se van a sentir traicionados. Gobernantes como el rey Abdal¨¢ de Arabia Saud¨ª, quien seg¨²n los cables confidenciales inst¨® reiteradamente a Washington a atacar Ir¨¢n y destruir su programa nuclear, le van a preguntar a Obama: ?C¨®mo podemos confiar en ustedes si nuestras conversaciones secretas terminan en las primeras planas de todos los peri¨®dicos del mundo?
Parad¨®jicamente, los cables podr¨ªan ayudar a restaurar la imagen de Washington a largo plazo
Los adversarios de Estados Unidos, a su vez, usar¨¢n cualquier cr¨ªtica en los cables para acusar a Washington de estar meti¨¦ndose en sus asuntos internos. El presidente venezolano Hugo Ch¨¢vez ya est¨¢ denunciando los cables que aluden a los esfuerzos estadounidenses para contrarrestar la influencia de Venezuela en la regi¨®n, aun cuando los documentos no respaldan sus acusaciones de que Washington estar¨ªa tratando de desestabilizar su Gobierno.
Y en Estados Unidos, la derecha embestir¨¢ contra Obama por no respaldar a las fuerzas conservadoras en pa¨ªses como Honduras, donde el a?o pasado los militares depusieron al ex presidente populista Manuel Zelaya.
As¨ª, durante los pr¨®ximos meses, EE UU recibir¨¢ una paliza. Una nueva encuesta realizada por el Latinobar¨®metro en 18 pa¨ªses latinoamericanos revela que Obama -junto al presidente de Brasil- es el l¨ªder extranjero m¨¢s popular en la regi¨®n, con un 73% de aprobaci¨®n cada uno. No ser¨ªa raro que las cifras de Obama caigan en la pr¨®xima encuesta.
Sin embargo, dentro de uno o dos a?os, cuando los cables diplom¨¢ticos de Wikileaks desaparezcan de los titulares y pasen al mundo de los historiadores, quiz¨¢s sirvan para desarmar algunas de las teor¨ªas conspirativas que proliferan en el mundo.
Los grandes titulares de hoy, como la pregunta formulada por Clinton a su Embajada en Buenos Aires sobre la salud mental de la presidenta Cristina Kirchner, pasar¨¢n a la historia como fascinantes pies de p¨¢gina. Pero, como cualquier diplom¨¢tico de cualquier pa¨ªs puede atestiguar, ese tipo de preguntas especulativas abundan en el tr¨¢fico de notas diplom¨¢ticas de cualquier embajada.
Pero, hasta el momento en que escribo estas l¨ªneas, el cuarto de mill¨®n de cables revelados por Wikileaks no sustentan ninguna de las m¨¢s extravagantes teor¨ªas conspirativas que circulan en Internet, como que el ex presidente George W. Bush -y no Al Qaeda- fue responsable de los ataques del 11 de septiembre de 2001, o que el principal objetivo de la desastrosa invasi¨®n estadounidense a Irak fue apoderarse de las reservas petroleras de ese pa¨ªs, o que los diplom¨¢ticos estadounidenses en Latinoam¨¦rica est¨¢n conspirando en secreto con pol¨ªticos opositores para deponer a Gobiernos izquierdistas.
En los cables de Wikileaks se menciona 696 veces la palabra Ch¨¢vez, pero el l¨ªder venezolano debe estar decepcionado por el hecho de que, hasta ahora, no ha aparecido nada que pruebe sus constantes denuncias de que Washington est¨¢ conspirando junto con la oposici¨®n venezolana para deponerlo.
De hecho, los cables demuestran que la diplomacia de Obama ha tomado partido por la democracia, aun cuando eso implic¨® apoyar a l¨ªderes populistas antiestadounidenses como Zelaya.
Mi opini¨®n: todav¨ªa es muy temprano para dar un veredicto final, porque falta examinar miles de cables, y aun podr¨ªan surgir evidencias de que Estados Unidos est¨¢ volviendo a sus pr¨¢cticas m¨¢s oscuras del pasado en alg¨²n pa¨ªs del mundo. Y tambi¨¦n hay que tener en cuenta que hay otros cables de la CIA y otros organismos de inteligencia que no est¨¢n incluidos en el paquete divulgado por Wikileaks.
Pero si los pr¨®ximos cables de Wikileaks no revelan algo m¨¢s explosivo, el solo hecho de que un cuarto de mill¨®n de notas diplom¨¢ticas confidenciales no contengan referencias que respalden las teor¨ªas conspirativas m¨¢s delirantes deber¨ªa restarles seriedad a estas ¨²ltimas, al menos entre las personas razonables.
Parad¨®jicamente, los cables de Wikileaks podr¨ªan ayudar a restaurar la imagen de Estados Unidos a largo plazo.
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