La mitad de los reci¨¦n jubilados ha cotizado m¨¢s de 36 a?os

El aumento en la edad legal de jubilaci¨®n afectar¨¢ aproximadamente a la mitad de los trabajadores que tengan previsto jubilarse en los pr¨®ximos a?os. Aun si la norma entrase en vigor con rapidez, una buena parte de los activos estar¨ªan amparados por la principal excepci¨®n que ha anunciado el Gobierno para la jubilaci¨®n obligatoria a los 67: acreditar largas carreras de cotizaci¨®n. La mitad de los nuevos pensionistas abandona el mercado con m¨¢s de 36 a?os cotizados, seg¨²n fuentes del Ministerio de Trabajo. Superar esa barrera es la condici¨®n que ha fijado el ministro de Trabajo, Valeriano G¨®mez, para mantener el derecho a retirarse a los 65. No obstante, la futura reforma elevar¨¢ ese list¨®n progresivamente hasta una altura que el Gobierno todav¨ªa no ha concretado.

Quienes cumplan los requisitos a los 65 podr¨¢n acceder al 100% de la pensi¨®n

Los datos de la Seguridad Social demuestran que la gran mayor¨ªa de los actuales jubilados (un 64%) abandona el mercado a partir de los 35 a?os cotizados que les permiten cobrar el 100% de la pensi¨®n. De entre todos los cotizantes, los del r¨¦gimen general presentan las mayores garant¨ªas de librarse de los 67 a?os. El 72% se jubila a partir de 35 a?os en el sistema, seg¨²n datos de la Seguridad Social referentes a 2009, el ¨²ltimo a?o disponible. Estas cifras no discriminan entre quienes se quedan en esa meta y quienes la superan, pero esas fuentes de Trabajo aseguran que en torno a la mitad acredita carreras superiores a los 36.

El motivo es que la generaci¨®n que se jubila ahora comenz¨® a trabajar muy joven y, por tanto, acumula muchos a?os de aportaciones al sistema. Para quien se marcha a los 65, acreditar 35 supondr¨ªa haber empezado a cotizar a los 30, un horizonte bastante tard¨ªo para las generaciones anteriores. Adem¨¢s, no existen grandes incentivos a jubilarse al sumar los 35 a?os justos para la pensi¨®n m¨¢xima, pues si no se alcanza la edad legal de retiro, el pensionista sufre una penalizaci¨®n en su renta, algo suavizada, eso s¨ª, cuantos m¨¢s a?os se acrediten.

A falta de concretar el proyecto de ley que aprobar¨¢ el Gobierno el 28 de enero, el ministro de Trabajo ha citado como colectivos que mantendr¨¢n la edad de jubilaci¨®n en los 65 a los trabajadores con labores penosas y a quienes acrediten, en principio, m¨¢s de 36 o 37 a?os cotizados.

Ahora, ese umbral ir¨¢ aumentando progresivamente. El Ejecutivo todav¨ªa no ha especificado hasta qu¨¦ edad, pero baraja elevar el list¨®n m¨¢s all¨¢ de los 40 a?os. Francia es uno de los referentes que estudia Trabajo y all¨ª el l¨ªmite est¨¢ en 41,5 a?os.

El Ejecutivo tampoco tiene clara la extensi¨®n del periodo transitorio en el que se ir¨¢n elevando los a?os necesarios para jubilarse a los 65 a?os. S¨ª que ha decidido que sea amplio (probablemente por encima de los 12 a?os), para diluir el efecto frontera y que los afectados tengan tiempo para planificar su vida laboral.

Lo que s¨ª est¨¢ definido, seg¨²n ha podido saber EL PA?S, es que quienes cumplan el requisito de a?os cotizados y opten por retirarse no tendr¨¢n ning¨²n tipo de penalizaci¨®n y percibir¨¢n el 100% de la pensi¨®n que les corresponda.

Con estas l¨ªneas b¨¢sicas y los datos actuales queda claro que la intenci¨®n de prolongar la vida activa a los 67 a?os se dirige casi exclusivamente a las nuevas generaciones de cotizantes, que se incorporan m¨¢s tarde al mercado y, con edad legal o sin ella, necesitar¨¢n cotizar muchos a?os para cobrar la totalidad de la pensi¨®n a la que tengan derecho. A los trabajadores exentos de trabajar hasta los 67 por sus largas carreras se les sumar¨¢n los de sectores especialmente penosos. A falta de concretarlos, los registros de la Seguridad Social recogen a casi 1,5 millones de afiliados en actividades de la construcci¨®n y m¨¢s de un mill¨®n en agricultura, ganader¨ªa, pesca y miner¨ªa.

El amplio margen que otorga esa flexibilidad es la baza que jugar¨¢ el Ejecutivo para negociar la reforma con los grupos pol¨ªticos (que hoy aprueban sus recomendaciones en la comisi¨®n parlamentaria del Pacto de Toledo) y, sobre todo, con los sindicatos, los m¨¢s reticentes a la reforma de pensiones que plantea el Gobierno. Tanto UGT como CC OO rechazan frontalmente el alargamiento forzoso de la edad de jubilaci¨®n, pero si Trabajo finalmente articula la propuesta de forma que exima a una buena parte de los posibles afectados ahora, los sindicatos podr¨ªan entrar a negociar. Porque el resto de la reforma no les plantea tantas objeciones.