El 'papa rojo' belga, candidato al Nobel, admite abusos a un ni?o
El intelectual Fran?ois Houtart confiesa despu¨¦s de 40 a?os
El a?o 2010, que ha destapado la corrupci¨®n de la pederastia en la Iglesia belga, concluye con otro golpe estruendoso, esta vez teniendo como protagonista de los abusos al octogenario Fran?ois Houtart, figura del catolicismo de base, cura rojo, papa de la antiglobalizaci¨®n, uno de los creadores del Foro Social Mundial de Porto Alegre, soci¨®logo marxista, profesor de universidad y candidato al Nobel de la Paz.
En una noche aciaga de hace cuatro d¨¦cadas, Houtart abus¨® sexualmente de un primo de ocho a?os. "Le toqu¨¦ sus partes ¨ªntimas dos veces, lo que le despert¨® y le asust¨®", reconoce ahora el sacerdote desde Quito (Ecuador). Una prima suya lo recuerda con otras palabras: "Se meti¨® dos veces en la habitaci¨®n de mi hermano para violarle".
Las nuevas revelaciones las ha hecho el diario Le Soir al asociar con Houtart uno de los 475 testimonios an¨®nimos de v¨ªctimas acumulados este a?o por la comisi¨®n dirigida por el psiquiatra infantil Peter Adriaenssens.
Houtart tiene un incuestionable prestigio en la escena sociopol¨ªtica belga, hasta el extremo de que el propio rotativo le atribuy¨® hace unos meses el n¨²mero 12 en el ranking de los cat¨®licos m¨¢s influyentes del pa¨ªs, justo por delante del col¨ªder del partido verde franc¨®fono Ecolo.
La denunciante se lamenta precisamente de ese ascendiente social ante la Comisi¨®n Adriaenssens: "Yo querr¨ªa a?adir aqu¨ª dos testimonios. Uno perpetrado sobre mi hermano por el can¨®nigo A, sobre quien hace unos meses todav¨ªa he podido leer un art¨ªculo lleno de elogios". "Pero este hombre cometi¨® hace 40 a?os sobre mi hermano el delito de violaci¨®n", prosigue el relato de la mujer, cuyo padre veneraba al sacerdote "hasta el d¨ªa en que A pas¨® una noche en casa y se meti¨® dos veces en la habitaci¨®n de mi hermano para violarle".
Identificado A como Houtart, de 85 a?os, el religioso ofrece desde Quito, s¨¦ptima ocasi¨®n en que viaja este a?o a Latinoam¨¦rica, su versi¨®n: "Al atravesar la habitaci¨®n de uno de los chicos, toqu¨¦ sus partes ¨ªntimas dos veces, lo que le despert¨® y asust¨®. Evidentemente, fue un acto imprudente e irresponsable". De imprudencias, irresponsabilidades, sufrimientos y muertes (13 casos de suicidio entre las v¨ªctimas a lo largo de los a?os) est¨¢ plagada la terrible odisea pederasta de la Iglesia belga. "Mi padre fue a ver a A a Lovaina para hablarle de lo que hab¨ªa hecho a su hijo y pedirle que se excusara", contin¨²a la mujer. "Pero A no lo quiso hacer. Peor. Le dijo a mi padre que eso era de lo m¨¢s normal".
Houtart responde ahora que habl¨® del caso con los padres y con los primos. "Les dije que estaba dispuesto a renunciar al ejercicio del sacerdocio y a asumir todas las consecuencias. Por lo tanto, nunca he pensado ni afirmado que eso era normal", se?ala en Le Soir. "Me propusieron que consultara con un profesor del seminario de Lieja, sacerdote y psic¨®logo. ?l me aconsej¨® que siguiera en el sacerdocio y que me concentrara en los trabajos universitarios sobre sociolog¨ªa de las religiones. Yo pod¨ªa elegir entre el trabajo puramente acad¨¦mico en la materia o buscar un v¨ªnculo con el compromiso social. Dados los problemas que exist¨ªan en el Tercer Mundo y que yo conoc¨ªa fue esa segunda opci¨®n la que eleg¨ª".
Esa opci¨®n es la que le llev¨® a fundar una ONG, le convirti¨® en una figura entre los pobres y en emblema de la Iglesia solidaria hasta llevar a los m¨¢s afectos a proponerle para el Nobel de la Paz de 2011.
Otra prima les alert¨® recientemente de la inconveniencia de la medida y la candidatura fue retirada el pasado noviembre. A efectos de la justicia secular, el delito de abuso de menores ya ha prescrito.
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