Corta y pega
No soy periodista. Aunque haya estudiado en una Facultad de Ciencias de la Comunicaci¨®n, no ejerzo como tal y considero esta columna m¨¢s una catarsis quincenal que una aportaci¨®n profesional al g¨¦nero. Escribo aqu¨ª por director de cine, no por periodista. Sin embargo, me apasiona toda reflexi¨®n acerca de esta profesi¨®n. Me interesa porque, de igual manera que el cine, el periodismo sufre la vertiginosa evoluci¨®n de la tecnolog¨ªa. Si las descargas ilegales son los monstruos a los que las pel¨ªculas deben enfrentarse, la profesi¨®n period¨ªstica se encuentra rodeada de una turba de blogs, foros, gabinetes de prensa, peri¨®dicos digitales y dem¨¢s criaturas propiciadas por el nacimiento de Internet.
Tanto el cine como el periodismo se enfrentan al mismo problema: c¨®mo hacer negocio con algo que la gente obtiene de forma gratuita. O m¨¢s bien falsamente gratuita, porque son Tel¨¦fonica y las dem¨¢s operadoras quienes sacan tajada de esto. El ¨²nico pago que hace uno por bajarse Pagafantas o leer elpais.com es a su proveedor de Internet. S¨®lo quer¨ªa hablar de cine para establecer el paralelismo, porque ya se ha escrito m¨¢s que suficiente acerca de las descargas estos d¨ªas. Lo que me interesa nace de una conversaci¨®n que tuve hace semanas con un periodista provisto de una fe descomunal en esa nueva forma de hacer prensa que requiere la participaci¨®n del ciudadano. Plagaba su discurso de grandes palabras como "libertad", "democratizaci¨®n" y dem¨¢s. Y la verdad es que yo no estoy de acuerdo. Me parece que esas palabras justifican a la vez que ocultan la raz¨®n por la cual se fomenta el periodismo ciudadano: que es muy barato. Se habla de implicaci¨®n, de interacci¨®n, de palabras que parecen sacadas de un curso CCC de marketing, pero en realidad esconden una realidad aplastante, que eso se hace porque no hay dinero para pagar a periodistas y que, por lo tanto, si un ciudadano manda un art¨ªculo, un v¨ªdeo, una foto o comenta una noticia est¨¢ proporcionando contenido gratis.
Este fen¨®meno lo he padecido mucho como entrevistado. Noto una gran diferencia entre las entrevistas que me hac¨ªan hace dos a?os con el estreno de mi anterior pel¨ªcula y las que me hacen ahora. A m¨ª me gusta llamarlo "el Armageddon del corta-pega". Consiste en que el periodista no te entrevista por tel¨¦fono ni presencialmente, sino que te env¨ªa las preguntas por mail y t¨² escribes las respuestas. La ventaja para el entrevistado es que no hay peligro de tergiversaci¨®n en tus palabras y la desventaja es que le est¨¢s haciendo el trabajo al periodista. Eso s¨ª que es "yo periodista"... El entrevistador abre el documento, selecciona el texto, corta y pega y ya tiene su art¨ªculo. Si hay un "yo periodista", lo normal ser¨ªa que en los pr¨®ximos a?os hubiera un "yo m¨¦dico", un "yo auxiliar administrativo" o un "yo t¨¦cnico nuclear".
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