Buffett, el or¨¢culo del poder
El inversor aumenta su influencia en la pol¨ªtica y la econom¨ªa de EE UU
Warren Buffett est¨¢ ¨²ltimamente en todas las salsas. Minutos antes de que Barack Obama cortejara a ejecutivos de 20 de las mayores corporaciones de EE UU, el llamado Or¨¢culo de Omaha y su compa?ero de batallas filantr¨®picas, Bill Gates, se reunieron con el presidente para hablar de Giving Pledge, la campa?a con la que esperan que los 400 estadounidenses m¨¢s ricos donen gran parte de sus fortunas.
Por el Despacho Oval pas¨® tambi¨¦n en julio pasado, esa vez solo. Habl¨® con Obama sobre la manera de revitalizar la econom¨ªa y crear empleo. Y entre medias public¨® una carta abierta en The New York Times dando las gracias al T¨ªo Sam por salvar la econom¨ªa de la hecatombe, art¨ªculo en el que no cit¨® al presidente. No era necesario; la sinton¨ªa entre ambos es de sobra conocida.
El multimillonario asesora a Obama en pol¨ªtica econ¨®mica y de empleo
Pr¨®ximamente recibir¨¢ la m¨¢s alta condecoraci¨®n civil en EE UU
Es el tercer hombre m¨¢s rico del mundo, con 47.000 millones de d¨®lares
Su imperio inversor, Berkshire Hathaway, ha salido reforzado de la crisis
Con la llegada del nuevo a?o, Warren Buffett recibir¨¢ la Medalla Presidencial de la Libertad, la mayor condecoraci¨®n que en EE UU se concede a un civil. El anuncio del galard¨®n se hizo la misma ma?ana en la que Buffett utilizaba el Times para ofrecer su opini¨®n sobre lo ocurrido en el mundo de las finanzas y elogiar el papel desempe?ado por el Gobierno como sustento del sistema.
Y todo esto sucede mientras empiezan a barajarse los nombres de los que alg¨²n d¨ªa podr¨ªan tomar las riendas de Berkshire Hathaway, su brazo financiero. El proceso de sucesi¨®n lleva abierto dos a?os. El ¨²ltimo aspirante en la lista es Todd Combs, un desconocido gestor financiero de Connecticut, que logr¨® grandes beneficios anticip¨¢ndose al estallido de la crisis.
Buffett (Omaha, 1930) no siempre fue rico. Naci¨® cuando la Gran Depresi¨®n empezaba a cocinarse. Su padre, corredor burs¨¢til, perdi¨® su empleo cuando ¨¦l era ni?o. A los seis a?os dio el primer paso para amasar su fortuna. En la tienda de av¨ªos de su abuelo compr¨® con un cuarto de d¨®lar una caja de seis botellines de Coca-Cola y la revendi¨® a cinco c¨¦ntimos la unidad.
Lo de hacer n¨²meros lo aprendi¨® de su madre. Del padre, que se puede ganar dinero sin hacer trampa. La primera acci¨®n la compr¨® cuando ten¨ªa 11 a?os: tres t¨ªtulos de la compa?¨ªa energ¨¦tica Cities Services para ¨¦l y otros tantos para su hermana. Tres a?os despu¨¦s lleg¨® con su familia a Washington, donde trabaj¨® como repartidor del Washington Post. Quer¨ªa ser millonario a los 30 a?os. Lo logr¨® en 1962.
La fortuna de Buffett se estima ahora en unos 47.000 millones de d¨®lares, lo que le convierte -junto a Carlos Slim y Bill Gates- en uno de los tres hombres m¨¢s ricos del mundo, seg¨²n Forbes. Berkshire Hathaway es un conglomerado ¨²nico por su diversidad, integrado por compa?¨ªas representativas de todos los sectores, lo que le permite tener una visi¨®n muy valiosa del estado de la econom¨ªa.
El an¨¢lisis que hace de la situaci¨®n es simple: la recesi¨®n puso al descubierto un exceso de capacidad tal que llevar¨¢ tiempo limpiarlo. Y como ejemplo pone el sector inmobiliario. Excesos que tambi¨¦n vio en el mercado financiero. Pero el asunto en el que Buffett est¨¢ siendo especialmente locuaz es el de los impuestos, y en concreto de los que pagan las rentas m¨¢s altas.
"S¨²bamelos", vino a decir el inversor semanas antes de que Obama pactara con los republicanos la extensi¨®n de los incentivos fiscales de la era Bush, cediendo en una de sus grandes promesas electorales. "La gente en la c¨²spide, gente como yo, deber¨ªa estar pagando mucho m¨¢s", reiter¨®. Buffett cree que la pol¨ªtica de los ¨²ltimos 10 a?os no dio resultado.
En Wall Street no pasa desapercibida la presencia de Buffett en la arena p¨²blica, ni que Washington se haya convertido en su segunda casa. Se preguntan si esto contribuye a que Obama le conceda tan distinguido reconocimiento. Pero ?se lo merece? Como se?ala un reciente estudio de la Escuela de Negocios de la Universidad de Harvard, la reputaci¨®n de Buffett est¨¢ "bien fundada".
Al recibir la Medalla Presidencial de la Libertad, el Or¨¢culo de Omaha se sumar¨¢ a otras figuras como Henry Ford, dos Rockefeller, Thomas Watson, Walter Wriston, Sam Walton, Walt Disney y Alan Greenspan. ?Es la pol¨ªtica un criterio que ayuda en la selecci¨®n de los galardonados? Seg¨²n las reglas, no. Bush padre ser¨¢ otro de los que recibir¨¢ la medalla de manos de Obama. En la pr¨¢ctica, s¨ª. M¨¢s all¨¢ de su ¨¦xito en el mundo de los negocios y de su ambiciosa iniciativa ben¨¦fica, la coincidencia con Obama va m¨¢s all¨¢ de la pol¨ªtica fiscal. El fil¨¢ntropo se considera dem¨®crata, y ya durante la campa?a electoral que llev¨® al senador por Illinois a la Casa Blanca el gestor le dio su consejo.
Desde el estallido de la crisis financiera, Buffett parece estar m¨¢s dispuesto a ser ¨²til al resto de la sociedad y, sobre todo, a sus accionistas. Sus apariciones televisivas en la CNBC y Bloomberg, dice, le sirven para comunicar mejor su mensaje que a trav¨¦s de entrevistas escritas. Quiz¨¢ tambi¨¦n sea porque se siente m¨¢s c¨®modo con este papel de estrella.
El salto a la escena p¨²blica tambi¨¦n tiene un precio. La carta abierta en el Times dio mucho de qu¨¦ hablar. No solo por las alabanzas a quienes condujeron el rescate; tambi¨¦n por el optimismo poco habitual que expresaba. Pero sobre todo porque su fondo hizo importantes operaciones que aportar¨¢n a largo plazo beneficios a sus accionistas.
Dicho de otra manera: Buffett tambi¨¦n gan¨® con la crisis, de ah¨ª, quiz¨¢, su gratitud. Y al ver su cartera de inversi¨®n se entiende muy bien por qu¨¦. La intervenci¨®n de Washington fue clave para la supervivencia de compa?¨ªas financieras como Wells Fargo, US Bancorp y American Express. Y nadie olvida la inyecci¨®n que en pleno temporal hizo en Goldman Sachs.
El rescate de la industria financiera, por tanto, le permiti¨® preservar intacta su fortuna y la hizo crecer. Buffett es un firme creyente en el made in USA, y su ¨¦xito al final depende de la capacidad de que EE UU supere la recesi¨®n y se mantenga como un polo de estabilidad.
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