Madrid acoge el ¨²nico local insumiso sin expedientar

La Consejer¨ªa de Sanidad de la Comunidad de Madrid no ha abierto ning¨²n expediente sancionador contra el restaurante Montecarlo, en el municipio madrile?o de El ?lamo, pese a que su propietario, Jos¨¦ Sim¨®n, permite fumar en su establecimiento desde el pasado 5 de enero.

El local, el primero que se ha declarado insumiso en la Comunidad, es el ¨²nico de los que han proclamado su desaf¨ªo a la ley antitabaco en Espa?a al que no han acudido los inspectores para comprobar el cumplimiento o no de la norma. Hasta ahora, de los siete establecimientos insumisos que han infringido la ley que proh¨ªbe fumar en lugares p¨²blicos y de ocio cerrados; uno en Marbella (M¨¢laga), uno en C¨®rdoba, dos en Lleida, uno en Valencia y otro en Castell¨®n, el de Madrid ha sido el ¨²nico local contra el que no se ha levantado acta.

La Comunidad de Madrid tiene 17 inspectores para unos 36.000 locales

Lasquetty afirma no tener constancia de la existencia de ning¨²n bar insumiso

Fuentes de la Consejer¨ªa de Sanidad explicaron que la actuaci¨®n de los inspectores est¨¢ motivada por una denuncia o por una campa?a de revisi¨®n y alegaron que hasta la fecha "no se ha recibido ninguna denuncia contra el citado restaurante".

La Comunidad de Madrid, con una poblaci¨®n superior a los 6,4 millones de habitantes y un censo de bares y restaurantes cercano a los 36.000 (datos del Anuario Econ¨®mico 2010 de La Caixa), dedica 17 inspectores a verificar el cumplimiento de la nueva ley. Estos funcionarios, adscritos a la Consejer¨ªa de Sanidad, no solo revisan que no se fume en los espacios p¨²blicos cerrados, sino que tambi¨¦n deben controlar el botell¨®n y la venta de bebidas alcoh¨®licas a menores.

La presidenta regional, Esperanza Aguirre, da una cal y otra de arena a la ley antitabaco. El pasado lunes, despu¨¦s de cargar contra el Gobierno central al afirmar que los poderes p¨²blicos "no est¨¢n para imbuir h¨¢bitos por muy saludables que estos sean" y asever¨® que las autoridades p¨²blicas est¨¢n "para cumplir las leyes por encima de todo".

A pesar de esta afirmaci¨®n, en el interior del restaurante Montecarlo los ceniceros pueblan la barra y las mesas, un cartel proclama que fumar "debe ser una decisi¨®n personal y no impuesta" y permanece el olor a humo de los clientes insumisos que se enfrentan a una multa de 30 euros.

El propietario, Jos¨¦ Sim¨®n, dice no tener miedo a pesar de que las sanciones por infracci¨®n grave, como permitir fumar en los lugares en los que existe prohibici¨®n de hacerlo, oscilan entre los 10.001 y los 600.000 euros.

El consejero de Sanidad, Javier Fern¨¢ndez Lasquetty, asegur¨® ayer, tras visitar el Hospital de la Princesa, "no tener conocimiento de ning¨²n establecimiento que haya decidido no aplicar la ley". El consejero inform¨®, asimismo, de que las denuncias que se han recibido han sido "relativamente peque?as".

En El ?lamo, la decisi¨®n de Sim¨®n ha movilizado a los bares de alrededor que el pr¨®ximo d¨ªa 18 de enero celebrar¨¢n una reuni¨®n para decidir si se suman a la insumisi¨®n en bloque. Mientras tanto, recogen firmas en contra de la prohibici¨®n.

Algunos de los propietarios de los bares de alrededor no descartan sumarse a la propuesta de incumplir la ley "si la decisi¨®n se adopta por mayor¨ªa", al tiempo que acusan a Jos¨¦ Sim¨®n de competencia desleal.

A pesar de la amenaza de un foco de insumisi¨®n en este municipio al oeste de la capital, el Ministerio de Sanidad considera que el incumplimiento de la ley es "anecd¨®tico" entre los 350.000 establecimientos que cumplen con lo que dicta la ley.

Los pocos rebeldes que se resisten a aplicar la legislaci¨®n antitabaco tienen complicado revertir una prohibici¨®n que, 10 d¨ªas despu¨¦s de su puesta en marcha, ya ha cambiado el que hasta el momento era el panorama habitual de restaurantes, cafeter¨ªas y bares de copas.

Ahora se impone el olor neutro de los locales, los corrillos de fumadores en las puertas, las terrazas repletas en invierno y, sobre todo, el fin de alternar calada al cigarrillo y sorbo al caf¨¦ o a la copa, al menos fuera de casa.