Contra la resignaci¨®n

Acabamos de despedir a un a?o duro, en el que todos hemos tenido que poner un plus de sacrificio, un esfuerzo extra para hacer frente a una crisis econ¨®mica que ha marcado la vida de Espa?a y de los espa?oles. Muchos de nosotros hemos descubierto que la especulaci¨®n y los mercados, esos colectivos sin rostro que act¨²an desde la distancia, son capaces de entrar en nuestras casas y cambiar nuestras vidas, de forma dram¨¢tica en algunos casos.

El esfuerzo est¨¢ empezando a dar frutos pero no los esperados, porque el sacrificio no est¨¢ siendo proporcional. Algunos dan menos. Y eso retrasa el resultado y desanima a quienes m¨¢s ponen, los m¨¢s d¨¦biles, que arriesgan su propia esperanza. Y con eso no se puede jugar.

Espa?a ha dado ejemplos al mundo de c¨®mo se vencen las dificultades trabajando todos por un objetivo com¨²n. Bastar¨ªa recordar los Pactos de la Moncloa o, sin ir m¨¢s lejos, la comprobaci¨®n de la cercan¨ªa del fin del terrorismo de ETA por la contribuci¨®n de toda la sociedad, incluida la clase pol¨ªtica, que ha sabido ceder al inter¨¦s colectivo el inter¨¦s particular. La fuerza de la uni¨®n supera cualquier desaf¨ªo.

Los mercados no tienen rostro. Los parados, s¨ª. Los alcaldes conocemos sus nombres, nos miramos a los ojos, podemos hacerlo, y nos interpelan, nos interpelamos, y les proporcionamos ayudas sociales, sea o no de nuestra competencia. Se nos puede decir que no hagamos cosas que no son de nuestra obligaci¨®n, y de hecho se nos dice, pero si no lo hace el gobierno m¨¢s pr¨®ximo ?qui¨¦n lo har¨¢?

Los 8.116 Ayuntamientos de Espa?a est¨¢n garantizando la cohesi¨®n social. A nadie se le escapa que est¨¢n mitigando, y de qu¨¦ forma, los efectos sociales m¨¢s perversos de esta crisis. Y, al mismo tiempo, est¨¢n contribuyendo con responsabilidad y rigor a las exigencias de austeridad, al control del gasto y al buen manejo de los recursos p¨²blicos, manteniendo los servicios b¨¢sicos en condiciones de igualdad y con la misma calidad.

Es el momento de aprovechar su proximidad a los problemas y a las personas para implicarles m¨¢s directamente en la implantaci¨®n del nuevo modelo productivo. Territorio y personas, infraestructuras y talento son los recursos imprescindibles para afrontar ese nuevo modelo. Y nosotros estamos ah¨ª, cerca de ellos.

En estos momentos en que el Gobierno y los agentes sociales est¨¢n negociando un acuerdo social para salir de la crisis me siento en la responsabilidad de pedir a las dem¨¢s Administraciones P¨²blicas a los partidos, a los bancos y a quienes tengan algo que aportar que se impliquen y apoyen este di¨¢logo. Un acuerdo de Estado por las pensiones, la educaci¨®n, la formaci¨®n, la innovaci¨®n y el conocimiento para hacernos m¨¢s competitivos, un pacto que impulse las reformas que hagan falta para facilitar la reactivaci¨®n econ¨®mica y el empleo.

Estoy proponiendo, adem¨¢s, elevar un grito contra la resignaci¨®n de los que creen que nada se puede hacer y contra el ego¨ªsmo de quienes piensan que no haciendo nada llegar¨¢n antes y con m¨¢s facilidad a la meta.

El futuro no est¨¢ escrito ni puede formar parte de un destino fatalista, tenemos que escribirlo con la voluntad y el esfuerzo de todas y todos. Nadie puede anteponer sus intereses personales, sectoriales o partidistas por encima de los intereses de Espa?a y de la ciudadan¨ªa.

Pedro Castro es alcalde de Getafe y presidente de la Federaci¨®n Espa?ola de Municipios y Provincias (FEMP).