Locura en Nervi¨®n

El campe¨®n quiere seguir dando guerra. En un duelo dominado por la locura y la puesta en escena de dos defensas de plastilina, el Sevilla gan¨® un partido que ten¨ªa perdido y sigue vivo en una competici¨®n a la que partidos como el del S¨¢nchez Pizju¨¢n dan mucho lustre. Ataques continuos, a tumba abierta, escasas precauciones defensivas y muchos, muchos goles. Un f¨²tbol a la antigua, casi desterrado de los actuales estadios, donde la mayor¨ªa de las veces se mira m¨¢s preservar la propia porter¨ªa que atacar la contraria.

Herido en su orgullo por unas concesiones intolerables en defensa en la primera parte, el Sevilla se aferr¨® a la fe para aplastar al M¨¢laga en una segunda mitad en la que se desmelen¨®, ayudado, esencialmente, por el partidazo de Romaric, el atinado cambio de Alexis por Konko y la siempre majestuosa presencia de Kanout¨¦. El M¨¢laga, por su parte, fue tan blando en defensa como su rival y no tuvo ni destellos de orgullo para sobreponerse al vendaval sevillano en el segundo acto. Un resultado final que se debe, en buena parte, a que estaban en liza las dos peores defensas de la Liga.

Para que un equipo sea competitivo debe ser equilibrado. Sin ese equilibrio, concepto que brill¨® en el Sevilla hasta hace muy poco tiempo, el conjunto que dirige Gregorio Manzano es capaz de ofrecer actuaciones como la de la cita copera ante el M¨¢laga. Con una defensa de verbena, el Sevilla aliment¨® las virtudes de su rival, radicadas en la velocidad de Quincy y el acierto de Rond¨®n. Poco m¨¢s se puede extraer del equipo que dirige Manuel Pellegrini, en pleno proceso de formaci¨®n y con apuros ligueros, pero en la Copa, a tumba abierta y en un intercambio de golpes propiciado por el tempranero gol de Alfaro, s¨ª dio la cara.

Incapaz de atesorar con criterio su ventaja en el marcador, el Sevilla fue masacrado por el M¨¢laga, que anotaba en cada acercamiento a la porter¨ªa defendida por Palop.

Como todav¨ªa le queda calidad del centro del campo en adelante, el Sevilla siempre lo intent¨® a pesar de estar en desventaja en el marcador. De hecho, lleg¨® a empatar gracias a los ramalazos de talento de Capel, Luis Fabiano, Romaric y Negredo. Con el 2-2 y el meta Rub¨¦n salvando al M¨¢laga del tercer gol, el que anot¨® fue Quincy despu¨¦s de una jugada en la que la defensa sevillista estaba de nuevo descolocada. Mejor¨® el Sevilla con la entrada de Alexis en defensa, un acierto de Manzano, y definitivamente pas¨® a dominar la situaci¨®n con la alineaci¨®n de Kanout¨¦. Romaric, de ritmo justo pero con gran calidad, logr¨® empatar y el cerco a la porter¨ªa del M¨¢laga se agigant¨®. Rub¨¦n salv¨® ante Alfaro, pero no pudo hacer nada ante un nuevo remate de Romaric y una magn¨ªfica internada de Capel. El Sevilla, contra todo pron¨®stico, le dio la vuelta al marcador.