De entrada, ilegalizar no
Con el comunicado de ayer en la mano, Batasuna seguir¨¢ ilegalizada. ?Y cuando transcurra un mes sin tiros, bombas ni cartas de extorsi¨®n y lleguen al Ministerio del Interior unos estatutos ajustados escrupulosamente a la Ley de Partidos para constituir una nueva formaci¨®n abertzale que renuncie a la violencia, y vayan avalados por varias firmas blancas? Posiblemente, de entrada no, pero entonces, la justificaci¨®n para el Gobierno Zapatero empezar¨¢ a complicarse, azuzado por un previsible escenario de exigencia democr¨¢tica de la opini¨®n internacional.
Hasta entonces, ETA sigue empe?ada en pon¨¦rselo dif¨ªcil a la izquierda abertzale. Quiz¨¢ tampoco parezca importarle demasiado porque as¨ª, siquiera a modo de tutelaje, demuestra por la v¨ªa de los hechos que juega otro partido diferente, que su objetivo dista de acudir imperiosamente a las elecciones de mayo y, de paso, traslada la sensaci¨®n de que Madrid no se atreve a encarar un proceso de paz, que no de negociaci¨®n pol¨ªtica, cuando le asegura que ya no pegar¨¢ un tiro m¨¢s. Zapatero ya les dijo ayer que no.
La izquierda radical, ufana por haber logrado invertir la correlaci¨®n de fuerzas en favor de la acci¨®n pol¨ªtica, esperaba otra velocidad en el comunicado de ayer. Especialmente, porque lo necesita para acreditar socialmente su catarsis. Ya hab¨ªa metabolizado que la evoluci¨®n gradual de ETA hacia su obligada inanici¨®n no pod¨ªa llegar tan pronto a su estaci¨®n t¨¦rmino, pero jam¨¢s imagin¨® que el comunicado por el que lleva suspirando los ¨²ltimos cuatro meses propiciara tama?o desaire a la exigencia expl¨ªcita de unilateralidad de la Declaraci¨®n de Gernika. El mazazo, adem¨¢s, alcanza en segunda derivada a la l¨ªnea de flotaci¨®n del polo soberanista, convertido en el banquillo electoral abertzale ante la fundada sospecha de que, al final, la justicia mantenga invariable su actual criterio de que es dif¨ªcil renegar de la noche a la ma?ana de toda una vida jaleando a ETA.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.