El diablo se viste de az¨²car
En la carrera hacia el ¨¦xito suele haber consenso entre el p¨²blico para se?alar el n¨²mero uno. Mientras unos y otros a¨²n debaten si Lady Gaga ha logrado destronar a Madonna, a millas de distancia, un grupo selecto de solistas femeninas pugnan por el segundo puesto en el podio de "artista pop para el siglo XXI". Entre las que m¨¢s distancia recortan se encuentra Katy Perry , una californiana hija de pastores metodistas que hace tres a?os escandaliz¨® a su familia y a algunas mentes pacatas con canciones como
Ur so gay o I kissed a girl . La primera iba sobre un novio metrosexual que deber¨ªa ser gay y la segunda, sobre la fantas¨ªa de besar a una chica (en su caso, inspirada por la actriz Scarlett Johansson). Aquel sufl¨¦ de incorrecci¨®n ultracomedida no ha hecho sino inflarse e inflarse desde entonces.
"No puedo controlar el impacto de los atributos f¨ªsicos que Dios me ha dado. Y eso hay gente que se lo toma demasiado a la tremenda. Solo tengo m¨¢s curvas que otras"
En una suite del hotel Palace de Madrid, espera poner la pica definitiva en Espa?a gracias a su intervenci¨®n en los MTV European Music Awards , que incluyen una actuaci¨®n en la Puerta de Alcal¨¢ y seis cambios de modelito en una sola tarde (en esto tambi¨¦n se sit¨²a por detr¨¢s de Gaga). Apenas cultiva maneras de diva, es toda simpat¨ªa. Recibe con las u?as y la boca rosa chicle a juego, sombra de ojos negra, enormes pesta?as postizas y una gruesa capa de maquillaje que apenas logra disimular algunos granitos. El largo de su minivestido lucha por alcanzar sus muslos. Ella, para disimular, se sienta con un coj¨ªn encima donde sit¨²a la grabadora "para que registre mejor las respuestas".
Nos han solicitado reiteradamente que no hagamos alusi¨®n a su reciente y fastuosa boda en la India con el actor c¨®mico Russell Brand, aunque ella no pueda evitar tentarnos jugueteando todo el tiempo con su alianza repleta de diamantes. O mencionando a su novio cada dos por tres para corregirse inmediatamente. "Quiero decir, mi marido". ?l la ha regalado por sus nupcias un tigre de bengala. En contraste al despilfarro, la pareja ha solicitado a sus invitados que mejor contribuyan con un cheque para una ONG. "Nuestras profesiones son lo suficientemente privilegiadas como para que encima nos anden regalando m¨¢s cosas", finiquita sobre el asunto.
hay una ambig¨¹edad calculada en su discurso. Mientras alimenta la provocaci¨®n sexual, reivindica todo el tiempo su fe cristiana. Hace unos meses, cuando Lady Gaga estrenaba el videoclip de Alejandro, Katy Perry se echaba las manos a la cabeza y declaraba en Rolling Stone: "Agitar sexo y espiritualidad en el mismo frasco solo trae cosas negativas. Vale, yo canto que bes¨¦ a una chica, pero no digo que la bes¨¦ mientras me masturbo con un crucifijo". Hoy matiza estas palabras. "Creo que se malinterpret¨® mi reacci¨®n. Lo primero de todo, sigo siendo fan absoluta de Lady Gaga. Ha revolucionado la m¨²sica y la cultura visual de nuestro tiempo. Y ha elevado el list¨®n para m¨ª y todas las artistas actuales. Pero no tengo que estar de acuerdo con todo lo que ella dice o hace. Y lo segundo, para m¨ª la espiritualidad es algo muy importante, no me gusta que se tome a la ligera. A veces no entiendo por qu¨¦ hay artistas que juegan esa carta, como cuando Madonna se sube a cantar a una cruz. Russell tambi¨¦n ha hecho bromas muy blasfemas en el pasado, pero cada vez menos, porque sabe que soy muy sensible con el tema. Se puede frivolizar y ser divertido sin necesidad de incurrir en eso. Y no s¨¦ por qu¨¦ pasa en concreto con la religi¨®n cristiana. Yo no veo a gente fingiendo sexo con estatuas de Buda, por ejemplo".
Para que comprendamos la diferencia: donde Lady Gaga se planta un sost¨¦n con dos metralletas y se traga un crucifijo, Katy Perry sit¨²a dos sprays de nata montada y engulle gominolas. El videoclip en cuesti¨®n, California Gurls, se ha convertido en el m¨¢s radiado del 2010 por la cadena MTV. De igual manera, en su siguiente single, Fireworks, un canto al orgullo freak, le salen fuegos artificiales del pecho. Su anatom¨ªa se ha convertido en el mejor recurso alternativo a su voz. En septiembre, la cantante de 26 a?os ten¨ªa que haber protagonizado un n¨²mero musical en el Barrio S¨¦samo estadounidense, pero su emisi¨®n se cancel¨® cuatro d¨ªas antes por la acumulaci¨®n de protestas de padres indignados al ver las fotos de su revelador escote. D¨ªas despu¨¦s, Perry respond¨ªa haci¨¦ndose la tonta desde un sketch en Saturday Night Live con la cara del peluche Elmo estampada en su delantera.
la pregunta es de rigor: ?Qu¨¦ tienen sus pechos que generan tanto debate? "Oh, ?mis tetitas?", suelta observ¨¢ndoselas. "Son muy poderosas, supongo. No puedo controlar el impacto de los atributos que Dios me ha dado. Y hay gente que eso se lo toma demasiado a la tremenda. Estoy s¨²per orgullosa de mi cuerpo. No es que suela salir medio desnuda ante el mundo por sistema. Es solo que tengo m¨¢s curvas que otras. En cualquier caso, el resultado de la censura de aquel v¨ªdeo infantil me ha hecho m¨¢s bien a m¨ª que mal yo a ellos". Cierto. De hecho, cualquier preescolar con acceso a Internet puede verlo en YouTube. "Exacto. Es como cuando a m¨ª me prohib¨ªan ver la MTV de peque?a. Enseguida me las ingeni¨¦ para averiguar el c¨®digo descodificador. La verdad es que mis padres no estuvieron muy espabilados en eso. ?Pusieron la fecha de nacimiento de mi madre!", se r¨ªe.
Rebobinemos. Kate Hudson (el Perry, apellido materno, vino despu¨¦s, para que no la confundieran con la actriz del mismo nombre) creci¨® en un hogar donde estaba prohibida la m¨²sica profana. A los nueve a?os se convirti¨® en la voz m¨¢s angelical del coro de su iglesia. A los doce ve¨ªa videoclips a escondidas "hasta que escuchaba el coche de mis padres entrar en el garaje; para ellos Madonna estaba en la misma categor¨ªa que Marilyn Manson". Por su decimotercer cumplea?os, los miembros de su iglesia le regalaron una guitarra. Su primera canci¨®n, Trust me, trataba sobre confiar en Dios. A los 15 a?os, grab¨® en Nashville su disco de debut. Solo canciones de g¨®spel. "Apenas ten¨ªa influencias externas. Todo en mi vida era Dios y la iglesia. Si mi familia fuera musulmana, habr¨ªa cantado sobre Al¨¢. Pero no pienso despreciar aquellos temas porque Dios sigue siendo una fuerza poderosa en mi vida. A¨²n contin¨²o cantando sobre ¨¦l".
Por entonces dej¨® el colegio. "Me dije: 'Si fuera buena haciendo espaguetis querr¨ªa ser la mejor chef del mundo'. Ese es el mismo impulso que sent¨ª con la m¨²sica, ten¨ªa que centrarme en alcanzar mi meta". Se plant¨® en Los ?ngeles con 17 a?os. Dio tumbos de una discogr¨¢fica a otra. "Me rechazaron en tres. Pero yo siempre digo que el rechazo es la protecci¨®n de Dios. Si hubiera sacado mi primer disco de pop siendo una adolescente en lugar de a los 23 a?os a lo mejor no habr¨ªa sabido c¨®mo aguantar toda la responsabilidad, presi¨®n y escrutinio que ello conlleva".
Madonna se convirti¨® en su primera vocera, reclamando la atenci¨®n sobre el single Ur so gay. "A d¨ªa de hoy no la he conocido en persona. Tan solo la vi una vez, en la fiesta que organiz¨® tras su concierto en el estadio de Wembley, en Londres. Yo fui con Mika. Resultaba imposible acercarse a ella, porque siempre tiene una corte de gente a su alrededor. Cuando al fin lleg¨® mi momento de saludarla ya me hab¨ªa tomado tres copas de champ¨¢n y apenas pude proferir un '?Gracias... Muchas gracias!'. Me qued¨¦ pasmada", se r¨ªe.
el 'bloguero' perez hilton, azote de las celebridades de Los ?ngeles, se volvi¨® su principal aliado, esboz¨¢ndola como icono gay prematuro. Desde su web la enfrent¨® a Lily Allen y aliment¨® una rivalidad entre ambas que a d¨ªa de hoy se ha esfumado por completo. Mientras la cantante brit¨¢nica se desvinculaba del mundo de la m¨²sica y hac¨ªa buenas migas con Kate Moss, Perry se alineaba con Rihanna y cimentaba su estatus en la industria.
Lo que pod¨ªa parecer una simple alianza de conveniencia ha resultado ser una s¨®lida amistad. Rihanna no pudo estar en la boda de Perry por compromisos laborales, pero s¨ª organizarle una fiesta de despedida de soltera en el Hard Rock Hotel de Las Vegas con penes inflables en la piscina y una tarta en forma de ¨ªdem enhiesto donde se le¨ªa Cuntgratulations (juego de palabras traducible como "Felicidades, zorra"). "No resulta f¨¢cil encontrarse a gente tan fant¨¢stica como Rihanna en esta industria, en la que el ¨¦xito enseguida te puede volver fr¨ªa y distante. Ya desde que nos conocimos se mostr¨® muy generosa. Fue en los Grammy de 2009. La vi en los ensayos y le dije: '?Me encanta tu bolso!'. Y respondi¨®: 'Te conseguir¨¦ uno igual'. Pensaba que era lo t¨ªpico que se dice por decir. Al d¨ªa siguiente fue cuando la agredi¨® su novio [Chris Brown] y no pudo actuar en la ceremonia. La acompa?¨¦ unos d¨ªas a alejarse del ruido medi¨¢tico a Barbados. Semanas despu¨¦s, por San Valent¨ªn, me lleg¨® un paquete suyo, ?era el bolso que me hab¨ªa prometido!".
Ambas han cultivado el arte de provocar sin herir, pero a¨²n nos queda una cuesti¨®n por aclarar: ?generar controversia hoy es lo m¨¢s f¨¢cil o lo m¨¢s dif¨ªcil del mundo? "Hay que tener mucho ojo con qu¨¦ la generas, aunque siempre habr¨¢ quien vea signos de controversia en lo que haces, ya sea pintarte las u?as de rojo o bailar. Yo no quiero arreglar el planeta ni agradar a todos, solo abrir mentes. Y si de paso la gente se divierte conmigo, pues mejor".
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