Wikileaks y la democracia
No tiene justificaci¨®n que un pa¨ªs democr¨¢tico como el nuestro haga o¨ªdos sordos a la informaci¨®n sobre los papeles de Wikileaks que se ha pretendido encuadrar en un serial a imagen y semejanza de lo que ocurre en los programas rosas de televisi¨®n. Haberlo centrado todo en los dimes y diretes de la diplomacia, como si de indiscreciones superfluas de embajadores se tratara, es absolutamente frustrante, no solo para los redactores y directivos de EL PA?S que han hecho un excelente trabajo de rigor y responsabilidad, sino tambi¨¦n para quienes creemos en la verdad de la democracia y no en el espect¨¢culo de la misma.
Si, en lugar de haberse tratado de los papeles de Estados Unidos, se hubiera tratado de otro pa¨ªs, seguramente m¨¢s de uno se habr¨ªa atrevido a levantar la voz ante la verg¨¹enza ajena y propia, pero parece que, en cuestiones econ¨®micas, es el mercado el que manda y, en cuestiones pol¨ªticas, es la gran potencia americana la que dicta la moral p¨²blica.
Despu¨¦s de m¨¢s de 30 a?os dedicado a la pol¨ªtica, reconozco que estos papeles me han hecho un da?o tremendo, no por su filtraci¨®n o publicaci¨®n, sino por lo que revelan respecto a la nobleza y limpieza de la pol¨ªtica y de la moral de sus responsables.
No dir¨¦ nunca que llevaba raz¨®n Fidel Castro cuando me dec¨ªa, en una entrevista, que la democracia occidental era pura fachada. Y no lo dir¨¦, porque EL PA?S ha tenido el valor de demostrarnos que la democracia se mantiene firme, a pesar de los que la prostituyen, como se ve en los papeles, porque hay medios que saltan por encima de la caricatura y nos devuelven la verdad democr¨¢tica.
La tarea de un peri¨®dico es informar, sobre todo, del poder; por eso no hablar¨ªamos de una verdadera prensa independiente y libre si no se informa de Estados Unidos, como lo hab¨¦is hecho vosotros, con una dignidad y desprecio al riesgo que merecen el aplauso de quienes, a pesar de los papeles, seguimos confiando en la libertad.
Somos un pa¨ªs democr¨¢tico, pero cada vez siento m¨¢s que nos falta cultura democr¨¢tica.
Yo quiero, desde estas l¨ªneas, transmitir mi admiraci¨®n, mi agradecimiento y mi respeto por la lecci¨®n que nos hab¨¦is dado de periodismo, de libertad, de decencia c¨ªvica y de valores democr¨¢ticos.
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