"All¨ª hubo m¨¢s tiros"
El Rafi dice que dispar¨® al aire bajo los efectos de marihuana y pastillas - Un primo de la v¨ªctima afirma que vio al sospechoso matar a Jos¨¦ Reyes
En el primer d¨ªa de juicio por el asesinato de Jos¨¦ Reyes, el acusado, Rafael Hidalgo Castro, alias El Rafi, declar¨® que no tuvo intenci¨®n de matar a su vecino en Bujalance (C¨®rdoba), un gitano minusv¨¢lido de 51 a?os. Hidalgo Castro dijo que la tarde del 9 de noviembre de 2008 sac¨® el rev¨®lver del calibre 22 (originalmente de fogueo pero trucado para disparar munici¨®n real) con el fin de defender a su madre y hermanos quienes, seg¨²n ¨¦l, estaban siendo golpeados por la familia de Reyes. Un primo segundo de la v¨ªctima, que presenci¨® los hechos desde cierta distancia, afirm¨® que El Rafi apareci¨® de repente, apartando a su hermano, quien zarandeaba a Jos¨¦ Reyes por las solapas de su chaqueta. "Se puso en frente de Reyes y le dispar¨® en la cabeza", dijo. El testigo neg¨® que hubiese ninguna pelea.
A Rafael Hidalgo Castro le pide el fiscal 21 a?os y siete meses de prisi¨®n por asesinato, tenencia il¨ªcita de armas y atentado. Por el delito de asesinato, la fiscal¨ªa pide 17 a?os y no los 20 de m¨¢xima que prev¨¦ el C¨®digo Penal. El Ministerio P¨²blico entiende que la patolog¨ªa detectada por los peritos que han examinado a El Rafi, un trastorno antisocial de la personalidad con disfunci¨®n para controlar impulsos como la agresividad, sirve de ligero eximente. No obstante, la fiscal¨ªa subray¨® ayer en la vista que el acusado mantiene intacta su capacidad "para comprender".
Por su parte, la acusaci¨®n particular eleva la petici¨®n a 25 a?os por un delito de asesinato -con la agravante de m¨®vil racista- y otros dos a?os y ocho meses por tenencia il¨ªcita de armas. La defensa destac¨® "lo extra?o" de que un delincuente que era hasta ese momento un simple ladr¨®n, sin antecedentes por cr¨ªmenes de sangre, se convirtiese, de repente, en un presunto asesino.
Cuando se produjeron los hechos, el Rafi estaba en busca y captura por no regresar a la prisi¨®n de C¨®rdoba, donde cumpl¨ªa condena por robo. Ayer dijo que, ese d¨ªa pas¨® la ma?ana "tirando a las liebres". Cuando regres¨® a su casa, en el violento barrio de Santiago, en Bujalance, "mi familia me cont¨® que hab¨ªa habido una pelea con la de Reyes", dijo el Rafi, quien niega haber estado en esa reyerta. Otros testigos declararon lo contrario a la polic¨ªa.
El Rafi dijo que tras volver de caza, se meti¨® en su cuarto y se fum¨® "unos porros" y unas pastillas tranquilizantes. De hecho, reconoci¨® que es toxic¨®mano y que suele consumir todo tipo de drogas. M¨¢s tarde, escuch¨® un griter¨ªo en la calle. Seg¨²n su relato, vio a cientos de personas (lleg¨® a decir unas 150), peg¨¢ndole a su madre y a sus hermanos. Al ir a socorrerles, afirm¨® recibir una lluvia de golpes. Fue en ese momento, explic¨®, cuando sac¨® la pistola y dispar¨® al aire, "sin intenci¨®n de matar a Jos¨¦ Reyes. Ese se?or no me hab¨ªa hecho nada", dijo. En todo caso, El Rafi defiende que ¨¦l no fue el ¨²nico que dispar¨® aquella tarde, "porque all¨ª hubo m¨¢s tiros". El Rafi vio caer a Reyes, que muri¨® dos semanas despu¨¦s a causa de las heridas.
Tras el disparo, emprendi¨® la huida. Junto a su pareja, explic¨® ayer, se escondi¨® en un cortijo abandonado de And¨²jar (Ja¨¦n), donde d¨ªas despu¨¦s, le encontr¨® la Guardia Civil. Dos agentes le esposaron, pero ¨¦l se escabull¨® de nuevo, tir¨¢ndose por un arroyo. El Rafi neg¨® ayer haber empujado a uno de los agentes. "M¨¢s bien les enga?¨¦. Se la di con tomate. Yo sal¨ª corriendo y sent¨ª que me segu¨ªan, gritando '?Que se escapa!". Un agente estuvo de baja 34 d¨ªas por una lesi¨®n producto del supuesto empuj¨®n del acusado. La fiscal¨ªa le pide por este delito de atentado dos a?os de prisi¨®n. El Rafi fue detenido en And¨²jar d¨ªas despu¨¦s, aunque volver¨ªa a fugarse de la c¨¢rcel Sevilla II durante 21 d¨ªas.
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