Temible 2011
Asfixia econ¨®mica y descr¨¦dito pol¨ªtico marcan el nuevo a?o - Las redes sociales ya no son pasatiempos: el poder se siente vigilado - Pasamos de la inocencia al cinismo
Para qu¨¦ vamos a enga?arnos, 2011 es quiz¨¢ el a?o de peor pron¨®stico desde que nos reconocemos vivos tras la muerte del dictador. Curiosamente, en el momento en que Espa?a cuenta m¨¢s internacionalmente, hay espa?oles en las portadas de casi todos los medios del mundo y no caben m¨¢s medallas de ¨¦xitos deportivos en el armario de Lissavetsky, las piernas nos tiemblan m¨¢s.
Lo peor de esta crisis, tras dos fuertes a?os de duro entrenamiento cuerpo a cuerpo, no es ya la crisis en s¨ª sino su forma en que ha arraigado. Porque como si no fuera a¨²n bastante su envergadura, se hace casi imposible saber hasta d¨®nde ser¨¢ preciso seguir cavando para que lleguemos a ver la luz. De momento, la electricidad ha subido casi un 10% y el gas un 4% debido, se dice, a deudas ancestrales y a la escandalosa subida de crudo, la depreciaci¨®n del euro y las ayudas al carb¨®n. De unas razones es dif¨ªcil explicar sus enrevesadas peripecias contables: resulta empinado hacer creer que cotizando el barril de brent a la mitad del precio la gasolina y sus consecuencias se hayan puesto tan caras. Y si la energ¨ªa e¨®lica es tan costosa, ?por qu¨¦ no poner sobre la mesa las ventajas de la nuclear? Hay progresistas que de serlo tanto al antiguo modo se convierten en un peligro para el progreso. De hecho buena parte de ellos, especialmente llamados socialistas, han invertido la orientaci¨®n de sus directrices para mimar las demandas del mercado. Monstruo abstracto, que, ?qui¨¦n iba a decirlo!, ha convertido al planeta y sus utop¨ªas en miserables servidores de sus intereses, claros o enturbiados en una dial¨¦ctica de la confusi¨®n o la especulaci¨®n. Nunca antes el mundo, tan transparente para la ciencia, la biolog¨ªa o la ¨®ptica, ha sido tan confuso para las ciencias humanas, entre las cuales la econom¨ªa ha cambiado su ben¨¦fica administraci¨®n de los recursos por su perversa condici¨®n de hacer el mal. Arrinconar a los m¨¢s pobres, arruinar a los incautos, someter de la humillaci¨®n al poder pol¨ªtico. ?Qu¨¦ norma impide a la pol¨ªtica encarcelar a la mafia especulativa, neutralizar a los que hunden la solvencia de un pa¨ªs para lucrarse con el incremento de su menesterosidad?
Protecci¨®n para los ni?os, las mujeres, los gais. Nos hemos humanizado
El mundo ya no requiere l¨ªderes, sino participaci¨®n masiva en la Red
Convocatorias para huelgas o boicoteos trufan las redes sociales
El mundo cuenta con el mal pero sin darle espacio en la Calle Mayor
Esta ¨¦poca de confusiones es de una sustancia bituminosa que segregan todos los rincones de nuestra realidad. Y, como aprendimos de chicos, a r¨ªo revuelto ganancia de pescadores. Pescadores y pecadores. Pecadores y prevaricadores. Prevaricadores y socios naturales de un poder pol¨ªtico que ha carcomido o desistido de sus principios morales en provecho de sus provechos en euros.
No sabemos, los ciudadanos mortales, c¨®mo es posible tanta corrupci¨®n municipal, tanta sentencia judicial pervertida, tantas dejaciones de responsabilidad para convertir dotaciones p¨²blicas en parcelas, playas en piscinas, maestros en paup¨¦rrimos seres deprimidos, museos en contenedores vac¨ªos, universidades en m¨¢scaras educacionales y Ministerios o Consejer¨ªas en fuentes de despilfarro para la demagogia de sus mandatarios de ocasi¨®n.
Tampoco se entiende, y esto es lo m¨¢s grave, c¨®mo Espa?a, la llamada octava potencia del mundo, ya superada por China, India, Brasil y acaso el Benelux, se haya retrasado en un abrir y cerrar de ojos y se encuentre en grave peligro de credibilidad ante Moody?s, Standard & Poors o Fitch.
Los discursos que atribuyen la vulnerabilidad de nuestro estado econ¨®mico a la inconsistencia de su sistema, tan basado en la construcci¨®n y el turismo, parecen redactados anteayer o much¨ªsimo antes cuando sobraban datos para presagiar que la burbuja o lo que fuera esta estafa, estallar¨ªa arrasando la inocencia y los ahorros de media poblaci¨®n. ?Corruptos? La ignorancia o la pasividad son c¨®mplices directos. ?Son los pol¨ªticos flor de un d¨ªa? O, mejor, ?fundan su poder en fuegos artificiales que se apagan en meses, d¨ªas, minutos, hasta que otros artefactos parecidos vuelvan a crear un nuevo fuego artificial? Malditos pol¨ªticos, entonces.
Entre los apagones que han jalonado sus gestiones, las ristras de lacras delictivas y el turbill¨®n de las deudas, exteriores, p¨²blicas, auton¨®micas, municipales, empresariales, la idea de hallarse a salvo no existe sino en las islas Caim¨¢n y zoos por el estilo.
Dentro de Espa?a la sensaci¨®n de asfixia, muy presente en 2009, se ha hecho aplastante en el 2010. El paro ronda ahora los cuatro millones y medio pero nadie desmiente que podr¨¢ rebasar los cinco, las prestaciones no solo se agotan d¨ªa tras d¨ªa sino que, encima, las limosnas de los 426 euros, o el sensible cheque beb¨¦, ser¨¢n una forma de mortalidad en 2011.
La caridad de Zapatero dibujada en la dulzura de su talante y los amarillos gestos de buena voluntad han desembocado, junto a todo su Gobierno, en una mueca de impotencia que, en todo caso, lo mismo da. Zapatero importa ya muy poco. ?Qu¨¦ queda de ¨¦l o su sonrisa, convertida ahora en una caricatura del horror?
Impuestos indirectos pero no progresivos, reducci¨®n de pensiones pero olvido de fondos para la ley de dependencia, efectos especiales contra el maltrato de mujeres o los matrimonios homosexuales pero pocas o ninguna alternativa que mejore el medio familiar y sus penitencias. Fin del buen talante, principio de realidad.
No todo es malo, desde luego. Los gobernantes muestran, entre dentelladas rec¨ªprocas, una buena voluntad social pero o no dan m¨¢s de s¨ª o, efectivamente, como dicen las personas mayores, hemos vivido por encima de nuestras posibilidades. Hasta hemos confundido los bienes con las hipotecas y esto es mezclar el bien y el mal. Patrullas de empleados bancarios y de cajas de ahorros fueron detr¨¢s de modestos obreros y desvalidos emigrantes, gentes de flacos recursos para empapuzarlos en ofertas hipotecarias que nunca podr¨ªan pagar sin robar o matar. A los bancos corresponde no solo la responsabilidad de lo cr¨¦ditos y la moral basura sino la incitaci¨®n a lo peor. ?Fueron castigados? Fueron halagados, amparados, denominados pilares de nuestra prosperidad. ?C¨®mo no contemplar el sistema como el sistema del mal?
Jap¨®n fue durante toda la d¨¦cada de los noventa un ejemplo mundial de ad¨®nde pod¨ªa conducir la estupidez pol¨ªtica, la corrupci¨®n social y la avidez bancaria. Pero ?qu¨¦ trabajador de la construcci¨®n o de los braceros empleados en los viveros de El Ejido hab¨ªa le¨ªdo las informaciones concernientes al desfalco japon¨¦s?
No pocas leyes han nacido estos a?os referidas a cuestiones humanas, sea aumentando o rebajando castigos, sea tratando los abusos de menores, evitando discriminaciones inhumanas, condenando el tr¨¢fico de personas o aminorando la pena por los menudeos del pirata en la calle o del camello de coca y hach¨ªs en una esquina. En este aspecto el pa¨ªs se ha humanizado mucho desinhibi¨¦ndose m¨¢s. Parece incluso que se ha humanizado m¨¢s si el terrorismo, tal como van las cosas, acaba m¨¢s pronto que tarde.
Las cr¨¦dulas pol¨ªticas del Gobierno de Zapatero y sus rid¨ªculos fracasos han servido, al menos, para corregir el rumbo y tratar al malhechor como tal. De otro lado, la poblaci¨®n ha reconocido estos avances y ha deseado comunicar en la web las bondades de cada circunstancia. Y las maldades tambi¨¦n porque un cargo del Ayuntamiento, de la autonom¨ªa, del Gobierno o del restaurante no debe quedar ya a salvo de los miles de jueces que habitan las redes sociales y delatan abusos mientras contribuyen, sin duda, a mejorar lo bueno o delatar la mala gobernanza local.
Convocatorias para huelgas y manifestaciones, para boicoteos o abstenciones trufan los contenidos de las redes sociales y la caduca receta de introducir un voto en la urna cada cuatro a?os y dejar hacer ha quedado abolida por el control cada vez m¨¢s vivo y permanente de los elegidos. ?O es que puede todav¨ªa aceptarse que un presidente, unos ministros, unos alcaldes o concejales se apoltronen cuatro a?os sin someterse en cada momento, d¨ªa a d¨ªa, al juicio de sus electores?
En esto se ha avanzado mucho dentro y fuera de Espa?a. Las redes no sirven ya solo para pasar el rato, jugar, ligar o chatear. Adem¨¢s se han convertido en fuerzas (y hasta movimientos) populares para criticar, denunciar o descubrir las tramas que se tejen desde Castell¨®n a Marbella y de Torremolinos a Lloret de Mar.
El fen¨®meno espectacular de Wikileaks es como un v¨®mito gigante de lo que casi a diario, caso a caso, se divulga sobre los mandatarios sociales a cualquier nivel. El Vigilar y Castigar de Michael Foucault que nos retrataba como ciudadanos v¨ªctimas de un poder reptando por todas partes ha adquirido una positiva direcci¨®n contraria.
Los pol¨ªticos, como los presidentes de la patronal, los consejeros de empresa, los entrenadores de f¨²tbol, los deportistas de elite o los cocineros Michelin son vigilados y castigados. Vigilados unos y aplaudidos otros por los millones de manos que se entrelazan en la acci¨®n de la Red.
Aunque tambi¨¦n, no cabe duda, se entrelazan para mal. Porque, qu¨¦ mundo ser¨ªa este si no existiera el mal. El mundo, sin embargo, que cuenta cada vez m¨¢s con ese elemento, est¨¢ tratando de no darle espacios en su Calle Mayor. El mundo, m¨¢s necesitado de regulaci¨®n que nunca, m¨¢s necesitado de econ¨®mica pol¨ªtica para hacer frente a la pol¨ªtica econ¨®mica que en cualquier estaci¨®n de su pasado, requiere no ya de l¨ªderes (malditos l¨ªderes), sino de una masiva participaci¨®n en red.
Espa?a, una de las primeras naciones en m¨®viles por cabeza, ha desarrollado vertiginosamente el uso de otros artefactos parecidos para la comunicaci¨®n horizontal y si Internet es aqu¨ª todav¨ªa un recurso menos frecuentado que en otras partes su creciente destino est¨¢ trazado para este 2011 y para los a?os por venir.
Obama se apoy¨® en el cibermundo para gobernar mejor el mundo. Sus fracasos en varios asuntos legales no desmienten el valor de su estrategia ni la importancia de su web permanentemente abierta a las sugerencia de los ciudadanos. Obama puede no ser el hosanna de la nueva ¨¦poca, pero de la misma manera que se necesitan tres s¨¦samos para que se abra la cueva o un triduo para la salvaci¨®n del alma del purgatorio, pronto llegar¨¢ el Obama 2 y el Obama 3 universal para inaugurar otro mundo en los a?os que siguen.
Es lo mismo, aunque de forma triste, a lo que ha sucedido con la crisis. Hasta tres golpes brutales, en las tres ¨²ltimas anualidades, han sido necesarios para que hallamos pasado de la inocencia al cinismo y de la candidez a la subversi¨®n.
?Zapatero represidente? Ya est¨¢ bien. Lo mismo da. Esa pol¨ªtica importa poco. Nadie ha podido contar con m¨¢s opciones, m¨¢s papeles, m¨¢s tolerancia para cambiar de disfraz sobre el teatro. Este espect¨¢culo est¨¢ agotado y s¨ª es m¨¢s que fastidioso seguir presenci¨¢ndolo en 2011. M¨¢s all¨¢ de este a?o no solo caer¨ªamos en la miseria, contraer¨ªamos incluso los efectos de la caduca gripe A.
?Enfermedades? Cada a?o, desde hace unos cuantos, salta alguna enfermedad, sea obra del cerdo, de la vaca, del pollo, del pr¨®jimo o de otra gripe inventada. A. La idea de gobernar con una contagiosa enfermedad por medio parece tan adherida a la pol¨ªtica posmoderna que su a?agaza sirve para dar cuenta de que, por mucho que los mortales hagamos, sigue habiendo cosas solo dependientes de la mano de Dios.
Justamente, la responsabilidad de Dios en los peores acontecimientos es una significativa paradoja del gobierno laico. O el Katrina o el tsunami o el terremoto de Hait¨ª, la "tormenta perfecta" aplicable a la crisis econ¨®mica por los economistas oficiales es la t¨®pica cortada asociable a la calamidad natural. El designio de la Naturaleza.
No se puede luchar contra la voluntad de Dios y su mundo, no se puede hacer frente a sus arbitrarios designios. Todos los emperadores chinos utilizaron el mismo subterfugio para aumentar la talla de su poder. Mandaban, de repente, degollar a los habitantes de cinco aldeas escogidas al azar como muestra de que su celestial voluntad, como el sino de las inundaciones o las plagas naturales, no respond¨ªa a raz¨®n humana alguna. El designio m¨¢gico supera al pensamiento l¨®gico o de la raz¨®n.
En esas pues estamos: tenemos crisis porque hay una inexorable crisis internacional. Hay una gran crisis internacional porque hay unos malditos bonos basura, hay malditos bonos basura porque hay terribles hombres malos, hombres basura que como Manostijeras solo anhelan nuestra mutilaci¨®n. Todos somos v¨ªctimas pues de esta crisis financiera global, fatal, terminal de todo lo dem¨¢s.
La historia, una vez m¨¢s, escapa de nuestras manos puesto que ni el mismo Marx pudo hacerse con ella. Consecuencia: la corrupci¨®n en Rusia, la corrupci¨®n en el Parlamento brit¨¢nico, en los Gobiernos franceses, en las sedes berlusconianas, en los Gurtel y Fabras, en Filipinas, en Somalia o en Guinea-Bissau. Nada ser¨ªa, por tanto, achacable a la perfidia particular de un gobernante o su ignorancia sino a su insoslayable condici¨®n de hijo de Dios.
Dios hace y deshace siempre a su antojo. Incluso fue tan ben¨¦volo que hizo a Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero presidente, a un Chiquilicuatre candidato de Eurovisi¨®n y a Bel¨¦n Esteban la reina del pueblo.
?El a?o 2011? Nada indica que vaya a sorprendernos con su bendita bondad puesto que el futuro es el futuro y solo el porvenir (aciago o ciego) est¨¢ por venir. M¨¢s bien el deseo ahora es que, por lo menos, estos meses con seguridad muy duros vayan craquel¨¢ndose en su misma sequedad y no vengan a ser tan aviesos, tan crueles, como para empeorar la situaci¨®n.
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