El mundo finito
El barril de petr¨®leo vuelve a estar por encima de los 90 d¨®lares. El cobre y el algod¨®n han alcanzado m¨¢ximos hist¨®ricos y, en general, los precios de las materias primas mundiales han aumentado un 25% en los ¨²ltimos seis meses.
Entonces, ?qu¨¦ significa este repentino aumento? ?Se ha desbocado la especulaci¨®n? ?Es consecuencia de la creaci¨®n excesiva de dinero o es el anuncio de una inflaci¨®n desenfrenada a la vuelta de la esquina? No y no.
Lo que nos est¨¢n diciendo los mercados de materias primas es que vivimos en un mundo finito, en el que el r¨¢pido crecimiento de las econom¨ªas emergentes est¨¢ ejerciendo presi¨®n sobre las limitadas reservas de materias primas, lo que hace aumentar sus precios. Y EE UU, en buena medida, no es m¨¢s que un espectador en esta historia.
La subida de precios no guarda relaci¨®n con la pol¨ªtica monetaria de EE UU, no se trata de nosotros
Algunos antecedentes: la ¨²ltima vez que los precios del petr¨®leo y de otras materias primas estuvieron tan altos, hace dos a?os y medio, muchos analistas atribuyeron el repunte de los precios a una anomal¨ªa causada por los especuladores. Y la ca¨ªda en picado de los precios de las materias primas en la segunda mitad de 2008 pareci¨® darles la raz¨®n.
Pero ese desplome de los precios coincidi¨® con una grave recesi¨®n mundial que condujo a un dr¨¢stico descenso de la demanda de materias primas. La prueba m¨¢s importante llegar¨ªa cuando se recuperara la econom¨ªa mundial. ?Volver¨ªan las materias primas a ser caras otra vez?
Bien, en EE UU sigue pareciendo que estamos en una recesi¨®n. Pero, gracias al crecimiento en los pa¨ªses en desarrollo, la producci¨®n industrial mundial ha superado recientemente su pico anterior y, en efecto, los precios de las materias primas est¨¢n aumentando nuevamente. Esto no significa necesariamente que la especulaci¨®n no haya desempe?ado alg¨²n papel en 2007 y 2008. Tampoco deber¨ªamos descartar la idea de que la especulaci¨®n est¨¦ desempe?ando alg¨²n papel en los precios actuales; por ejemplo, ?qui¨¦n es el misterioso inversor que ha comprado la mayor parte de las reservas de cobre mundiales? Pero el hecho de que la recuperaci¨®n econ¨®mica mundial tambi¨¦n haya provocado la recuperaci¨®n de los precios de las materias primas indica claramente que las recientes fluctuaciones de los precios reflejan principalmente unos factores fundamentales.
?Qu¨¦ pasar¨ªa si los precios de las materias primas fueran un presagio de la inflaci¨®n? Muchos analistas de la derecha han estado vaticinando durante a?os que la Reserva Federal, al imprimir una gran cantidad de dinero -realmente no est¨¢ haciendo eso, pero se le acusa de hacerlo-, nos est¨¢ llevando a una grave inflaci¨®n. La estanflaci¨®n se aproxima, declaraba el congresista Paul Ryan en febrero de 2009; Glenn Beck lleva avisando de una hiperinflaci¨®n inminente desde 2008.
Sin embrago, la inflaci¨®n se ha mantenido baja. ?Qu¨¦ puede hacer alguien a quien le preocupa la inflaci¨®n? Una de las respuestas ha sido la proliferaci¨®n de teor¨ªas de la conspiraci¨®n y de afirmaciones de que el Gobierno est¨¢ ocultando la verdad sobre el aumento de los precios. Pero ¨²ltimamente muchas personas de la derecha han visto en el aumento de los precios de las materias primas la prueba de que siempre tuvieron raz¨®n y una se?al de que una elevada inflaci¨®n generalizada se encuentra a la vuelta de la esquina.
Uno tiene que preguntarse qu¨¦ pensaba esa gente hace dos a?os, cuando los precios de las materias primas estaban desplom¨¢ndose. Si el aumento del precio de las materias primas de los ¨²ltimos seis meses anuncia una inflaci¨®n desbocada, ?por qu¨¦ el descenso del 50% en la segunda mitad de 2008 no anunci¨® una deflaci¨®n desbocada?
Sin embargo, contradicciones aparte, el problema m¨¢s importante de aquellos que culpan a la Reserva Federal del aumento de los precios de las materias primas es que est¨¢n sufriendo delirios de grandeza econ¨®mica estadounidense, ya que los precios de las materias primas se establecen a escala mundial y lo que haga EE UU no es un factor importante.
Concretamente, hoy d¨ªa, como en 2007 y 2008, la principal fuerza impulsora que se halla detr¨¢s del aumento de los precios de las materias primas no es la demanda de EE UU, sino la demanda de China y de otras econom¨ªas incipientes. A medida que un mayor n¨²mero de personas de los pa¨ªses que antes eran pobres van incorpor¨¢ndose a la clase media mundial, est¨¢n empezando a conducir coches y a comer carne, ejerciendo una creciente presi¨®n sobre las reservas mundiales de petr¨®leo y de alimentos.
Y esas reservas no est¨¢n siguiendo el ritmo. La producci¨®n de petr¨®leo convencional lleva cuatro a?os sin cambios; en ese sentido, por lo menos, el petr¨®leo ha tocado techo. Cierto es que las fuentes alternativas, como el petr¨®leo de las arenas bituminosas de Canad¨¢, han seguido creciendo. Pero el coste de estas fuentes alternativas es relativamente elevado, tanto desde el punto de vista monetario como desde el ecol¨®gico.
Asimismo, a lo largo del pasado a?o, el clima severo -especialmente el fuerte calor y la fuerte sequ¨ªa en algunas regiones agr¨ªcolas importantes- desempe?¨® un papel importante en el aumento del precio de los alimentos. Y, s¨ª, todo lleva a pensar que el cambio clim¨¢tico est¨¢ haciendo que esos acontecimientos clim¨¢ticos sean m¨¢s habituales.
Por tanto, ?cu¨¢les son las consecuencias del reciente aumento de los precios de las materias primas? Es, como he dicho, una se?al de que vivimos en un mundo finito, un mundo en el que las limitaciones de los recursos son cada vez m¨¢s constrictivas. Esto no supondr¨¢ el final del crecimiento econ¨®mico, y mucho menos un descenso hacia un hundimiento al estilo Mad Max. Exigir¨¢ que cambiemos gradualmente la forma en que vivimos, adaptando nuestra econom¨ªa y nuestro estilo de vida a la realidad de unos recursos m¨¢s caros.
Pero eso es para el futuro. En estos momentos, el incremento de los precios de las materias primas es b¨¢sicamente consecuencia de la recuperaci¨®n mundial. No guarda ninguna relaci¨®n, se mire como se mire, con la pol¨ªtica monetaria estadounidense, ya que esta es una historia mundial; en un nivel fundamental, no se trata de nosotros. -
Paul Krugman es profesor de la Universidad de Princeton y premio Nobel de Econom¨ªa 2008. ? New York Times News Service. Traducci¨®n de News Clips.
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