La nueva mayor¨ªa republicana ataca las reformas del presidente Obama
El ala conservadora del Congreso de EE UU pone en la mira a la ley sanitaria
Su objetivo inmediato es deshacer las principales reformas acometidas por el presidente Barack Obama. Cuando ma?ana ocupen sus esca?os en el nuevo Congreso, los republicanos tendr¨¢n una mayor¨ªa de 49 votos en la C¨¢mara de Representantes, suficiente para aprobar medidas que hagan honor a las promesas que hicieron a los votantes desencantados con los dem¨®cratas en las pasadas elecciones legislativas de noviembre. Su pretensi¨®n ser¨¢ derogar la reforma sanitaria , una revocaci¨®n que, de prosperar, ser¨ªa principalmente simb¨®lica. M¨¢s efectiva ser¨¢, sin embargo, su oposici¨®n a la imposici¨®n de l¨ªmites a la emisi¨®n de gases contaminantes y a la reforma financiera realizada por el presidente.
Los republicanos tienen mayor¨ªa en la C¨¢mara, pero no en el Senado
Se oponen a la regulaci¨®n de la emisi¨®n de gases de efecto invernadero
La nueva legislaci¨®n sanitaria se halla sometida a varios procesos judiciales ades de control financiero
La derecha rechaza elevar el presupuesto de las autorid
En sus recientes declaraciones, los representantes conservadores han dado signos de estar convirtiendo la destrucci¨®n de la reforma sanitaria en su principal batalla pol¨ªtica. Quieren votar la revocaci¨®n de la reforma sanitaria antes del discurso del Estado de la Uni¨®n, que Obama pronunciar¨¢ durante el pr¨®ximo mes. Si aprobaran esa anulaci¨®n, necesitar¨ªan una amplia mayor¨ªa de dos tercios en la C¨¢mara -con la que no cuentan- para sortear un veto presidencial y deber¨ªan, adem¨¢s, enviar esa enmienda al Senado, donde los dem¨®cratas a¨²n conservan una ajustada mayor¨ªa. Ser¨¢, pues, una pelea simb¨®lica.
Para algunos de los republicanos la comparaci¨®n b¨¦lica es m¨¢s que adecuada. El representante por Georgia, Phil Gingrey, dijo el viernes en una entrevista en el canal conservador Fox News: "Habr¨¢ quienes digan que no lo haremos porque es una tarea demasiado pesada. Y debemos recordar que en 2006, cuando perd¨ªamos la guerra de Irak, gracias a Dios, contamos con nuestros patriotas que lucharon en la provincia de Anbar y en Faluya y cambiaron el curso de los acontecimientos". As¨ª, comparaba a Obama y los dem¨®cratas con los rebeldes iraqu¨ªes.
Si la legislatura n¨²mero 112 ha de ser la batalla que cambie el curso de una guerra, una de las representantes que luchar¨¢ con m¨¢s empe?o es Michelle Bachmann, de Minnesota, una de las l¨ªderes del movimiento radical del Tea Party. En marzo, un d¨ªa antes de que Obama ratificara la ley sanitaria, Bachmann inici¨® los tr¨¢mites de revocaci¨®n de esa reforma. Su principal empe?o ha sido anular la provisi¨®n que obliga a todos los estadounidenses a adquirir un seguro m¨¦dico antes de 2014, bajo riesgo de multa. Los ¨²ltimos estudios sit¨²an el n¨²mero de ciudadanos sin cobertura m¨¦dica en Estados Unidos en 50 millones.
Diversos tribunales federales est¨¢n considerando si esa provisi¨®n es constitucional. El pasado diciembre, una corte de Virginia, liderada por el juez Henry Hudson, nominado por George W. Bush, asisti¨® a los republicanos en ese empe?o al declarar inconstitucional esa obligatoriedad de contratar un seguro m¨¦dico. Aun as¨ª, la reforma sanitaria se halla sumida en un largo proceso de decisiones judiciales y apelaciones que seguramente acabar¨¢ en el Tribunal Supremo, que ser¨¢ el que deba decidir en ¨²ltima instancia.
Tanto Bachmann como el resto de congresistas que se identifican con el Tea Party han anunciado que, si la revocaci¨®n de la reforma sanitaria no prospera en bloque, atacar¨¢n la norma por partes. Adem¨¢s de la obligatoriedad de adquirir p¨®lizas, esos congresistas han criticado duramente una enmienda de ¨²ltima hora que permite, en casos muy limitados de incesto o violaci¨®n, utilizar fondos p¨²blicos para subvencionar abortos.
Durante los cuatro a?os en que la representante dem¨®crata Nancy Pelosi presidi¨® la C¨¢mara de Representantes, una de sus grandes batallas pol¨ªticas fue la de aprobar una ley que impusiera l¨ªmites a la emisi¨®n de gases contaminantes, algo que consigui¨® en junio de 2009, con el objetivo de reducir en un 17% las emisiones de CO2 para 2020. El Senado, donde los dem¨®cratas son mayor¨ªa, deb¨ªa ratificarla pero nunca lo hizo, y la dej¨® languidecer sin ni siquiera iniciar un debate al respecto. Los republicanos en la C¨¢mara, sin embargo, quieren utilizar su nueva mayor¨ªa para bloquear la norma con un golpe mortal que ser¨ªa tan simb¨®lico como el que preparan para la reforma sanitaria. Pero no se detendr¨ªan ah¨ª.
En agosto, ante la par¨¢lisis legislativa, Obama anunci¨® que este a?o la Agencia de Protecci¨®n Medioambiental, dependiente de su Gobierno, regular¨ªa la emisi¨®n de gases contaminantes f¨¢brica a f¨¢brica, refiner¨ªa a refiner¨ªa y central energ¨¦tica a central energ¨¦tica, en un laborioso y costoso proceso de inspecciones individualizadas. El que ser¨¢ el nuevo jefe del Comit¨¦ de Energ¨ªa de la C¨¢mara, Fred Upton, dijo el domingo en Fox News: "No vamos a dejar que esta Administraci¨®n regule lo que no ha podido legislar". Upton ha anunciado que convocar¨¢ vistas orales sobre las regulaciones ejecutivas en materia de gases contaminantes y que est¨¢ considerando bloquearlas en virtud de una norma conocida como Ley de Revisiones del Congreso.
De lo que los republicanos han hablado menos en estos d¨ªas es de su oposici¨®n a la reforma del sector financiero de Obama. Eso no significa que hayan hecho menos al respecto. El a?o pasado, los dem¨®cratas otorgaron amplios poderes de control a dos agencias del Gobierno: la Comisi¨®n de Bolsa y Valores y la Comisi¨®n de Comercio en Futuros sobre Mercanc¨ªas. Para acometer esas tareas, ambas agencias necesitan doblar su presupuesto, algo a lo que se han opuesto y que pretenden bloquear los republicanos. As¨ª, impiden, indirectamente, que Obama ponga l¨ªmites a los excesos de Wall Street.
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