Salvar a los cristianos de Oriente
?Por qu¨¦ no una plegaria ecum¨¦nica pronunciada con una sola voz por autoridades de las tres religiones del Libro? ?Por qu¨¦ no una hora en la que se invite al planeta a unirse con los perseguidos?
Empezar con las presidenciales? ?Strauss-Kahn, de lejos el mejor? ?Fabius, que, en su defecto, podr¨ªa imponerse? ?El gran cad¨¢ver ca¨ªdo de espaldas al que habr¨¢ que intentar reanimar, dado que ni supo ni quiso transformarse?
?Volver sobre el caso Sakineh y el cinismo de los jueces polic¨ªa que multiplican los montajes y las falsas confesiones orquestadas y quieren presentarnos como un progreso el paso de la lapidaci¨®n al ahorcamiento?
?Darle vueltas al doble proceso que interponen contra m¨ª, por el mismo art¨ªculo, un grup¨²sculo de extrema derecha y un veterano de Le Monde Diplomatique?
Prefiero de lejos ocuparme de lo que me parece el acontecimiento m¨¢s brutal, m¨¢s cargado de tr¨¢gicas consecuencias, de este comienzo del a?o 2011: me refiero al atentado que, la noche de A?o Nuevo, caus¨® 21 muertos y 79 heridos entre los fieles de la iglesia de Al Kidissine, en Alejandr¨ªa.
Ataques en Bagdad, Nigeria, Filipinas, Alejandr¨ªa: estamos ante una persecuci¨®n de masas en toda regla
Benedicto XVI tiene sobrados motivos para decir que los cristianos son el grupo religioso m¨¢s perseguido
Este atentado era la culminaci¨®n de una serie de ataques que, en Nigeria, Filipinas y otros lugares, hab¨ªan ensangrentado la noche de Navidad. Ten¨ªa lugar al t¨¦rmino de un a?o marcado, entre otras cosas, por la matanza de la catedral de Bagdad. De forma que es cada vez menos discutible que estamos ante una persecuci¨®n de masas en toda regla. ?Dif¨ªcil de concebir, dado que se trata de una religi¨®n que durante mucho tiempo fue dominante, por no decir dominadora e intolerante? Tal vez. Pero, sin embargo, cierto. Y Benedicto XVI tiene sobrados motivos para afirmar que actualmente los cristianos son el grupo religioso que sufre "el mayor n¨²mero de persecuciones" en el mundo.
Este atentado, como todos los dem¨¢s, ten¨ªa como objetivo una comunidad cuya historia se confunde con la de la regi¨®n. Esta oleada de actos terroristas diezma unas Iglesias de las que acaso no todo el mundo sepa que fueron (los coptos de Egipto) mayoritarias durante mucho tiempo o, en todo caso (Siria), anteriores a la llegada del islam. De modo que quienes los perpetran no solamente son unos b¨¢rbaros, sino tambi¨¦n unos imb¨¦ciles que, al pretender erradicar la "divisi¨®n en tierras del islam", atacan lo que constituye el alma de la regi¨®n. ?La fechor¨ªa ser¨ªa igual de grave si los cristianos de Oriente no fueran esa minor¨ªa aut¨®ctona? Por supuesto. Pero esa circunstancia es un agravante. A?ade una dimensi¨®n -digamos- metaf¨ªsica al gesto. Cuando el mundo ¨¢rabe prescindi¨® de los jud¨ªos y de su memoria, se cometi¨® un crimen irreparable. Si ahora se priva de sus cristianos, si hace sufrir a las ¨²ltimas comunidades cat¨®licas capaces de rezar en la lengua de Cristo lo que hizo sufrir a los descendientes de las tribus de Israel, ser¨¢, no solo para ¨¦l, sino para el mundo, una nueva p¨¦rdida total, una nueva ruina espiritual y moral, un nuevo desastre civilizatorio y cultural.
Ni que decir tiene que el islam est¨¢, en este asunto, en una encrucijada. O se obstina en la negaci¨®n y en el lenguaje enga?oso; contin¨²a, hablando de "actos aislados", como la polic¨ªa de Mubarak; se empe?a, como el mismo Mubarak, en ver en estos ba?os de sangre una violencia contra el "pa¨ªs entero" y no contra "una comunidad en particular"; disculpa a los culpables; hace como Ahmed al Tayeb, el gran im¨¢n de Al Azhar, que denuncia el "punto de vista del Papa" cuando apela -en lo que al parecer constituye una insoportable "injerencia"- a detener la masacre de inocentes; y, entonces, el ¨²nico camino posible ser¨¢ la cat¨¢strofe. O bien se impone el coraje; los intelectuales musulmanes salen de su ensordecedor y terrible silencio; los imanes se posicionan; el consejo franc¨¦s del culto musulm¨¢n -que la ma?ana misma del 1 de enero condenaba sin equ¨ªvocos la "barbarie" de este "abyecto atentado terrorista"- hace escuela; y, entonces, se impondr¨¢ lo que en mi ¨²ltima cr¨®nica llamaba "el honor de los musulmanes" y tal vez tengamos una oportunidad de evitar el choque de culturas que algunos desean de todo coraz¨®n, pero hay que conjurar a cualquier precio.
En cuanto a los dem¨¢s, todos los dem¨¢s, ?qu¨¦ deben hacer?
Antes que nada, no caer en la trampa de la falsa simetr¨ªa: "?Vosotros no quer¨¦is iglesias? Nosotros no queremos mezquitas". El cometido de los dem¨®cratas es elevar al pr¨®jimo por encima de s¨ª mismos, nunca alinearse con sus peores bajezas.
No ceder tampoco al eterno argumento de los cobardes: "Cuidado con pasarse. Al defender a esas gentes, las se?al¨¢is. Al se?alarlas, las pon¨¦is en peligro". Quienes conocen la historia del pueblo jud¨ªo saben que el perfil bajo nunca ha protegido a nadie y, por el contrario, siempre ha preparado el camino a los matarifes. Al rev¨¦s, hay que hablar. Hablar cuanto sea necesario. Dar fe. Indignarse. E incluso, los que pueden, rezar. S¨ª. ?Por qu¨¦ no, en efecto, ya que en el fondo se trata de eso, por qu¨¦ no una plegaria ecum¨¦nica pronunciada con una ¨²nica voz por autoridades de las tres religiones del Libro? ?Por qu¨¦ no una jornada mundial de los cristianos de Oriente y, durante esa jornada, una hora en la que se invite al planeta a unirse a trav¨¦s de la plegaria o el pensamiento con los perseguidos? Personalmente, har¨¦ una excepci¨®n a mi agnosticismo y no faltar¨¦.
Traducci¨®n: Jos¨¦ Luis S¨¢nchez-Silva

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